De perlas y corales, la playa de mi corazón, Se ha vuelto a cubrir, Un rumor de olas esperado, con el viento Llega y el alma se me agita…
Esperando que de ese verde mar, color De la esperanza, Aparezcas tú como un chorro de agua dulce, Para saciar mi sed de espera.
Todo puede suceder cuando la magia del amor, tiende su vara y guarda, Los secretos en la sonrisa de la luna, Trocando en alegrías las tristezas.
Tú que me has pintado azul el horizonte y Quitado las espinas del camino, Tú la vida en tus poemas me has devuelto y Ya te quiero mía, aunque nunca lo serás.
Mar y distancia de mis brazos te separan, mas Como nada hay imposible para el amor, A tu encuentro ha marchado, llevándote mi voz Mis caricias y mis versos.
A veces me pregunto Si tú sentirás la tarde tal como la siento yo Reclinando sus alas, envolviendo al viento Con ese olor a verde que desde la sabana trae.
Mas mi sino me vuelca a la mar Al espejismo azul, entre sirenas y caracolas A esas crispadas olas prestas a devorar todo Para volver olvido lo vivido.
Mi amor marinero se quedó dormido Bogando en una gabarra, acariciando la brisa Con la intemperancia del tiempo Entre el ocaso y las alas de las mariposas.
Cierra los ojos, aguza el olfato, extiende las manos y toca La textura y el olor de esta tarde Encuentra los misterios allí encerrados Tal vez, digo, tal vez… me encuentres a mí.
Sin la luz de tu presencia Las horas son más largas y la vida me es más corta No me sacian los placeres Ni me alegran los quehaceres…
En esta primavera de ramas secas y orquídeas rotas Ya nadie me pregunta por ti Sólo el viento indolente me devuelve heridas… Las hojas secas, que alguna vez fueron versos dedicados a ti.
Las lágrimas amargas que del cielo caen Duelen… Duelen como cuando se quiebra el alma… en esas noches frías Que en vez de sus rayos de plata, la luna, clava cuchillos y mata…
¡Ay hombre!... Siempre fragante de miel y de trigo, De manos abiertas y corazón valiente ¡Han muerto tus adentros y tus alegrías!... ¿Y las mariposas?... eran rosas, y pétalo a pétalo se alejaron de ti.
En esta tarde de invierno gris, si pudiera Quisiera abrigarme en la calidez de tus senos… Beber de tus labios, embriagadora bebida que tu boca me diera ¡Y luego, en tus brazos… adormecerme para siempre!
Aquel día que cruzáramos miradas El corazón se nos salió del pecho Y fue un sentimiento noble Tratando de alcanzar el cielo.
Sin siquiera haber sentido La pulcra seda de tus manos Floreció este amor desenfrenado Clavándose en mi pecho y en tus senos.
Y nos quedamos en silencio Dándole tiempo al tiempo por ver lo que pasaba Te alejaste de mis ojos, vida Y ahora que te encuentro, ya estás comprometida.
Yo guardé mi voz anochecida de espera Tú mirabas en silencio, dices, mi sonrisa en las estrellas Yo esperaba que volvieras al claror de la mañana Callada tú, enterrabas mi recuerdo y mi mirada.
Amor, no sé qué bicho, en la cabeza te picó Porque eso de andar preguntando Que si te quiero o te he dejado de querer Es insanía que alguien siniestro sembró En el más limpio de los corazones Que para mí suerte, me ama a muerte.
Y como no habría de quererte mujer si tú eres la luz que inunda mis días la fuente que calma mi sed la estrella que Dios me dio y no preguntes cuanto ni como te amo, con que lo sepas... te basta.
Llénate de alegría y esboza tu mejor sonrisa que tu cara refleje mi amor... mata la envidia con tu mirada y entiérrala lejos de tu corazón. Tú: mi cielo y mi reino Yo: tu penitente esclavo. y qué?
Al no hallarte sobre la tierra Y sabiendo que mi amor buscabas En un mundo mágico te busqué Abriendo camino entre ninfas y elfos… Cabalgando sobre un unicornio En un inmenso llano, allí te divisé…
Tus cabellos de oro echados al viento Tu mirada profunda como el cielo Tu cuerpo perfecto cual Venus del Olimpo, Llenaron el espacio de magia… De luz y color, desaparecieron mis penas Y de ti me enamoré.
Se esfumaron los cenagales Y todo fue verde como mis esperanzas. bajó el trote el mitológico unicornio Y al acercarte… ¡sólo tu sonrisa brillaba! Iluminando este mí extraño mundo Donde ahora moramos los dos.
¿Hasta dónde el querer es tormento? Porque este tormento de querer, ya me pesaba. Cuando me hablaste, oí cantar al zenzontle Sus asombrosos cantares al alba, Y a tu lado fui, un turpial enjaulado Trocando un amargo llanto, en alegre canto.
Delalma 30/12/2012 11:01:09 p.m.
tratando de salir del oscurantismo en el que una pena muy grande me había sumido. Gracias por leer.
¿Qué será de mí… de ti Cuando nuestros labios amanezcan Mustios de amor y deseo Después de haber amado la noche entera?
Amanecer con la piel fría y el alma rota Ardiendo el fuego aun a nuestro lado Y el bálsamo de las caricias que lo curan todo… Pero no a nosotros.
Porque no somos nosotros los que estamos juntos Los que en pasión desenfrenada cada noche Entregamos todo a quién nos acompaña A la amante o el amante que la soledad nos trajo.
Y arropado en lágrimas de vil despojo nuestro sentir vuela En busca del sentimiento que se quedó esperando Atrapado en ramas secas, por lo que nunca debió ser. Al vino y al cigarro vuelvo yo… ¿Y tú que harás?
Si, amaneció en mi cama otra mujer… Pero sentí el mármol frío en sus ardientes besos Ni amor, ni gozo; tan sólo… una noche más perdida Porque yo sigo soñando contigo… ¿Y tú que harás?
Ella tiene… a ver como lo digo… ¡Un carácter muy especial! Y me gusta porque me trae, de lugares Lejanos y extraños, a donde a veces Mi mente suele escapar y errática vagar.
Ella tiene la virtud de ser un día menor que yo Pero con veinte años de diferencia, Diferencia que en mis brazos compensa Con madurez, con mimosas palabras de amor Con su calor, su entrega y ternura.
A Dios agradezco el haberme dado, Un amor tan grande como el de Alejandra Ella ha llenado mi vida de profundas emociones, Así como de alegrías y temores, porque no sé lo que haría Si un día, por infortunio, me llegara a faltar.
Cada día que pasa, ella, compulsa mi asombro Pues entre ella y el día, ya no sé lo que es mejor ¡Ansioso espero la hora de su despertar Me hable, me mire y ría conmigo… Ella es, un manantial de frescura y verdad!
Hasta dormida me ve y sueña conmigo Dice mi nombre y en su carita de niña Se dibuja dulce una sonrisa, aprieta mi mano y se vuelve a dormir… ¡Inclusive dormida me sabe conquistar!
Y yo… velando sus sueños Enjugo lágrimas de felicidad… Porque no hago más que verla y amarla Tocarla y besarla quedito, para comprobar Que no es sólo un sueño, que todo es verdad.
De vez en cuando me mira y me besa Me abraza y se acurruca en mi pecho Hago que no la veo, pero sospecha, y sonríe… Se abraza a mi cuello, me muerde la oreja Y la historia vuelve a empezar...
Eres como la sal del mar enfurecido Provisto de la fuerza del Armagedón Que amaina las tormentas y huracanes de mi alma Devolviéndole a mí pecho la pasión
Eres sal y eres vida Eres gusto y eres mies Eres fuente de agua viva, De Ríos de azúcar pa’ beber
Quiero hacerte mío Probar la esencia de tu ser Robarte el aliento con un beso Mientras el falo descubre a su laurel
Tienes azúcar en los labios, en el cuello y en la piel Hagamos el amor esta noche Mientras el viento nos susurra al oído Y la noche nos cobija en desnudes
Vengo a entregarte mi cuerpo ingenuo Y el secreto guardado en el orbe Adornado de botones de rosas En medio del fuego que mi piel absorbe
Voy a perderme en tu aroma Entre tus brazos, tus piernas y tu sabor para enseñarte la virginidad de las selvas desconocidas en juegos de Sal y azúcar… de fuego, sexo, piel y pasión
auris de "PARA TI MÍ COLIBRÍ"
Perdonen amigos, hoy no me siento a gusto para comentar. Gracias.