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Na vida tudo depende, de como você se vende, se prende, se rende ou entende.
A.J. Cardiais 05.12.2015
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Poeta
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ODA AL ASOMBRO
Aquí allá en cualquier parte.
Se vende se cosecha resucitando intempestivo. Perdidas las sombras en la arboleda infernal tortura las noches han visto el tiempo andando en el reloj invisible la paz agonizante dentro de las campanas mudas las espigas del campo desangrado de amarillo gastado por el aplauso duro del esqueleto durable del trino en la corriente con asombro del silencio.
Flotando fúnebre metal con sus semillas vanas coléricas en la sangre del viento por las calles desoladas, temerosas, secas, de los apellidos que las miran viudas, huérfanos, multiplicados.
Asombrados los relámpagos el fuego pulen con abanicos de lodo de lado a lado quieren conversar embalsamados con espinas repetidas perforados destrozados muchos en las esquinas con guantes que ya no aguantan las estatuas que ríen que encubren que oprimen al corazón de la intemperie indefensa y desarmada la luz envejece por tanta vela inútil que solo nadie ve ciego muerto en el mar muerto.
Ahí donde la sorpresa solo duele repetida por el pueblo que sacude al vestir a cada una con el recuerdo con la esperanza quebrada furiosa callando cotidiana como ancla en la piedra en la vida de la luz cercenada.
Asombro...¡Oh, asombro! ¿Qué sería sin ti? Bebiendo la inquietud que mata tranquila indiferente fría de un lado a otro escribiendo al sombrero de la sombra que sobra sobre la obscuridad sobria debiendo estremecerse en las hojas de mil libros de la vida hecha añicos fragantes fragmentos frágiles del impacto adormecidos conmigo contigo con muchos a veces ninguno te evoca al día siguiente tan cotidiano te han hecho negocio...¡Asombroso!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ÁSPERAS PÉRDIDAS
Son, en la espuma de la sombra, donde, donde, donde, la noche duerme, al sol, entre los brazos.
Del tiempo quieto que teje al aire, nubes deshaciendo lágrimas sepultando, donde la memoria seca el juicio, del humo que al vicio empuña, donde la consciencia enferma. ¡Ásperas pérdidas, ásperas pérdidas!.Allá. Donde el desaliento está___ ¡Vendiendo males!. Allá Donde la miseria está____¡Comprando bienes!.
¡Pérdidas!. Porqué... En las desnudas montañas, el vacío feroz encierra el suelo. De Trémulo silencio____¡Pálidos embates!. De la nieve____¡Devorando incendios. De la vida___¡Cultivando muertes!. ¡Ásperas!. En esas inmensas luciérnagas, que tejen mil noches en hilos de luz. ¡Ásperas!. Entre las fértiles lunas esmeraldas. Entre las gráciles manos perladas. ¡Pérdidas!. De la esencia de la vida. Alimentándose. La esperanza la noche. ¡Oscureciéndose!. La razón. En la infame codicia. ¡Sin distinguir ni suelo ni cielo, ni pobre corona, ni ricas espinas!.
¡Ásperas, pérdidas, ásperas!. Y luego. Una nube mira, luego por la tarde, que corre, minúsculos opúsculos, ahogados entre, lámparas ciegas. ¡Oh, luciérnagas dormidas!. Ya vienen las noches en faros heridas, las maderas afilando estrellas. ¡Miles de alientos quiebran el firmamento, extinto, de tantas pérdidas, perdido está!. Espera. Extinto. Perdido. En el vientre del horizonte partido. ¡Dónde el bronce desierto tiene sueños huecos!. Empujando las altas esquinas del agua, en lágrimas que exhalan degolladas, esperanzas de moluscos y abanicos.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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INCONEXO E IMPUTRESCIBLE ( Neosurrealista) Entre cientos de palabras la razón, se pierde crucificada con crueldad. ¡Azul sin tiempo de ser verde!. Porqué El amanecer se ha quitado, la noche somnolienta, bañando al sol, las sombras que tocan, las campanas en silencio.Por la ignorancia invadido. Oasis obstinado original. Por la libertad inventada. Máscara mayúscula música. Por la desigualdad aumentada. Vestimenta vidriosa vitoreada. ¡Por el espíritu perdido!. Recostado, en los brotes de las hojas, extraviadas, en la nieve sin otoño, frío desnudo, del calor en trozos rotos, andando, por lo menos, el sol al mediodía.
En la inconsciencia programada y regalada. Fatalidad fervorosa fingida flauta floja. Por el grande contra el pequeño. Por el fuerte contra el débil. Por el armado contra el indefenso. Por el rico contra el pobre. ¡Oh, cenizas de la fraternidad!. Decorando al destino. Inhumano. Salpicando las ventanas, con los hilos vidriosos, del viento envejecido, con la reverencia, verde de una nueva nube. ¡Vestida de ese día!.¡De historia, muerte y cobardía!. Porqué El alma se ha enfermado. Y la compasión se ha evaporado. Y la magnanimidad es un sueño. Y la bondad se vende, se fabrica. Y la benevolencia se anuncia. Por imaginarlo inconexo. Por creerlo imputrescible. Donde. La nueva obscuridad camina, por la piel de la consciencia, ciega, de espaldas, arrodillada. En Este futuro. Excelso excéntrico. Expedicionario exterminio. Extravagante extremo extravío. Productor de ausencias puras. ¡Productor de ausencias puras!. Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Transmutación (Texto Neosurrealista)
Agua en la Tierra Con El Apasionado aliento Fecundó la espuma con un rayo ilusionado suave vuelo en gotas la fruta salió del paraíso... Hecha vida, dueña de su pasado en el corazón de una manzana...
Debido a la larga historia, de cambios inútiles, de sospechas inducidas, con el efecto de la mejor evidencia disponible, de sublimar los placeres, forjando del quebranto, las cadenas de la mísera existencia, por el cetro sangriento, que partió el tiempo, miles de veces, urdidos por ebrios días ¡Siervo de fuera, tirano por dentro!... Más allá de la letalidad tortuosa, con el apoyo de las peores substancias, peligrosas al planeta, intimidado.
Porqué...
El mar silencio se desnudó los pies de arena en la mirada del cristal sonriente.
Sin mucho éxito, demostrando la incapacidad para aceptar los errores, y cambiarlos a tiempo, por el infame trato dado a los ferrocarriles, en el campo de la inexperiencia, arremetiendo con vigor, a la efervescencia perjudicial, del desprecio del hogar y la familia, del dinero antiesclavista, de los piadosos pisos y paredes, de las sinceras sillas y mesas, de alegres vasos relucientes, goteando velas, en el tímido candelabro abandonado.
Porqué...
La escalera fue subiendo el secreto en los talones amarillos del otoño pasado en la nieve.
Por la intimidación y violencia de los pinos, en los caminos indefensos, en los clavos traidores de las puertas, sepultando los agravios en las nubes, con el remedio de la lluvia en la luna creciente, y la opinión de la arena, sobre el alza de las tarifas, en busca del tiempo perdido, en las semillas y raíz de la ética manufacturada... Del docto mandril del edicto brillante, y dorado, después de muchos siglos, de transitar por la vergüenza del pensar libre...
Colgando al aire del polvo conocido por la lluvia del cristal tembloroso y la herida letra...
En el libro más común, de los minutos de edad más avanzada, fabricando nebulosas con los huesos y los huecos, situados a gran distancia, de la propia luz perdida, con las figuras de las palabras, ocultas, engañosas,de las jaquecas, y la miopía del cepillo, infrarrojo y respirando. parciales, que se compran en la esquina, de las paralelas flexionadas, con el mimetismo, y el camuflaje del perdón tridimensional, y el olfato del zapato, que se aleja espeso, por el amarillo Por la ley de la desgracia envenenada la consciencia la piel del alma muere con la esencia perdida... ¡Del espíritu hecho piedra!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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HERENCIA DEL OLVIDO (Neosurrealista)
Ahí. ¡Oh, memoria! hecha de mares e islas de sueños huracanados en ruinas de tiempo ¡Imperio!. De manecillas sin reloj.
En el último punto, donde la intencionalidad pierde énfasis, porque estaba equivocado, al ver la progresión de la variables, en los sentimientos excesivamente largos, de las afirmaciones descuidadas, más escalonadas que las olas en el centro de una burbuja, en los amores irrigados, negociados, con el mayor interés en el salario de la noche, en las cumbres de las colinas dónde la caza es menor... A pesar del intercambio de información, en la desembocadura del río, como consecuencia de los rumores que se habían extendido sobre las casas de madera anhelando recordarlos...
¡Dónde se mezclan relámpagos de seda!. ¡Dónde no importa el dolor padecido!. Por dormir púrpura, la mitad de la noche ¡Qué embellece todo lo lejano!. Y contempla calendarios perdidos.
Al borde de un bajío, una línea de pedruscos discurre, tímida, sufriendo por las miles de especies de animales y vegetales, desaparecidas las regaderas y lavabos, en las pensiones ruines más agitadas del barrio, con la ansiedad de terminar con la riqueza, y la necesidad de mantener la violencia, con sexo, y con muerte, tras muerte bajo luces giratorias , al ritmo de la música, colocando sus anuncios en las ventanas, porqué al igual que los humanos, los orangutanes almacenan grasa cuando la comida es abundante, y tienen huecos alargados de origen volcánico, que son intermitentes por el tiempo desteñido de los besos cristalinos.
¡Oh, cuántas hojas hay!. En el alfabeto de un otoño, de las lluvias acuarteladas, en la espalda relampagueante, de las pisadas entre las nubes.
Por el sonido que se produce por la vibración de los cuerpos, en los conceptos ondulatorios de las pasiones, como una luz de lámpara fugitiva, y el rubor secreto de los nardos y dardos, cuando los dos ocupan posiciones idénticas, en el medio elástico oscilatorio y armónico, con sus campos magnéticos ilusionados, con los tubos fluorescentes, con la emisión de radiaciones núbiles, porque el filamento se fabrica con tungsteno bajo el pecho, y eleva la temperatura, bajo la denominación genérica de circuito impreso, en el alma de un suspiro, que será depositado en dispositivos ligeros y sensibles, aplicando en sus extremos una corriente de amor espeso.
Ahí, donde las mentiras se amotinan banales desoladas, cayendo, heridas, por la breve e iracunda... ¡Verdad violeta del cielo!. ¡Qué de azul tejió la distancia que nunca existió. Eternamente!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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AL RECRUDECER TEMPESTUOSO (Texto Experimental Neosurrealista)
Por el gris que arrastra de la mano al año en la bonanza sangrienta una pesadilla despierta porqué amarillean los verdores secos ecos.
En la parte inferior de la escena, cinco veces repelente, especialmente en aquéllos de mayor autonomía, húmedos, por las tácticas brutales de la pobreza, de las presas y el viento, desprevenidos por el néctar de una polilla, cuando sacaba del polvo al cuervo curvo, en el crecimiento de los huecos olvidados, en la distancia escurridiza, que es el desliz desafiante del margen, en el domicilio de las controversias, con la discreción absoluta de todos los engaños, y la decisión inapelable del cementerio.
¡Al triptongar la tripulación las triquiñuelas triunfales!
En la voz que cubre la ceniza de las noches en la carne de la tierra con el sueño anegado en las raíces devoradas ¡Por la inocencia tierna!.
En los efectos visuales, que deforman la lengua en trance, por el poder portador de las señales, con la bendición de medio litro de sed, sobre cualquier hoja del aire, dónde los problemas tienen un precio razonable, para los panteones plagiados por el estiércol de un caballo, con la corteza de un sauce, en el amargor persuasivo, de cualquier planta o palma, pie o mano, virtud venenosa, siguiendo así la tendencia de los resultados impredecibles, en la repetición más fascinante de todo lo ignorado, y la mezcla complicada que más confunde.
¡Al reverberar la reverencia del revoloteo retrechero!.
Porqué el silencio se ha marchado al cielo desabrido y ocultado entre lámparas de sangre seca la consciencia abundante en el desprecio de la lengua al alma ajena.
Encerrando la verdad, al mundo de la sierra abierta, del bosque, del pasado omitido, en estos años que vencieron a los meses, y dejaron paralíticos los días, en el gran progreso hacia el abismo, con los cambios más espirituales, del plomo en manos del infierno, en los bordados funerarios, del ortoedro virtuoso, acomodado en el cálculo infinitesimal, de una lágrima regular, que ocupa las pocas funciones trascendentes, en la vinculación de los logaritmos con los números imaginarios, en la tangente respuesta, y la secante en los catetos indispuestos, por la tempestad en el plano simétrica... ¡Al recrudecer tempestuoso, de las relaciones, de sucesos aleatorios!
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez .
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Poeta
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ALBANEGA ESFEROIDAL
Porqué Así Se Rehilarían Los Recuerdos.
Cuan risueños están los ruiseñores. Y las señoras en sueños ríen; Ruines. Los ríos irrisorios cantan; Raudos. Los cuencos contando cuentan; Sueños. De cisne en cisne cien cenizas; Albas. Heridos hierros hechos humo; Negado.
¡Pensando que hubimos rehilado sabores!.
En las arenas del cementerio alegre. Porqué la muerte cavó su tumba. En el cielo cubierto de sangre. Por los caminos que la tinta borra. En las palabras por nadie dichas. En el límite dónde el espejo descansa.
¡Cómo si rehiláremos ilusiones nuevas!.
Donde se mastica y entrega__Tiernas ausencias. Donde se traiciona y abandona__Hojas secas. Por cuatro minutos que piden socorro solo. En el cuello de la mirada minada miserable. En el tiempo de la noche ebria embrutecida. Con las culpas que huelen a eclipse en fuga.
¡Esferoidal es... Rehilad las esperanzas albas!.
Por la estatua que cambió de piel persuasiva. En la brisa de la zozobra zarabanda que muda. De cuerpo desplomado botarate en bronce. ¡Qué pronto desgrana y desengaña el olvido!. ¡Qué al agua desnuda y siembra la sombra!. En esta albanega esferoidal... ¿Qué haremos?.
¡Sí. Rehilaos entre los sueños. Sí puedes!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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FRANCO TERNASCO (Neosurrealista)
Calla el lago seco al sapo por el espejo que duerme donde el peine queda calvo Porque...
En el fondo se encontró la punta que había supuesto un territorio yermo, y un evidente desvío de las nubes por los acordeones, lo que dista un poco del desaliño de los pepinos posteriores a los ensayos realistas. Por leer los renglones de frases complicadas, que pensaban que lo cierto era lo contrario. Y nada más, por eludir herir la sensibilidad de las botas, con la palabra paciencia, y los métodos de pescador en sus descansos más cortos.
El caso es que la fruta, es el peor enemigo del metal más implacable, para dar cuenta de las nuevas lunas con las mínimas exigencias creativas, y que hubieran podido causar algún inconveniente a la tímida hora de la vanidad, que tiene por costumbre llamar a los gatos como un gorrión se sorprende frente al espejo. Siendo notable la capacidad para pintar verde al aire, verde al perfume, y verde la pronunciación sincera.
Aunque no se tome muy en serio el asunto de las galerías que forman el subsuelo, y se ensanchen a su vez los conceptos de los cebos y las coles, sin complicaciones y en un estilo llano, con el uso de los recursos formales más alambicados después de correr tras una liebre, y llamar en alta voz al sofá que regresa del trabajo de una manera afectuosa, con la solemne explicación de los bizcochos. Pues claro que hay esperanza, estos son unos ésteres de fósforo que suelen decir que sí, cuando en realidad es un no, y al imprimir las cartas sobre la mesa, los corresponsales afirman recibir señales del teleférico más cercano, especialmente si el olvido se paga con algún sostén para la glándulas ansiosas.
Francamente, la verdura anida en la lectura que ahora realizan sus retinas, intentando comprender la estructura de algunos cuantos disparates vertidos previamente. Pues bien, la situación se muestra cada vez más invisible, y esto lleva necesariamente a reflexionar mucho sobre las diferentes manifestaciones estéticas, y en el depósito de la imaginación que está en huelga, y ha presentado su renuncia por la injuria que los libros le dispensan, y la sarta de mentiras copiando y nombrando personajes de quienes ni tiene la menor idea. Sin embargo, siendo sinceramente joven, es útil recordar que los jugos envasados y esterilizados tienen preocupados a los camarones con treinta gramos de queso añejo, y el producto pasterizado en ángulo recto, por esos sueños de poemas comestibles sobre los factores que modifican la gramática cuando el régimen de lectura es deficiente, y evitan el ácido láctico de estudiar historia con el nombre más comercial obtenido del arroz con mantequilla.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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En verdad fantástica
Donde dueños señuelos sueñan niños, lunares a la luna colocando lupas, diversas zonas luces peregrinas, ignorando del eclipse la corona.
Que no baila obscurecido, y desconoce, de las nubes el sublime canto, y los sentimientos del violín inmortal, y caminar con la muerte y el dolor, y con lo que no esperamos y apenas sabemos.
Vivo porque no vivir espero después, de muerto el cansado aliento, que por una noche muy noche, tal vez no sea obscuridad eterna, ni la luz perdida heridas demande, perdones al polvo que no duele.
No, no... ¡Que no duele, que no duele!. Dicen mil bucles al peñasco que se precipita, como el pájaro armonioso de la brisa fría, que ni desea modificarse en cruda sangre. ¡Apetito apetitoso hambre hambruna!. Y que del hablar llueva lluvia. Y que del soñar camine caminos.
Camiones caninas canciones canicas. Y en los vinos pinos piñas y piñatas, tan ciertas en voz alta, como bajo, el oído que escucha solo al silencio, solo en la seda, y no se vende gritando, como vendaje salvaje, a la ceguera, siendo ciénaga luciérnaga undívaga, la dulce fantasía, sueño salado...
¡El mar cuando no vuela!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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