Por ser virtualidad...
En
El
Abanico cerrado abre los puños.
Ay, ¿Dónde está?, ay, ¿Dónde fue?.
Hurgando...En la mirada que niega,
los caminos de la sandalia olvidados.
¡Golpeando al respaldo!.
___¿Dónde, dónde?___
¡La muerte viste la vida embiste!.
...Los verdes amarillos se han secado...
¡Al margen del vapor!.
¡Qué nunca pudo ser hielo!.
Por el dormir.
¡Anónimo a los sueños!.
¿Sabrá acaso el viento?.
Ya se ven.
Ya se ven...Por ser, por ser virtualidad.
En
El
agua, tomados de la mano...
Aliento, lágrima, suspiro, sonrisa,
destreza manual, caridad candor,
lealtad decepcionada ganancia,
temporal, fondo y fachada... ¡Íntima cáscara!.
¿Sabrá también de ésto?.
¡Oh, el viento!.
¡Del infortunio, hermano pobreza viva!.
De la inmensidad velas fecundas.
Ay, la luz ya teje, ay, su sombra.
Labran los latidos sus vocablos.
Los desfiladeros en las praderas.
¡Semillas a veces, sólo a veces!.
Peces palomas lagos lámparas,
primordial escurrirse sesgado,
floreo antinomia incompatible.
Cuando...¿Hasta cuándo'.
Propicia la corriente, salte, lejano al campo.
¡Cuándo el clima se lamente de la soledad,
cada ausencia sembrando al tiempo virtual!.
Virtual, virtualidad del ser, siendo solo.
Los caminos del abismo fácil.
Y de acunar de la sombra la estela...
Ay, ¿Dónde fue?, ay, ¿Dónde está?.
La mirada del viento entre la brisa.
Ay, la luz ya teje, ay, su sombra.
...En la esperanza qué se repite cruel...
¡Virtualidad!... Solo por ser virtual.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez