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¡Late y resuena, Lázaro corazón! ¡No te calles, ante el amor esquivo! ¡Que este desamor te mantenga vivo! ¡Que no te silencie la fría razón!
Late, por los siglos de los siglos, ... y se mi motor
No, ¡jamás te estanques!: .. eso me lo debes
¡Haz que sean mis sueños, lo que me sucede!
¡¡Quémame, y a mis fríos, con él, tu calor!!
Hazme el gran favor: crece a mis simientes ¡llévame al frente! .. árdeme en amor
¡¡Que sea tu fulgor, tan resplandeciente, el que a todo ciegue!! .. menos a quien soy
Late corazón, ¡resucita y anda!
¡Despierta a mi alma! ¡¡y dile a la razón, que en el fondo soy, más, por tus latidos que por lo que vivo desde su fervor!!
Corre, no te canses... ¡súbeme a tus andes!
¡¡Llévame en tu talle a la cima!! ¡¡hoy!! .. y báñame de amor
Y que el silencio calle ante tí, por grande, como El Gran Señor
SafeCreative #2010305757705
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Poeta
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F.R.A.G.M.E.N.T.A.R.I.A.
La vida por su muerte amada del verde en la ceniza fragante frágil fragmento fragoso. ¡Totalidad!. De una astilla fracción eterna ambos.
Donde... Pasa la lluvia sin inmutarse, la estatua de la tarde, oxidada por el eclipse, que rescata la memoria, que reside sobre el viento, que pasa, se agranda, y se alarga, en las gotas si se tuercen, en las botas si se escogen, en el corazón de una cereza, en la minúscula manzana.
Como las burbujas andando. Resbalando el presente, arrastrando el pasado, futuro del humo, inclinado, en sí mismo, encendiendo obscuridades, despiadada luz, devorando, chispas.
Porqué... Pasa, pasa y pesa. Como el pez con red las uvas, y el espejo caza el reflejo. ¡Qué pregunta a la sombra furtiva!. ¿Porqué se aferra, luminosa?. En la luz cuando reposa. Allá por donde el tiempo flota, y el instante arrastra sus pies, lento, y nada quiere saber, de las sandalias gastadas, ni de las piedras heridas, ni de las nubes yertas, ni del bastón del camino.
¡Paralítico!.
Porqué en la tormenta se nace viejo. con la tristeza en paraguas. por el cielo envenenado. por el suelo inundado. por las ausencias. olvidadas.
En los abismos, del alma sola.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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QUIZÁ QUISE QUIETUD
Por mover ese silencio entre las ramas, de las nubes cinceladas en el pecho, en el aliento de las flores secas, por las virtudes en claras ruinas.
Entre los versos y vasos blancos, entre los cielos y tierra dura, entre los pasos y puente blando, entre los peces y monte rosa.
Quizá son lágrimas de hielo. Quizá quise acariciar el fuego. Quizá quise quietud en el océano.
Quizá quizá, el mármol está marchito. Quizá quise verlo viviendo. Quizá quise quietud ante la muerte.
*** PORQUE ***
Por el espinoso violáceo danzan tristes arroyos que al mirar los bosques van dibujando melodías y esmeraldas, donde la luna tejió unos perfumes dorados. Y en ese querer perdí mi muerte postrera viviendo.
Quizá quise quietud, estando muriendo demasiado. ¡Quizá, quizá, viviendo demasiado!. Quise querer como se debe a la vida. Quise quietud como se debe en la muerte. Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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