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ENTIGRECERSE LAXO ( Experimental Neosurrealista)
Por esas lágrimas que lloran de alegría con suavidad no quiero ser indiferente como cuando la inquietud sostiene la miel de una salada abeja.
Después de tantos ensayos, con un nuevo fracaso diario, tan interesado, predispuesto y poco diestro, al comer el hambre confundida con el apetito, determinando al presente por accidente, mucho más de prisa que la primera vez, por ser particularmente engañoso todo lo que es fácil y sencillo, como cuando el agua tiene sed, y un tejido teje al sol la sombra. En tanto que los tranquilizantes aparecen inquietos, y los ojos preguntan a los frascos las dosis que se hunden en el insomnio.
¡De la ceremonia cereza del cero con la cerradura del certamen!. ¡Desfilando con desgana por el deshielo y el designio desigual!. ¡Por el eco del eclipse edificado ejerciendo empeñoso el encargo!. ¡Fabricante fértil ferviente del fingir fogoso al fondo frigorífico!.
Tal vez sea imposible porque no se tocan ni ven los perfumes de las estatuas desde el agua con dientes y los números endurecidos. Atigrados camaleónicos tortugismos.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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INTIMIDAD DESGAJADA (Texto Neosurrealista)
Porqué el fuego ha metido sus manos de ceniza en los ojos del otoño que bebe sobrio el pedazo de recuerdo en la bodega junto al vino que añeja las paredes pintadas en el cuadro, y que representa una cabeza de toro en las relaciones comerciales con sus orgasmos poéticos. Esto ha sido así, por los indicios en la saliva que ha podido descifrarse al reconstruir una cama nerviosa entre las sábanas que sudan los asentamientos antiguos con los ojos y los suficientes datos de otras fuentes para afirmar lo que una visión menos amplia pasaría por alto en los mínimos semáforos.
¡En la intimidad, quién lo sabría!. Sin embargo, han dicho las frutas recién cortadas: ¡Tú no sabes nada de todo, ni mucho menos!. Es más, ni siquiera puede ser pintado en la nube más seca. Nunca el dolor ha sido tan invisible por el olor más insípido que ninguna noticia pueda ser más explícita. Sobre todo, porqué el absurdo es menos sobrio. Piénsalo un poco. Ya verás como conviertes el sagrado plomo de la vida eterna que emana de los más honestos escritorios, y los sillones divinos en la tierra, con la delgada capa de abuso e injusticia que slo puede ser apreciada en las galaxias menores.
¡La respuesta está ahí!. Por eso el pez solo fabrica anzuelos con las redes enlatadas y salta con las plumas de la arena en miel silvestre. Visto más de cerca, nada es mejor que sacrificar el sol en beneficio de la arcilla con la lengua bajo el brazo, y los ídolos en la espalda de un cuarto con sombrero, y ocho personas enviadas al subsuelo de Saturno con la seguridad que suele dar un despertador de mano en un cerillo, y obtener el lugar ideal para disfrutar en un ambiente de paz, y armonía encebollada con la felicidad en el aire.
En otras palabras, sin recargos ni cuotas que anuncian cuando el sueño es la recámara principal, con vestidor y baño, particularmente cuando se carece de cuerpo, y éste se fue de vacaciones a la eternidad con áreas de recreación y convivencia para quien busca una vida más completa al elegir los gusanos uno a uno, y que le permitan visualizar mejor los problemas creativos, cada vez más acelerados en la preparación del apropiarse del bien ajeno con la mayor tranquilidad, y con varios compartimientos mientras se levanta la pierna, usando una gran variedad de principios éticos procedentes del más reciente infierno con los cinco elementos y los seis vapores tras la grave epidemia de honestidad salvaje.
Ahora bien, sobre todo al estar actuando en armonía y equilibrio con la naturaleza más perversa que haya habitado un cuerpo humano, ejerciendo la no violencia con múltiples balas inocentes y tiernas en la pantalla de una consciencia limpia y libre de virus, incluida la no oposición a la inseguridad para la vida y la libertad de las primeras bibliotecas del espacio exterior. Si bien, desgajada la intimidad, nada importa al equipo que recopila las consecuencias de los antecedentes. De nada debemos preocuparnos, sobre todo por contar con la suavidad de una tumba gratuita a la vuelta de la esquina junto con otros agentes terapéuticos, y los síntomas de cualquier muerte son insignificantes, dada la seguridad de los potentes analgésicos que evitan las arritmias cardíacas si se dan en dosis suficientes.Por eso. La intimidad desgajada. ¿A quién le importa?.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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POR EL SUBTERFUGIO DÚCTIL
En lo profundo de aquellas pupilas plateadas el sol estaba solo en el cielo buscando las nubes qué reflejadas flotaban bajo el lago moviendo las ramas entre las hojas. Recuerdo qué lo vi poco después, pero no había recibido aún la menor respuesta con la chispa inextinguible de tenacidad, pensaba instalarse y liberar la fantasía. Pues la calles inquietas y silencias ya no atraen tampoco a los valles donde viven los fantasmas que nada entienden de la verdad íntima lejos de los techos tan lejos de las fuentes del destino en las ráfagas salvajes. ___Dudaba quedarse en la cama qué representa la acción. Pues sólo una persona viva, viviéndolo, puede difundir un pensamiento vivo... Dudándolo por la cobardía de lo poco conocido. Esto hace suponer que nos alegra porqué creemos estar más vivos en la foto qué no importa olvidar. Pensaba escabullirse sin decir nada. Pero su duda había escogido quedarse. ¡Y expresarse a pesar de ello!.
Hacía aire con abundante arena en esa tarde transparente a medias sin compromiso para cambiar los planes inmediatamente cerrando la puerta con suavidad porqué de una ventana a otra nada se mueve atendiendo a los momentos brevemente obnubilados que son sin lugar a dudas coherentes al desnudarse, y sobre todo por la bandada de mariposas levantando la vista en el aire con el cuerpo amarillo, y los grandes ojos de noche, y no sé si se llegue a captar la importancia de todo esto, si se percibe con toda claridad, sin tratar de ocultarse en el fondo superficial y confuso de las palabras sin cualidades precisas. ___¡Soñar obscuro es fácil cuándo la luz duerme dulcemente fabricando noches con la plata de la luna, y tiene suerte dónde nadie la tendría!... Dado qué mientras subsista una sola parcela de inconsciente en actividad desordenada se proyectará una irrealidad simbólica entre las palabras creyendo estar en contacto con la dimensión paradójica de la inspiración indistinta.
En ese dilema estaba cuándo oyó los rugidos bajo el crujido de los pisos de madera gastada. Se sentó porqué empezó a contemplar las inmensas soledades más invisibles, impropias en la menor niebla, y a los lados de la chimenea deteniéndose a observar las llamas pequeñas emergiendo de un grueso tronco entibiando la miseria entre las casas qué pasaban por las calles que abandonaron el poblado hecho añicos en la fórmula más tóxica preparada por seis años dobles de miedo qué se ocultó bajo cualquier asombro deprimente entre la agitación cotidiana. En realidad eso creyó él, tratando de suavizar la paupérrima situación que nunca disfrutaba como ahora que estaba adherida a intervalos en los pequeños amaneceres deglutiendo el rencor de las afrentas sintiendo el mundo desconocido que humildemente llueve sus ausencias.
¡Vaya por este subterfugio dúctil!. He intentado sobornarme por el audífono dónde nadie quiero qué me moleste y aprecio reproducir lo que constantemente se renueva en la destrucción repetida qué no cultiva la memoria, y no esperar dificultad sin resistencia. Así pasó. Y este no es un cuento, pues al principio del jardín, a la izquierda antes del último encino, estaba la pila, redonda y gris. Y ahí continúa, por si alguien lo duda y desea comprobarlo.
Se quedó allí parado observando la escalera sin comprender como en un relámpago la armonía enciende lámparas en la tristeza estando la noria bien tapada, y porque la mejor cara se había escapado cuando estaba distraído dónde se derraman las espesas cumbres como fruslería en la estolidez de un exabrupto ahíto del aturdimiento global.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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R.O.S.A.D.U.R.A.S.
Compleja. Siente. La decoración. El corazón.
Por los pilares que curvaron inquietudes. Por la copa apacible y grata.
¡Amorosa cómplice mariposa!. Mar de amores danza. Al tributo que rinde. ¡Suspiros de paloma!.
La ribera se sonroja brotando. La suavidad fija palpitando.
¡Siente, de la raíz la hoja!. Delicado buscar olvido. A veces, fuente creativa. Otras, original colección.
Entre la semilla del fruto ávida. Entre la mano que arcana corre.
Vistosos, al fondo, años. Cristalinos de tono dulce. Al paisaje que refleja. Por ser, escarcha el refugio.
Donde sidéreo el destino camina. Dónde llueve la púrpura fluida.
Rosaduras, muchas, a veces. Otras, bosque incorpóreo. Siente, muchas, a veces. Lo incierto, del banquete lejano.
El terreno cultiva incesable. El fuego deleite imposible.
Filoso al polvo, viperinas huestes. ¡Nieve encanecida!. Amarillo finge al fuego. Desmedida la rosa, dura dura.
La copa tierna del brebaje. La burbuja sedienta del néctar.
El ánimo sin mesura. ¡Traslúcido vivir muriendo!. Complejas, rosaduras, rosas. Siente la decoración el corazón.
Cuándo el sendero sellado se despliega. Cuándo el aliento fusiona el espacio. Y queda tímido. ¡Secreto sin freno!. Y queda frenesí. ¡Sereno sin final!.
R-o-s-a-s D-u-r-a-s
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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PAVONEARSELVATIQUEZ
Insensible. Parece La pluma.¡Fácil!. Al insecto. Más Apenas. Alígeras aladas. Al desasirse flores de las cadenas. ¡Querrán causar ardor al volcán!. Al quenopodio de urdimbre seda. Aladas alígeras. Parece insensible la pluma fácil. Al replicar al repostero... ¡Sal!. Del fondo los firmantes compran.
Al contacto sublime de las espadas. Despreocupado parece al árbol seco. En las últimas. Acepciones del turismo. ¡El abismo una cumbre!. Ser sentido por legumbres cocidas. En la raíz del espejo. ¡Neutro al gris plomizo!. En la punta desnudez constando. El ácido corromper del pudoroso. En la substancia repentina. Insecto en tinta pulpo.
Más. En la base. ¿Del ciruelo qué averigua?. ¡Una cosa por otra fácil torpe!. ¡Creyendo qué cambia en el escenario!. Y al mismo sol alumbra. La butaca de los manejos terráqueos. ¡Oh, selvatiquez, cuánto pavonearse!.
Registran hasta un gas. Del viejo espectador___¡Exclusivo!. Vaya gramática___¡Del arte harto ajeno!. Por mucho del soñar pimiento. Aquéllo. ¡Qué le pidiere en balde esgrima!. Peras al olmo, fresas, al nogal. ¡De los párrafos brillan espárragos carentes!. Por la mundana irrealidad. El ocurso cursi discurre.
Separando la suavidad inmensa. ¡Al áspero pasar!. De un vaso al otro sin vaciar el propio. Entrelazando al tosco trivium. ¡Fatuo!. La frente al cielo. Pedante. La espalda lenta. Ingenuidad. La mano al duelo. Inconsutil. La espada blanda Blande insensibles las orejas el jumento. ¡Qué parece la pluma fácil al vuelo!. ¡Qué escribe sobre el agua del aire!.
Estuco. Fresco. Del paréntesis techumbre. ¡Entre las cañas la parvedad opulenta!. Y se cree libre. El Polvo Del asiento Punzante. Del asfalto. ¡Qué de pavesa somos luego!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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VENADO MENSAJERO
El mensaje del aroma escuchar de las flores me dice, creo, me dice, incluyéndonos, de la presencia de cada latido, que fue tu corazón con el mío, un mal, sin remedio, un mal, cuando se olvida el sufrir ajeno. sueño gris ausencia que sabremos. Nos olvida de todos los sinsabores.
Y volverán del ayer, mañana, tus caricias por el campo, todo el sabor de cualquier verde, de la miel dorada plata negra, la suavidad solo aspereza, de tu piel sin su recuerdo, tu sonrisa vaporosa, con malicia pendular.
Tu querer en hormigueros con travesura y aventura la tersura risa, una sonrisa liszsa abrizsza, un mar nuevo, de tu pelo nublado, en fuentes, los labios, secan las pestañas solo, de terciopelo los panales, tan bella con arena desierta, despierta, fruta madura, del manzano durazneándose.
Mensajeros los venados Venado alado Mensa Jero.
Tu ternura, paladea placentera, y el descanso cambia núbil, recompensa, condecorando humilde, tan deseada, tan sencilla, tan amable, en tu memoria quedan los besos, de la boca enamorada, recalientan los mismos fuegos, los besos, venados, mansos.
El mensaje del amor venado. Angélico Palpitar Del Ser. ¡Amado!. El mensaje supremo del vivirse siempre.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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