AL DESCASCARSE ( Neosurrealista)
Cuando la desesperación se palpa, con cada pupila vacía y desarmada, por las sillas indiferentes que borran, las huellas funestas ocultando.
Los vergonzosos sucesos de la espuma, ocurridos, no mucho antes de las olas, en el desierto, convocadas, por la más absoluta confianza del otoño, con sus hojas, por el destino común de las uvas. ¡Añejas desmemorias!.
Por las palabras a gran distancia perdidas, salpicando con osadía y gracia las nubes. ¡De informática y siderurgia!. En las modas esporádicas olvidadas. Con el don de la ubicuidad en el vacío. Con la intensidad de un susurro descuidado.
A pesar de todo, esas decisiones no suscitaron el eco dulce, ni la protesta de las campanas en la década siguiente, lejos, de conspirar contra el frío de la nieve, y los falsos problemas, antes que la mayoría de los peces vendieran su redes rotas, en la medida que las tortugas atrapaban a los guepardos, exacerbando innecesariamente, el sexo con balas y sangre.
¡Al descascarse! Y descarrilarse, las carretas. ¡Descascaradas!.
En el curioso desfile de las voces. Por la danza de las pupilas extrañas. En el ciclismo felino. ¡Con el circo de los anhelos!.
¡Al desclavarse la realidad con agujas!.
En el deporte de las ranas por las ramas, con la reverencia al revólver. Dónde la desesperación aún conserva su fuerza ¡Bajo el dosel incólume que la claridad tornasola! Porqué al mar no le interesa, ni la luna se ocupa de ello.
Al descascarse, al divulgarse domesticado, la dureza duerme.
Por los efectos de la lluvia, del argumento mejor redactado, con las brillantes mentiras de arena, ¡Qué llegaron tarde a clase!.
Por el traje de soledad que viste las pestañas de sonrisa y al camino alma de sandalia ¡Desesperada, gastada y sin voz!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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