Con la misma avidez de un sediento Voy a beber de tu amor… hasta saciar mis deseos… Hurgando en los límites de tu cuerpo Hasta el último de tus suspiros.
Voy a besar tu espalda con ardor Hasta ver brotar cada letra de mí nombre Como rojos botones de claveles prendidos En la magna blancura de tu piel encendida.
Pero no me hagas caso, aun no quiero verte excitada Entornado tus ojos bonitos o mordiéndote las uñas Tranquila, que todo a su momento llega Es sólo que digo, lo que pronto va a acontecer.
Cerraré la alcoba para amanecer contigo Sobre sábanas blancas que hendirás con tus senos Ese tiempo vendrá entregándonos todo… El tiempo aquel, cuando no nos tuvimos.
Con cada gemido que des Tu aliento será fuego quemando mi piel Y en estertores de muerte con mis brazos te apresaré Y te haré regresar a la vida, al amor y al placer.
Cierra ya la boca… no me escuches… Son tonterías que se me ocurren decirte Porque cuando llegue el momento…. Ni lo pensado se parecerá… ¡no te rías bebé!