EL POETA
EL POETA
___Hermann Hesse
Solamente para mí, el ser solitario
Brillan sempiternas las lejanas estrellas,
Y es para mí ese canto milenario
De la fuente, y sus estrofas mas bellas.
La sombra de las nubes me cubre de noche
Se mece en mis sueños, me ve caminar
Por veredas y bosques, en mi peregrinar.
No tengo ningún privilegio, oro o riquezas,
Pero lo que es mío nadie lo podrá quitar:
Mi riachuelo, la selva y el mar,
El eco de una risa infantil.
La delicia del hombre en su amor:
Su íntimo secreto, su afán juvenil.
Míos son también los templos y dioses,
Los ríos y los vientos que corren veloces,
Las memorias de antaño, ecos luminosos;
Y la esfera celeste, mi futuro hogar.
Mi alma se eleva con anhelos grandiosos
De emular al bueno, al del alma ejemplar
Rendir culto al amor, sobre todas las leyes,
Amar toda cosa, a esclavos y a reyes,
Campesino, negociante, marino, soldado,
Pastor, jardinero, extranjero, lisiado
Con amor espontáneo, con gracia y franqueza
A la dama o doncella, a la linda princesa.
Así es como canta, así es como sueña
Este ser solitario, este augur
Reclinado sobre áspera peña
Descorriendo el velo del norte hasta el sur,
Viendo al mundo futuro, que poco le aqueja
Al vislumbrar su tumba, que la noche refleja...
The Blue Eye (Bilingüe Español-Inglés).
The Blue Eye...El ojo azul
Este texto fue escrito originalmente en español por Joel Fortunato Reyes Pérez.This text was originally written in Spanish byJoel Fortunato Reyes Pérez.
Este texto fue traducido del español al inglés por Alan Steinle.This text was translated from Spanish to English by Alan Steinle.
Se mira se mira...It looks it looks
en el espejo azul...in the blue mirror
el ojo del mar en el cielo...the eye of the sea in the sky
el rojo del ramo en la flor...the red of the bouquet in the flower
el azul del abedul en el sueño...the blue of the birch in the dream
que sueña el silencio desnudo...that dreams the naked silence
del mar hecho cielo en la mano...of the sea made sky in your hand
de la mano en la frente azul...of your hand in the blue forehead
tan azul que no cuesta nada...so blue that it costs nothing
a la mentira más verde vistiendo....to the lie wearing more green.
El...The
Ojo...Eye
Azul...Blue
No, no cuesta nada, no...No, it costs nothing, no
Al azul del reflejo en el ojo...To the blue of the reflection in the eye
En el espejo azul azul...In the blue, blue mirror
Que tiñe a la luz engañando...That paints the light cheating
En la mirada que mira mirando...In the glance that looks gazing
El mar en el cielo...The sea in the sky
En la flor en el sueño...In the flower in the dream
En la mano en la noche que duerme...In the hand in the night that sleeps
Que duerme que duerme azul azul...That sleeps that sleeps blue blue
El ojo el ojo se mira...The eye the eye looks
El...The
Ojo...Eye
Azul...Blue
Donde la apariencia se cree verdadera...Where the appearance is believed to be true
Donde la experiencia certera lo niega...Where the accurate experience denies it
Cuando la añoranza espera esperando...When the yearning waits waiting
Cuando la templanza flaca flaquea...When the thin temperance grows weak
En la almohada menos azul...In the pillow less blue
En la noche menos negra...In the night less black
En la consciencia menos vana...In the consciousness less empty
En la esperanza menos inmunda...In the hope less dirty
Azul sabe que el ojo no es...Blue knows that the eye is not
El espejo azul que lo refleja....The blue mirror that reflects it.
Todos los derechos de „The Blue Eye (Bilingüe Español-Inglés).“ pertenecen a su autor (Joel Fortunato Reyes Pérez).
Ha sido publicado en e-Stories.org a solicitud de Joel Fortunato Reyes Pérez
Publicado en e-Stories.org el 09.07.2016
¿Dónde la ola que me ha de llevar?©
En ese oscuro mar pintado
por reflejos de nostalgias
donde poso la mano
que ni siente ni acaricia,
donde la mirada se pierde
engañada por una ola que no llega,
y donde una gaviota, como huyendo,
va dejando la paz estremecida.
En ese mar de llantos
otrora espejo de eternas promesas
bendecidas por el amor
derramado frente a él;
donde un marinero mira
con ojos cerrados viendo
la mar que fue,
esa donde siempre quiso estar.
A este mar cerrado
que ha perdido su horizonte,
al que la brisa ya no acompaña
y el azul, acunado por Morfeo,
a olvidado salir abrazado a su mañana;
a este mar cerrado vestido de eternidad
y que ya no escucha,
pregunto desde el lodazal de la miseria…
¿Dónde la ola que me ha de llevar?
©Jpellicer2013
Animadversión vivaz
Animadversión vivaz
Eres dolor
tienes memoria
arrastras el futuro
sin pasado ahora.
En las humedades
De aquél, lago humeante
las ausencias solas.
Del mar y no desierto.
Desencanto tocado silencio.
Dolor eres memoria.
¡Sufro de recordarlo!.
Cordel de plata extinta,
palidez antes de tiempo.
******
Hirviente por la tierra el ardor agriétese
a los que no contar en vida lloraron
y que nunca hemos de ver acaso
porque atérranos desvanecer su recuerdo
agreste queriendo su ignorancia ocultar
al mundo como el mal ha sido
de afectos indefensos faltos de voz
del desconsuelo triste aflicción.
******
¿Porqué ahora, es tan malo hacer el bien?
¿Desde cuándo, el mal el éxito fabrica?
¿Habré olvidado el tiempo en que el bien,
no hacía daño?...
¿O es qué he muerto, sin darme cuenta
demasiado de la muerte, que nos abandonó?.
¡En esta vida que ya no es!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Otro mar desconocido
OTRO MAR DESCONOCIDO
Ya llegó el sonido de la paz,
y con él, murmullos que reconcilian,
se escapan querubines,
para mecerse entre los ocres del crepúsculo.
Lejos queda la tristeza, lejos la amargura,
lejos va quedando el pasado
donde un beso –furtivo del desamor-
inventaba otro nuevo día;
marchó el semblante de la duda,
y de él la calma se hizo viva.
Dejo perdida la mirada
en el ocaso del lamento,
pozo negro sin final;
donde la vida, tan ciega como despiadada,
hizo del presente cárcel con barrotes
de sueños imposibles.
Ya las olas me bañan en sutil
caricia para llevarme;
un nuevo mañana me espera
en la profundidad, ahora cálida y azul,
de otro mar desconocido.
(Jpellicer)
Puerto viejo
PUERTO VIEJO
Son a mis barcos tus almas
Las almas adoradas y raíz
De las hojas de tus ramas
En las semillas de mis días
Ayeres de amores y memorias
Bajo suspiros y placeres
Del mar de labios y sonrisas
Del espacio alado
Del corto instante
Del reloj y la arena
Somos tan pasados como nuestro ayer...Tan cercanos como lejanos
Poemas de nuestra vida.
Poemas que nos escriben
Y que nos sueñan bajo
El beso de cada rayo de la luna
Luna que nos dió las noches
De la vida que compartimos!!.
Como barcos, como puertos.
Mares y oceános, agua y viento
Ola sobre ola, mano a mano...
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Avenencia de forastero
AVENENCIA DE FORASTERO
Por allá donde el tren fue corrido,
perturbando al calentamiento excesivo,
del pronóstico nefasto un centímetro,
donde el aire casi muere bajo el mar,
y la distancia muere peregrina.
Ahí dónde se humedece la lluvia,
aunque las erupciones huyan,
y al sol le iluminen sin esfuerzo,
con el trigo que al molino mueve.
Por la raíz donde la esperanza sangra,
y la sombra esculpe al mármol,
con la huellas del último verano,
desentrañando telúrico al destino.
Por allá el mismo proceso atiza el fuego,
que más que humano, angélico perece,
y mece desenterrando una estridente voz,
en la ruindad de pretéritos abrojos rojos,
caminan las pupilas en la opresión impía.
En la conmovedora sencillez insigne.
De la montaña más profunda.
En la periferia de una estrella.
Por el sueño de cada nube.
¡Qué la paz desesperada suda!.
¡Qué la vejez trina cuando nace!.
En el color más joven desempleándose.
¡Avenencia más vieja qué pasmada es abismada!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Acuosas letras
ACUOSAS LETRAS
Sobre las palabras
antes
que pudieran opinar
han sido enmudecidas
en la mansedumbre
del cielo
que se mostraron
en
los
callejones
el agua sigue
evaporándose
lloviendo hombres
con el dardo sutil de una ancha daga
desecada cualquier consciencia
como
arados.
¡Ausentes de cristales!.
Presentes de ventanas,
techos de viento.
¡Pisos de sangre!.
En
su
figura sonido aturdido.
¡Manantial de silencios!.
Epígrafe de lagos
profusa sequía
en la fugitiva pincelada
dónde se inundan lapidarias
las mínimas palabras
lloviendo
lumbres, hombres, cadenas,
hasta
las
alturas del más allá,
donde...
El agua. Sigue, sigue.
La
vestidura
sobre las nubes.
¡Palabras, palabras, palabras!.
Las
únicas libres
son...
De aquiescencia servil.
De conspicuo halago.
De desalbardar acoquinando.
¡Sin freno, sin falta!.
Apagándose,
en las calles,
en los techos,
en las mesas,
en los platos,
con
las miradas, vacías,
el aliento carniseco,
blandiéndose famélico,
por
éso, ésto y aquéllo,
en cualquier parte,
del musgo,
avanzando,
en
la espesura
ellos
con
los escritorios mutantes,
los fúnebres escolios,
en el amasijo de escombros,
asombros y fragmentos.
Lágrimas,
desposadas con las tintas,
del suelo en sangre,
del aire clandestino,
del lacayesco ofidio.
Palabras,
del clamar.
¡Aflicción y plañido!.
Mar y río.
¡Luctuoso sollozo!.
Por el fango del viento,
lastimero latido,
son
sólo palabras,
enrarecidas,
desdichadamente.
¡Tímidas!.
Con porfía arrastradas,
de la cerrazón,
empecinada,
incomprensión,
enlagrimadas, impotentes, desarmadas
entarifadas. ¡Sí protestan!.
Embalsamadas. ¡Sí piensan!.
Encenizadas. ¡Sí hablan!.
Letras. ¡Líquidas y acuáticas!.
Ahogadas. ¡En la tropelía y la filfa!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Oda al olvido
ODA AL OLVIDO
Ya
No recuerdo... ¿Dónde estás?.
No recuerdo
cuando
nací
fuera del tiempo
del polvo donde estabas
del pantano
que corta
corriendo
los años
en la piel
arrugada, de los libros
no leídos, entre las arenas
del desierto de la niebla
sal y abeja
mar y miel
lejanos, añejos, vinagres
luchando sin bandera
fuiste
vestido de pasado
seco, desangrado, borrado,
alegre al frente, de espaldas.
Te escondiste
en el blanco pelo en blanco
como pétalo, perdido, seco,
temible en la frescura
del reloj
de arena que rebrota, fuego,
de la ceniza, en fragmentos,
de obscuridad teñida
en el molino cruel
de la historia indefensa
sepultando
lo más exquisito
del dolor
recién lavado
en la noche
que sacude las estrellas
de corbata y aplausos
con monedas y billetes
y nebulosas y balas.
Te vuelvo a encontrar
perdido
en las esquinas
de rodillas
lágrimas rodando
en la sangre de nubes
que pesan, espesas,
pesadas, que no pasan
ni se secan
solo
esperan
la escritura de la verdad
del sueño imposible
en el aire inmóvil
de las campanas que callan
de los lutos decorados
sumergidos en las islas
de las lápidas del fracaso.
Olvido olvidarte
cuando
no quiero
aceptar el fruto
del futuro en el pasado
de herradura y cicatriz
de telarañas repetidas, perennes
en el polvo, las cenizas, el viento
en los latidos salvajes
de la espina
solitaria
extraviada
dulce y débil, dolor negado
en la punta de cada retina
de tanta ventana rota.
Dime, olvido, acaso,
me he olvidado a mi mismo, recordándote,
Qué sería del silencio!... Sin escucharlo.
Encadenado
a las cosas.
Sin esperanza.
Del regreso.
Del tiempo azul.
En el cielo invisible, incierto, borrado.
En la gris memoria que lo alimenta yerta...
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
ONDAS MUERTAS
En la sombra debajo de tierra,
donde nunca llegó la mirada,
se deslizan en curso infinito
silenciosas corrientes de agua.
Las primeras, al fin, sorprendidas,
por el hierro que rocas taladra,
en inmenso penacho de espumas
hervorosas y límpidas saltan.
Mas las otras, en densa tiniebla,
retorciéndose siempre resbalan,
sin hallar la salida que buscan,
a perpetuo correr condenadas.
A la mar se encaminan los ríos,
y en su espejo movible de plata,
van copiando los astros del cielo
o los pálidos tintes del alba:
ellos tienen cendales de flores,
en su seno las ninfas se bañan,
fecundizan los fértiles valles,
y sus ondas son de agua que canta.
En la fuente de mármoles níveos,
juguetona y traviesa es el agua,
como niña que en regio palacio
sus collares de perlas desgrana;
ya cual flecha bruñida se eleva,
ya en abierto abanico se alza,
de diamantes salpica las hojas
o se duerme cantando en voz baja.
En el mar soberano las olas
los peñascos abruptos asaltan;
al moverse, la tierra conmueven
y en tumulto los cielos escalan.
Allí es vida y es fuerza invencible,
allí es reina colérica el agua,
como igual con los cielos combate
y con dioses y monstruos batalla.
¡Cuán distinta la negra corriente
a perpetua prisión condenada,
la que vive debajo de tierra
do ni yertos cadáveres bajan!
¡La que nunca la luz ha sentido,
la que nunca solloza ni canta,
esa muda que nadie conoce,
esa ciega que tienen esclava!
Como ella, de nadie sabidas,
como ella, de sombras cercadas,
sois vosotras también, las oscuras
silenciosas corrientes de mi alma.
¿Quién jamás conoció vuestro curso?
¡Nadie a veros benévolo baja!
¡Y muy hondo, muy hondo se extienden
vuestras olas cautivas que callan!
!Y si paso os abrieran, saldríais,
como chorro bullente de agua,
que en columna rabiosa de espuma
sobre pinos y cedros se alza!
Pero nunca jamás, prisioneras,
sentiréis de la luz la mirada:
¡seguid siempre rodando en la sombra,
silenciosas corrientes del alma!