Se termino el juego, se acabo el tiempo, la tumba esta abierta esperando el cuerpo, un ángel callado espera muy serio, que el ritual se cumpla como mandan los cielos
Golpea la pala, sin pena ni luto , cada golpe afirma el despojo al suelo, las campanas se escuchan orando al viento, mientra se retiran llorando los deudos,
Un vuelo de cuervos, volando muy bajo, entre picos negros se llevan los sueños, la carne ya es polvo, blanquean los huesos, en alas de ángel un alma va al cielo,
Sobre el túmulo queda escrita una lapida, con recuerdos de fechas y amables palabras, burocracia de mármol que archiva memorias, esperan pacientes que vuelvan los cuervos
Polvo al polvo, ¿Infierno o Cielo? Entre demonios y ángeles, se juegan las almas, marcando las cartas, con caminos y puertos apostando destinos de anhelos y sueños
Atravesé con impudicia mi destino, incinerando la vida cual cometa, solitario, ciego... negando mi alma para negar la existencia, logrando ser solo material de la materia. Hoy mis silencios vacíos me condenan al puñal de la mirada culpable, al insensible basilisco que roe mi cabeza.
Que los cuervos y los lobos me acompañen con rituales funerarios y ofrendas, que arrastren al sepulcro mi osamenta entre nieblas de recuerdos y ofensas que claman los fantasmas del pasado, invocando al espíritu sin alma haciendo más atroz la inexistencia
Algo perseguía cada uno de mis pasos, sentía tan cerca el ruido de sus pisadas que me volteaba a mirar atrás a cada rato; era un camino misterioso, solitario el que tenía que atravesar para llegar a casa. Cargado de sombras tensas que en el silencio del crepúsculo el miedo vagaba suelto atrapando los sentidos al descubierto.
Nervioso, asustado avanzaba para cruzar el cementerio en donde rondan fantasmas atribulados buscando escapar de la penuria del frío sepulcro lleno de grillos, de gusanos saliendo de sus huecos y del hedor mortuorio aromando el ambiente funesto, sombrío. Los cuervos parados en las tumbas de espanto me llenaban el rostro.
Corrí desesperado, sin detenerme, el terror me asaltaba nublándome la mente, hasta perdí la entrada de la casa y en la travesía equivocada me topé con un montón de gatos negros, sus ojos encendidos no dejaban de mirarme, me metí dentro de una nube de mariposas grises las que cayeron sobre mi cuerpo, les manoteaba, les daba fuertes golpes para librarme de aquel infierno, pero no pude más, desfallecí.
Desperté cuando las gotas de lluvia golpeaban el cristal de la ventana; -aún estaba asustado-, el latir del corazón quería romperme el pecho, observé todo a mi alrededor, el ambiente estaba tranquilo, el habitual y comencé a buscar dentro de mi mente la realidad de lo que había pasado; no recordé nada extraordinario, pero al caminar del dormitorio hacia la sala encontré el piso cubierto de los restos de mariposas grises.
El miedo me atrapa Oscuro y arrugado cabalga Por cenizas de pelo gris Viene me aprieta Y me espanta Me ahoga sin poder saltar página
El vacío anuncia enredos a mis espaldas En un rincón a hurtadillas apenas me sostengo Solo en ti pienso
Lo incierto me acompaña con el azar he topado cara o cruz Así van las emociones Petrificadas ,esculpidas en piedra pómez Frágil y sedienta de esperanza
Al filo del tiempo los imprecisos acordes son la monotonía sepulcral de la cita con la muerte. Todo aquel que la escuche será al momento de aborde y en un escaso segundo desvanecerá su suerte.
Espiritual imagen quien sabe por donde andarás indetectable rostro, nadie quiere saber de tus asuntos, tocando esa sinfonía algún alma llamarás para llevarla contigo al mundo de los difuntos.
Misteriosa nota mortuoria el espíritu separas dejando el cuerpo inerte, lo halas como un fluido, no hay emociones, en pautas eternas te amparas y en un carruaje de muerte llevas al espíritu caído.
Nadie ha podido escapar al escuchar la serenata te encuentras cerca de todos al tocar la sinfonía, los oídos que reciban la canción sacra que mata para siempre partirán cautivados por la melodía.
Esa música misteriosa penetra el alma y la duerme solo la escucharán a los que le llegue la hora, entre esos elegidos yo no sé como abstenerme porque eres realidad en la vida, la eterna ejecutora.
Hoy me volví a sumergir en la putrefacta marea de la soledad, la arrogancia casi palpable de mil demonios riéndose de mí hace sangrar cada uno de mis poros. Me pregunto: ¿cuan desgraciado fui para merecer que me dieras la espalda? Tus lágrimas de sangre se clavan a cada segundo en lo más hondo de mi atormentada alma. El despojo de lo que solía ser yo, se arrastra lastimosamente hacia ti, mientras varios buitres trazan círculos sobre su cabeza. Implorando tu indulto, recibo como respuesta una estocada de tu lanza en mi costado. Con la cara hacia el sol, que ahora ha adoptado un enfermizo color azul, me doy cuenta que los buitres que descienden hacia mi inerte cuerpo, tienen plasmado en sus rostros algo que me resulta familiar: uno tiene mis miedos, otros más, mi coraje, mi orgullo, mi vanidad… y al escuchar un extraño ruido, hago acopio de fuerzas para mirar a la izquierda, donde se desploma y cae muerto, el que tenía plasmada mi esperanza.
Hombres Lobos con los Dientes y Colmillos de Crist
Hombres Lobos con los Dientes y Colmillos de Cristal Azul contra Caballeros del Rey Arturo con Armaduras de Color Fucsia.
La Luna llena llega con su faz insolente, Asesinando estrellas, descubriendo asesinatos, Iluminando la escena del crimen o el secuestro, Y el hombre lobo la recibe con pavor infinito.
Quisiera esconderse de la endemoniada linterna Que le metamorfosa en un ser nauseabundo Pero su verdadera alma se muestra en ese instante Como un niño robando monedas a su abuelo.
Le crecen los dientes, preciosamente azules, De un cristal bellísimo que teñirá de sangre, Colmillos celestes, cristalinos y feroces.
Y Arturo, con su coraza de dragón o jabalí, Hermosamente fucsia como de jardín una anémona, Se enfrenta a la bestia con tremenda prudencia.
Y ensangrenta su Excálibur en una noche verde. ................................................................................. Francisco Antonio Ruiz Caballero. Viva el Betis manque pierda.
No en el polvo No derrame a sus lágrimas incierto son lo de pesadilla que terminó y la cara demacrada, tierra
No las palabras pueden dibujar o los vientos prolifera tal vez un pájaro de mal agüero esperando en vano algo de comida migas de toda la vida un pedazo de carne tirado al suelo.
Gota a gota cada sentimiento se rasgó con un cuchillo patética tristeza al final de la desesperación. . . asi abierto camino. . . muerte, pensamiento a dolor. . . o uno que es fuerte se llegar de al un fin
Mañana, quién sabe, que alguien le pase cierta añoranza tortuoso una despedida o un gesto de la ventana un amor que se muere um dolor una rosa roja en su solapa
Todo, es una gran ilusión Sueños, sólo basura que adornan los caminos ellos cerraron el grifo del amor Y las gotas caen. . . Es sólo la soledad
El mundo es un desierto y seco En los mares de aceites oscuros Parques de niños olvidados Muertos vivos tumbados en la oscuridad de viaducto, esquinas y muros
Un Dios que no castiga, e no se mira, miradas finitos Un mar de espectros olvidado Al margen, se seca, arrugada y afligidos
Un perro que no muerde, o no ladra En un mundo del perro Pisoteado, aplastado, doblado e que eso no es redondo o cuadrado Es sólo una transitoria perdida en el centro la multitud
Camino de noche, entre la cruz y la entrada, escuchando el suave susurro que a mi alma le habla, mas yo me distraigo, observo una gárgola, quieta y oscura su garra crispada
Paseo tranquilo, mirando las flores, algunas marchitas, por falta de tiempo por no ser cuidadas, mustias de pena sin colores ni agua
Cuando llego al portón, la reja oxidada, nunca me atrevo a cruzar la entrada, un puño de hierro sujeta mi alma, entre casuarinas y frías estatuas
Siempre deambulo, bajo la luz de la luna leyendo las lápidas, buscando un nombre, un recuerdo extraviado, hace ya tanto tiempo que no escucho mi nombre,
tanto tiempo ha pasado, entre tumbas y llantos, querubines y réquiem, que no me abruma el duelo, ni me dañan las penas, solo molesta el susurro, que le habla a mi alma.
A mi sepulcro retorno, escuchando el graznido, de negros recuerdos, de tiempos ya idos, aullidos de lobos que susurran tu nombre, solo tu nombre...el mio es olvido
Revueltos los hígados andaban en aquella noche encendida Alterados los ánimos dormir no se podía
Rebotar pelotas mentales el mal iba ascendiendo tejiendo un presentimiento funesto sin estrellas luciendo
Clareo el día con la misma melodía mucha fuerza de espíritu recrearse no podía pues la tristeza había tejido su telaraña como telar eléctrico donde se estremecía las pupilas encendidas
La tristeza no cabía el pulmón palidecia Mucho tesón relucía aquella sintonía
La verdad se esfumaba por los huesos cimentados en la columna vacía Esperar el neurocortex funcionará con agua bendita
Para cambiar el rumbo de las palabras malditas Mente putrefacta El desencanto producía
Cuando la bondad no es reconocida el corazón no late como debería No sé emociona con una caricia la rabía hace su aparición en la locura escondida y no escindida
El hombre perfecto no acaba de llegar para desvirtuarlo y echarlo a volar, coger sus cabellos enseguida regar, con un amuleto poderlo controlar.
Al hombre perfecto hoy salgo a buscar me llevaré los huesos para incinerar, en su febril aliento quiero enroscar un montón de velas para hacerlo llorar.
El hombre perfecto es una quimera de siete cabezas y cola de dragón, con sus garras daña, desdicha aglomera las que luego lanza dentro de un vagón.
Al hombre perfecto aquí he de esperar me lo llevaré antes de que venga el invierno, con mi dulce figura lo voy a enamorar y nos casaremos al llegar al infierno.
Ver el fuego que arde en los ojos, escúchanos gritar un millón de gritos, escucha a tu corazón y dinos lo que quieres ser, ¿No quieres vivir para siempre? ¿No quieres ser libre?
Somos los niños perdidos, condenados en las sombras, apartados de la realidad, somos almas sin descanso.
Disfruta de la noche, sentir la sangre sagrada, ver la luna carmesí, sentir la oscuridad.
Somos los niños perdidos, ¿oyes nuestras voces? las voces de condena resonando en sus cabezas, somos los niños perdidos, pueden oírnos cantar, canciones de desesperación, estamos infectando tu alma.
[youtube=425,350]http://www.youtube.com/watch?v=LsUNnE3QHMc[/youtube] Mi amado muerte
Descanse en paz en mi cama mi amado muerte. . .
¿Quién duerme como un ángel. . . duerme el sueño de lo que es eterno e infinitamente hermoso el final de la vida. . . que los acabó para un renacimiento. . .
Descansa en paz, porque es temprano querido compañero Su cuna está hecho de la vida tallado a través de el tiempos para el renacimiento eterno nuevos días. . .
Déjame en paz. . . compañera de mi vida Su erotismo me engañas porque emana de sus senos mi deseo loco estar en tus brazos. . . Con usted.