Es la voz de la esperanza La que sembrada en mi garganta canta Que nuevos tiempos de amor vendrán Remozando los valles ahora yertos De tu joven corazón aprisionado En la pronta ambarina hojarasca Que mis versos dejaran en tu alma.
Pajarillo, rojo y amarillo, los azules años Se fueron con premura, con un afán Que ni siquiera el viento lleva Arrancándote de golpe la inocencia Dejando el estigma en tu cuerpo ¡De no ser más, niña virtuosa! Como si eso, a alguien le importara.