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BRIBÓN CALIGINOSO
Azotado por las ondas hirvientes la tarde melancólica se mece con penoso duelo al mar llora a la hora de la sombra lenta y el ocaso su crespón levanta.
Valeroso y trepidante un sueño inocuo al flamear esconde dilapidando tartajoso al miedo cobarde y osado.
Ardiendo nubes al último fulgor donde brota el fondo de la tierra y para al sol la gloria fácil con la inminencia que clama calma extinta huracán airado.
Temerario indomable amedrentado cavila en trémulo tugurio próspero dispendio sórdido manirroto y plétora negada.
En el trasluz esclavo espera en la planta espina un pié con el esplendor azul cereza en las montañas vigor vierte su callada historia y digna muerte.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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EL SALMO DEL MISTERIO Autor: Tudor Arghezi Rumania 1880-1967
Seudónimo de Ion Theodorescu, poeta y novelista rumano nacido en Bucharest. En 1896 publicó los primeros versos en la revista de su orientador Alexandru Macedonski, mostrando desde entonces su inclinación por la escuela simbolista. Ingresó como monje en el monasterio Cordeleri y posteriormente vivió en Paris, Suiza e Italia. A su regreso a Rumania en 1916, fue perseguido y encarcelado por su neutralidad política. Su primera publicación 1927 "Palabras adecuadas". Sus escritos contra la autoridad nazi establecida en Rumania durante la segunda guerra mundial, lo llevaron a la cárcel en 1944. En 1965 recibió máximos honores y fue declarado por el gobierno como Poeta Nacional. Esta es versión de Pablo Neruda . "De 44 poetas rumanos" Ed. Losada
Referencias interesantes son... https://www.youtube.com/watch?v=QIhgOEcm2fw https://www.youtube.com/watch?v=2ZUw8N1jBfo https://www.youtube.com/watch?v=W76aKc9oCZg
El salmo del misterio
Oh, tú, la de otro tiempo perdido en los caminos de la tierra! Quién ha puesto tu frente sobre mi alma tomando en ella el sitio de la madre? Mujer en mí esparcida como está la fragancia en una selva porque tu nombre se escribió en el sueño a golpe de hacha se grabó en mí mismo, Tú amarraste mi vida a la canción e hiciste que mis brazos la buscaran en tus manos y sobre tus mejillas.
Como si hubieras sido un brazalete ceñida te llevé a mi pensamiento cuando aspiré a mecer entre mis brazos al hijo de los hombres. Rosa pura, te obstinas en mi cruz con clavos de diamante y en cualquier movimiento pierdes por cada pétalo una estrella. Imán de mis deseos, oh, tú fuente de sed encarnizada, tierra de los rebaños, tierra de las cosechas y las sombras.
Cambiaste mi sendero, lo convertiste en olas sobre el mar que se lleva mi proa solitaria de un abismo a otro abismo. Mis riberas se agrandan en la noche, en las olas crecientes, con tu consentimiento se movió la marea del dolor, y dónde están tus manos para que hagan volver las vías de la luz al aire oscuro? Y dónde están tus dedos para que en mi corona delaten las espinas? Y la cadera acostada en la hierba que las plantas enlazan y escuchan en tus senos el suspiro del amor conquistado en la agonía?
Oh, tú, que cuando cruzas las praderas haces estremecerse los follajes y abrazas lo que encuentras con una red caliente de frescura. Tú que escuchas, sacándote del pecho parte de tu vestido que con el fuego de tu boca besas y tomas con tus manos suavemente el desierto del tiempo atravesado por halcones, arenas y cenizas, a los que el viento entrega una apariencia que no tiene rostro ?
Vas extraviada del mundo y su camino como flecha sin rumbo y se hizo tu belleza sólo para engañarme, Pero, por qué no fuiste vencedora de aquel destino que acechó tu ser, no. supiste crear en su camino aquel odio que lo derribaría. Levanta de la tierra tus orejas! En esta hora nocturna te reclamo para que escuches tú, la inolvidada, mi maldición ardiente!
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Poeta
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Mi planeta no es la tierra, cómoda Pagoda de aguas rancias, universos Sin estrellas ¿para qué verlos?, oda Que ha escrito algún poeta, son dispersos
Los versos que perversos, hieren toda La naturaleza humana, conversos Aquellos que protegen lo que inmersos De maldad no tienen, piedad rapsoda
Del que escribe sin saber, que yanoda Asesina no tiene vida, epoda Repetida, bajo luces de tersos
Campos sin espinas, piedra geoda De colores purpura, bella roda De barcos que salvan, viejos iversos
Por Conrado Augusto Sehmsdorf (Kurt)
[img width=300]http://www.fondosdeescritorio10.com/wp-content/uploads/2010/05/La-tierra-con-luna-llena.jpg[/img]
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Poeta
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ENCUENTRO CON HIROSHIMA Autor: Eugen Jebeleanu Rumania 1911-1991.
Poeta rumano. Licenciado en Leyes por la Universidad de Bucharest. De la generación de escritores surgida entre ambas guerras mundiales, siendo partícipe de la liberación de la República Popular Rumana en 1944. Escribió teatro, poesía, crítica literaria y traducciones, convirtiéndose en baluarte literario contra el nazifascismo; de esta etapa datan sus libros "En la aldea de Sahía","Poemas de lucha y de paz" y "Canciones de la joven floresta". Su poesía de denuncia está compendiada en los volúmenes "Lidice", tragedia del pequeño pueblo checoeslovaco arrasado por la furia nazi, y "La sonrisa de Hiroshima", escrita a raíz de su viaje a dicha ciudad, enviado por la Sociedad de Escritores Rumanos en el décimo aniversario de la trágica fecha. Cantata contra la muerte", "Poema a Cuba" y "SigloXX" hacen parte también de su importante obra. Esta obra es versión de Manuel Serrano Pérez. Editorial Stilograf, 1965.
Encuentro con Hiroshima
a Kaoru Yasui
Tierra, tierra muda. Muda, con la piel quemada, con el cuerpo desnudo, perdón, Hiroshima ... Perdón por cada paso que golpea una herida, abre una cicatriz... Perdón por cada mirada, que -aún acariciando- duele... Perdón por cada palabra que enturbia el aire donde buscas a los niños, los pueblos de criaturas perdidos para siempre. Tumba inexistente... Viento... viento... viento... viento... Y sus voces, apenas resonando ahora, más extinguidas día a día, únicamente en el recuerdo... ¡Oh, cementerios inexistentes... inexistentes...! ¡De quererlos llorar no se les puede estrechar en los brazos, al menos una urna, una tumba tan sólo...!
¿Dónde están tus pequeños, Hiroshima? Quizás en el océano de plata impasible ... Quizás en la infinita bóveda del cielo... O, acaso, en esta misma tierra. que yo piso...
Cada paso que doy lo doy con miedo... Cada palmo de tierra esconde un catafalco... Es como si la tierra que yo piso hubiera dado un grito: -¡Madre...!
¡Oh, concédeme alas, aire de esmalte, para ser leve como tú, ganar altura, y no hollar Con mi paso alguna herida, rasgar, angelical, el cielo con mi ala...!
...Mas, desde sus mil llagas, centelleando, se me acerca Hiroshima, se acerca, se curva dulcemente y me hace señas:
-Te ruego, ven, amigo, y mira lo que fue, y lo que es, y cuenta...
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Poeta
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Para el e-book de Chamuyeros 2010.
Baila con la tierra. El compás del aire cubre su interés. Por viso, la brisa adorna la ruta con halos sinuosos. Color puro, ágil.
Corrientes felices. Riachuelos vivaces. Quejumbre en la boca, penosos plañidos. Carámbanos dóciles. Oscilan susurros en las centenarias rejas del balcón .
Y parte el otoño. Circulan, en paz, las nieves, los lagos de niebla y de luz. Engullen la fobia y crepitan ascuas por el surco horrible del abismo fútil.
El viento la acuna. Le ciñe, sutil, el cinto, tan fuerte, su ansia, tan débil. Gira, trota y rompe en tenaz empuje el talle del prado fiel, redondo, inmóvil.
Danza, luz inútil, horno de la mente de un ser que restringe la vida, el espíritu. En un rayo fósil, situó el humus, volcanes de piedras, torpes sirimiris, turbas misteriosas. Paraísos ciegos.
La música extraña, sigilo inmortal.
Corregido en el foro Metáforas de Diana Gioia. (c) María Teresa Aláez García. Mayte Aláez. Mtiag.Pernelle.
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Poeta
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Inconcebible
Por dentro la sombra me alumbra el ojo sediento en la risa baldía del fulgor de la noche cerrada ningún día se escapa del luto ni el último rayo murmura del placer herido al beberlo.
En tanto un pañuelo machaca una lágrima de cien millares de ausentes alientos en las estrellas perdidos con miedo.
__¡ Ah, riqueza de muerte !. Aquí, allá, entre el aire, la tierra y el agua.
__¡ Oh, esperanza !, tú también eres fantasma perdida.
Perdida, esperanza, fantasma, en la mesa que la soledad habita, por las casas, del vacío, de los miles olvidados ; de lengua en lengua, en la mirada que calla su escarcha hasta el cuello del alma enferma.
¡ No, no !... A la muerte, no lleves tantos, ¿ A dónde se irá tanta vida perdida ? Tan inútilmente, como la pobreza se extiende, y el mismo olvido, vive entre calles y techos...
Inconcebible Donde solo vive más la ausencia abundante Inconcebible Con la muerte presente en la luz y la sombra Inconcebible... ¡ Para quien no lo sabe ni vive !
Autor : JOEL FORTUNATO REYES PEREZ
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Poeta
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Harta de laceraciones en su garganta, la tierra se engulló a los ‘responsables’ de tan antigua y sistemática tortura. Con los labios prietos a toda súplica, la tierra no quiere abrir la boca, fíjate.
Pero el hombre, el intrépido hombre que la puebla y usufructúa, la somete de nuevo; le abre un profundo respiro entre sus trincados dientes, un hálito a la vida de casi setecientos metros.
Orada y reza y llora, hasta que por él, hiriéndola más, le arranca a la tierra su caro bocado de treinta y tres almas. “¡Viva Chile, mierda!” Muy bien dicho, ya que harto cagazo se pegaron, weón.
¡Viva Chile, catastrófico y querido! ¡Chile, tembloroso pero firme esta vez y cada vez que la vida lo demande!, gritamos, mientras la tierra masculla: “Yo no tuve la culpa, no tuve la culpa”
y nos mira con su único ojo de escape con destino de hoyo turístico a explotar. Agradezcamos todos: ¡Gracias, Dios Todopoderoso por tu gran misericordia! ¡Gracias tierra por tu lenta digestión!
“¡Chi, chi, chi, le, le, le, los mineros de Chilé!”
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Poeta
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EL SUICIDA Autor : E. León Gómez Colombiano.
EL SUICIDA ( Soneto )
La luz del genio en su apacible cielo para él brilla con claror divino y, cual poeta, al fin de su camino debió la gloria coronar su anhelo. Pero fue desgraciado, y un consuelo demandó en vano al porvenir mezquino: cobarde ante el horror de su destino, rasgó de su existencia el frágil velo. Y cuando libre el alma del suicida, dejó a la tierra la materia inerte; en las eternas puertas esculpida leyó, temblando, su futura suerte: ¨A quien por no sufrir deja la vida vida para sufrir le da la muerte ¨.
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Poeta
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A LAS CAMPANAS Autor : Olavo Bilac Brasil 1865-1918 Fué poeta, periodista, ensayista, y es considerado el más importante poeta parnasiano del Brasil, junto a Alberto de Oliveira y Raimundo Correia. Este es versión de : Miguel Rasch-Isla.
A las campanas
Campanas de las torres, resonad clamorosas! La tierra nuestro anhelo de infinito no sacia, queremos la conquista de un mundo en que las cosas se eternicen en una primavera de gracia.
Desde aquí, desde el fango de estas playas tediosas hasta donde el zafiro de los cielos se espacia, llevad en vuestras voces nuestras voces llorosas y el grito milenario de la tierra en desgracia.
En repiques festivos, en dobles de amargura, en rebatos de angustia, todo lo que sufrimos llevadlo a la impasible soledad de l'altura.
Y ¡oh campanas! decidles en clamores supremos, nuestro dolor a aquellos astros en que nacimos, nuestra esperanza a aquellos astros a donde iremos!
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Poeta
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EL ANGEL DEL POBRE __Giuseppe Ungaretti ( Italia ) 1888-1970
Fué poeta, traductor y periodista, maestro univeristario algún tiempo en Brasil. Nació en Alejadría, Egipto. Esta es versión de Jesús López Pacheco.
El ángel del pobre
Ahora que invade las nubladas mentes más áspera piedad de la sangre y la tierra, ahora que nos mide a cada pálpito el silencio de tanta injusta muerte,
ahora que despierta el ángel del pobre, gentileza del alma, pervivida...
Con el gesto inextinguible de los siglos baje a la cabecera de su viejo pueblo en medio de las sombras..
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Poeta
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