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E.S.T.R.O.B.O.S.C.O.P.I.O.
Mi compañía se fue, con la triste soledad sola. Sola ola… ¡Hola,ayer!. Ya nada, en el ínfimo todo, éso, de allá, acá, del sueño, señuelo, asolado, lunar.
Nada y nada, ahogada, agua. En la última humedad fogosa. En la primera sequía perenne.
Exclaman, las deidades tiernas, en la enorme profundidad filosa. ¡Que apresa, cosas, vivas, voraz!. Incienso enmudecido santuario. ¡Turbado naufragio del viento!. Firme, territorio, hecho luz, ciega venganza del sordo, sonido, amarillo, que maldice, al submundo del murmullo. ¡Asesor de la bendita serpiente!.
Mi compañía su soledad teje, los cabellos del aire inmóvil, hecho más que excesivo, donde hay menos que poco.
¡Míralo, mímalo, mécelo!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Oda Mortal
Canto. Sin lira. Transparente Píndaro. ¿Qué duele?. Ya sin cuerpo. El polvo con el viento nada. ¡Es maravilloso!. No pedir perdón, no. Desear ni al deseo mismo. Con la vida yerta ni el paraíso. A fuerza.
Injusto paga él. ¡Qué sufre sin culpa!. ¿Hay injusticia más grande?. No deseo ni esa justicia, Ni ése perdón ofrecido. ¿Es justo que alguien me despoje de mis culpas?. No, no, tampoco esto ni lo otro. Solo deseo, solo deseo. Muerte absoluta, perfecta, completa. ¡Eternidad sin mí!. Si soy algo, polvo en la historia. ¡Más qué ignorancia!. ¡Más allá del más allá!. Dime, Píndaro. ¿Qué duele sin cuerpo?.
Y a ti. Oda: ¿Qué, qué?... ¿Temes vivir?. Oda implacable. ¿Crees en ésto, tu fin?. Oda del camino circular. Hoy como nunca nadie te escribe. Nadie te quiere, nadie te lee. ¡Si te escribo, es porque nadie dirige esta pluma!. Bien sabes. ¡Qué estoy en todas partes!. En ese lugar.
Antes de la primera palabra. ¡Sin luz ni obscuridad!. ¿Acaso, Oda, hay quién lo entienda?. Nadie juzga, nadie perdona, nadie comprende. Y nadie ahora te escribe te quiere. Porque nadie puede. Desear no desear. ¡Y lo hace!... ¡Vaya que sí!.
Oda, oda... Donde vayas no te me escapas. Tengo la vida, de nadie, en mis manos. ¿Dónde podrás esconderte?. Nadie está detrás de ésta tinta. ¡En opinión docta, solo polvo, polvo solo!. Pero nadie ama el polvo, y nadie ahora te escribe. Oda... ¿Qué temes?. ¿Lo sabe Píndaro, Tánatos, Caos, Voltaire, Cronos?. ¿Lo sabe alguien qué está en la nada?. Nadie puede saberlo. ¡Pregúntale a él!.
Porque nadie te escribe, nadie te quiere. Nadie te lee, nadie te comprende. ¡Oda mortal nadie te ama!. Y nadie puede todo. Y nadie ya logró no desear nada, ni a sí, ni a ti.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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INVIERNO (soneto) ...Miguel Angel Asturias Poeta Guatemalteco (1899-1974)
Premio Nobel de Literatura 1967, fué narrador, dramaturgo, periodista y diplomático. Obras famosas: Hombres de maíz y El Señor Presidente.
INVIERNO
En rodillas de viento galgo y huella fui tras de ti, mujer en mi presencia transportada por ágil luz de estrella de sentido en sentido hasta la ausencia. Atravesaste, amor, los egoísmos que en sílice de lágrimas desvelo yuxtaponiendo abismos sobre abismos en mi insoluble soledad de hielo. La gran araña de la lluvia teje con agua y viento telarañas móviles ¿qué mañana serán cuando despeje? Superficies de vidrio sin quebranto, como serán mis ojos cuando inmóviles hayan llorado ya todo su llanto.
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Poeta
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