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Quando escrevo para criança, coloco o texto na balança e vejo o peso que tem.
Se pesar, não vai prestar... Se ficar leve, não prestará também.
Criança é que nem ninguém: Não sabe o que quer, mas sabendo muito bem o que não quer.
A.J. Cardiais 06/11/2012
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Poeta
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Está difícil extrair ouro das palavras... Está difícil garimpar... É preciso quebrar blocos de ideias. É preciso imaginar.
Demarcar o veio em que se vai trabalhar, e começar a cavar ideias... Até achar um filão.
Mas, muita atenção, pois o ouro está misturado ao cascalho... É ouro em pó. Tem que ser muito bem trabalhado.
Imaginem o monte de letras que alguém tem que cavar para encontrar as palavras, extrair o ouro e transformá-lo em um texto.
A.J. Cardiais 17.12.2010 imagem: google
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Poeta
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Quando escrevo para criança, coloco o texto na balança e vejo o peso que tem.
Se pesar, não vai prestar... Se ficar leve, não prestará também.
Criança é que nem ninguém: não sabe o que quer, mas sabendo muito bem o que não quer.
A.J. Cardiais imagem: google
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Poeta
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Isto não é desculpa e nem pretexto. Mas cada poeta tem um jeito de escrever seu texto.
Às vezes nos saímos bem, às vezes nos saímos mal... Mas ninguém procura imitar ninguém.
Nunca vou conseguir imitar Luiz Nazcimentto... Nem tento! Não procuro imitar Açucena, ¹ não procuro imitar Sanábria... ²
Não procuro imitar Drummond, ³ nem procuro imitar Bandeira. * Poeta é poeta. Cada um à sua maneira.
Obs. Os Poetas: ¹Antonio Sanábria ² Tonho dos Anjos Açucena ³ Carlos Drummond de Andrade * Manuel Bandeira
A.J. Cardiais imagem: google Poema do livro: Psicografando-me
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Poeta
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Quando escrevo para criança, coloco o texto na balança e vejo o peso que tem.
Se pesar, não vai prestar... Se ficar leve, não prestará também.
Criança é que nem ninguém: Não sabe o que quer, mas sabendo muito bem o que não quer.
A.J. Cardiais imagem: google
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Poeta
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Está difícil extrair o ouro das palavras. Está difícil garimpar... É preciso quebrar blocos de ideias. É preciso imaginar.
Demarcar o veio em que se vai trabalhar, e começar a cavar letras até encontrar o filão da ideia.
Mas muita atenção, pois o ouro está misturado aos cascalhos... É ouro em pó. Tem que ser muito bem trabalhado.
Imagine o monte de letras que alguém tem que cavar para encontrar as palavras, extrair o ouro e transformá-lo em texto.
A.J. Cardiais imagem: google
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Poeta
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Diaforesis (Experimental) Líquido Sentirse Enamorado
Porque... Entre Las Transfiguraciones Está La materia memorable Y En Su Lugar el hombre Con...
El derecho de soñar, aún los malos sueños como malos son los qué lo hacen realidad cuando despiertan las almohadas del insomnio hambriento del bolsillo más negro qué húmeda es el agua qué de las pieles sin consciencia ya no son entre cualquier texto ninguna letra en la tinta de los vientos al cruzar las avenidas de la muerte ampliamente construidas como ejemplo de las fábulas ridículas en las redes repetidas de castillos sobornados rostro pálido de la simpleza decorando la debilidad de la memoria hechos y sembrados en lo fétido del tiempo por haber perdido aún aquéllo que daba el derecho de soñar.
D i a Fo Re Sis......Más qué texto esperando ser agradable Como El agua cruda creando hábito Habita las pieles y los poros En las garras de los loros En los aplausos sin decoros Edificios de hojarasca En la cima del tecleo En el germen abigarrado.
D i a Fo Re Sis......¡Qué tramita hacer olvidos enfiestando! Sanguijuelas Del Aliento Al escribir la piel de la creación impresa
Inicuas iniciativas inimitables injertos Del chabacano duraznear desmanzanando Fresas y cerezos En la prosa parturienta grata inflada En los ratos vistos de lado En las trágicas oberturas En la certeza descarnada finalista ¡Oh, el amor de piel a piel de los metales! El plomo hecho corderillo compasivo sepulturero Los santos retorcidos de lenguas en su tinta ¡Apiñada, corpulenta y avejentada!. Liquida y liquida el tiempo y la vida
Y m u c h o s... Hay qué olvidan.... NIHIL PRETIOSIUS TEMPORE
Nada Es Más Precioso Que El Tiempo... Transpirado por la vida qué secan rápido
La Oleada bien trajeada de velas en paquetes Aferrados y muy vistosos Los fatídicos modales. ¡En la blandura maniatada del entierro! A plazos, en pedazos, pidiendo fichas Los aplausos sudorosos ya no descansan
Al Motor Borroso Del sudor Reglamentario... Maquinales ígneas ignominias.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ENDENTECER Y ATENACEAR
Sobre los cielos desapareció. Los Cielos Desapareció, desapareció, desapareció. Inmóvil El Silencio. En los bordes inevitables silencio. Entre Tantas Profundas Heridas de primada ejecutoria del cortejo. Las Espadas En Lo fúnebre desnudas. Bajo la tierra enmudecida. Añeja. ¡De pronto!. Empobrecida. Flébil fleco inopinado insalubre. Entre Mixtura celeste Y Monopolios Cadavéricos Y Borrascoso alevoso en enverdecer al retorcer. Llegando en pantomima panegírica. Con El Requilorio Réquiem Con El Bicéfalo Berenjenal. ¡Más qué befa consunción del semejante!. Amoríos del patético patíbulo. Endentecer. En la sonrisa quebraja. Atenacear. En el quitasol redova. Insípido vástago del fardo. Más allá. Entre la maleable magnitud magra. Más acá.. En el tortuoso verdemar. En tal... Reverberarse opaco. Sobre Los Cielos Reduciéndose a la nada en verbos. En las cavernas inspiradas. ¡Hechos huéspedes del texto!. En la superficie imágenes negadas. En la razón despreocupada. Son Sólo Un ¡Letargo largo!. Al extremo del instante. Endentecer Y Atenacear Ecos Del Silencio. Paisaje tembloroso de lúgubre subsuelo. ¡Entre pantomima panegírica y patético patíbulo!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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FANTASMALMENTE
Erase una vez un hombre sentado en la esquina de su luna, donde estaba, ligeramente vivo en atención a sus temores de no morir completamente en los complicados conceptos de la biología espacial, intergaláctica, en las versiones intradérmicoleosas.
Pensaba en astrobiología microscópica, y en los virus informáticos, bacteroides, y en...las algas de una vecina oruga que oscilaba todavía en su cápsula supersónica, sin sentir qué la llama del mechero y en los tubos de ensayo, la flama de la vida no necesita de testigos, es decir, papel testigo de que la esterilización del material ha sido llevada a cabo, al vapor o con presión simple, y calor metabólico de las hormonas endorfinoides, transpiernosas por fricción, de carácter suave y complementario. En ocasiones, la fantasía fantasmal recorría las pequeñas arteriolas, teledirigidas en sus aspectos volitivos, ausente entre artificios, insensibles, no así. En las porciones más didácticas de la vitalidad reversible. ¡Claro!. En aquéllas circunstancias propositivamente delicadas, y en el sigilo más prudente y decente. En el aire unos destellos fosfóricos contenían varios miligramos de forasterina para inmigrantes, y un aframbuesado sabor desconocido en ese mundo. Érase además, que las conversaciones le daban cierta singularidad frente al espejo, en el retrovisor de aquélla cabina elástica con la mejor voluntad de comprender el texto reciente, reluciente de tapas transparentes, como eran los metaloides transuránicos y blandos. En el frente del mismo, se encontraba el título, aunque no siempre, de la misma manera, podía ser trasladado con un movimiento del dedo suavemente. Si bien, lo importante del contenido textual, trataba del asunto que le preocupaba. ¡Nada menos qué la teleología en el campo de la biología molecular!. "Un...¡Telar ocular desnudándose lentamente!"
Recuerdo cuando lo vi por primera vez, ligeramente pálido, y despeinado, se frotaba pañuelo en mano, la frente, un poco mareado, dentro de una camisa arrugada, traslúcida del tipo intercambiable de valina y leucina sintéticas. Desde cierta distancia, la luz tornasolada quedaba como plateando unos ojales, asimétricamente colocados bajo unos botones esmaltados, con interesantes dudas, y ligero temblor en algunas partes íntimas, en la consciencia geométrica de aquél triángulo.
Cuando miró hacia atrás, todavía estaba el reflejo de la imagen, fingiendo que aún estaba ahí, observándolo. __Bueno, todavía no soy fantasma.__Pensó, para tranquilizarse, ya que de improviso salí de su campo de visión un poco estrecho tras los cristales de alta graduación, casi siempre acoronelados, y de plástico flexible, ajustable entre ceja y ceja. Insistía. A poca distancia, en el crepúsculo, aún límpido, aprecié la luna, casi llena, de vagas notas que parecían un laberinto, de calles estrechas, desiertas, silenciosas, entre la vida y la muerte, como precisamente había pensado que serían los virus entre las algas amablemente prestadas, para reproducirse un buen número de feromonas naturales, con suficiente imaginación en un acolchonado labora- torio espacial, diseñado para el efecto génico.
Y desentrañar los misterios de la biología reproductiva más placentera a nivel microscópico, y en el interior de la consciencia cibernética, se decía, no obstante, preocupado por definirse la vida, particularmente abiótica a temperaturas de cero absoluto. Pero, aún ahora, que ya soy el fantasma de ese lugar, donde habito, tampoco he logrado saberlo, hasta ahora, en esta nueva mente fantasma. ¡Mal qué bien, tal vez!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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