Olvido no vayas
Sé que mucho quieres, aunque más olvides.
¡El mensaje del inédito lenguaje!.
Cada día más lejano, de conflictos vitales.
Sin pensar interrumpir al tierno olvido.
En el mejor momento del día.
Y en el mejor lugar del alma.
Donde cada vez los relojes.
¡Menos los siglos cuentan.!
En la palabra mágica del gesto.
¡Que nos encuentra sufriendo!.
Sin comprender el porqué.
Sé que vives aunque no estés. ¡En la memoria!.
Cultivando al olvido,
respetuoso y sincero.
¡Donde la memoria vive solo!.
Y tal vez sea...Cognoscitivo anhelo.
El único que se tenga a mano.
¡Impreso en la incertidumbre!.
En aquélla parte de la historia que no fue.
En el ahora uliginoso ultimátum...
¡De respuestas claras y cortas!.
__¡Olvido no vayas tan rápido!__
En lo rojo de la sangre que se hunde
vencejo venerable.
En el aire de los alientos limitados,
sublime profundidad.
Siempre estás.
Compañero.
Firme del ayer, en el hoy volátil.
Única pausa,
de la vida...No te vayas a olvidar de la muerte.
Si así tiene que ser.
El rencor. dibújalo en la noche.
En el humo sin fuego invernal.
Porqué
Sé que ya estarás siempre conmigo.
En ti.
De vuelta. Sí, de vuelta, al sol.
Leyendo la leyenda.
En cada hoja de vida, del árbol, del libro.
Infinito, recuerdolvido tejiendo una memoria.
No te vayas,
a olvidar de la vida. Te lo pido.
Me lo dices, muerte, ahora que escuchas,
el vacío punzante.
Sí así tiene que ser...
En las flores de la agonía.
En los pétalos de apraxia.
En las raíces desconocidas.
Que así sea.
Siempre viviremos.
Y naceremos,
en el tiempo,
en cada ayer,
del mañana que no cambia.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez