Tú sabes dónde buscarme, Tú sabes cómo encontrarme, Ven y róbame nuevamente el corazón Y haz de mi alma tu tibio cobertor.
Pronto dejarás de ser El ardiente sol de verano, Que aunque ahora, aún quema la piel, Se pierde anodino en el atardecer…
Ven y descansa tus alegrías y pesares Sobre el mar inmenso de mi pecho, Te estaré esperando para contener, Tus ardientes rayos en mi cuerpo anochecido.
Ven y rodea mi cuello con tus brazos Para escuchar cantar al violín, al chelo Uniendo voces con el arpa y la guitarra, Oirás tu nombre, en grata melodía.
Amarnos, será perdonarnos Y brillarás eternamente, Con tu carita de luna llena, En el cielo de mi amor.
En un recodo del camino andado Las aguas del rio con el viento se encadenan Trayendo tu recuerdo atrapado entre sus voces Y en silencio me pregunto… ¿qué será de ella?
Y veo tu figura alzarse en lento vuelo Entre lirios desolados y curiosas margaritas ¿Qué será de mí sin ella?... Aunque no lo quiera, viene al canto.
Y en un suspiro te nombro, trágico y doliente En la argamasa de mi voz cansada En esa orilla donde linda la vida con la muerte Porque duele, duele a muerte, amarte y no tenerte.
Mi voz se pierde gemebunda En el inmenso verde mar que me rodea Porque hasta ahí llego solamente Para llorar tu recuerdo y mi tristeza.
Tal vez mañana, cuando vuelva el sol Ya no me encuentre, pero encontrará tu nombre En mi pecho descubierto… Y una flor sembrada, preñada, con mi propia vida.
Será momento de hablarle a Dios pues ha corrido la tinta, como ríos, grabando en papeles las caras de miles desaparecidos… y nunca se hizo presente.
¿Cuándo será el momento? que de una mirada al huerto para que vea tanto niño muerto que no pidieron venir, ni morir sin alimento.
Herodes que persiguió a Cristo hoy se hace llamar presidente, los esbirros se reúnen con el clero… y los Herodes con el papa.
Será momento de hacerle ver que los pobres no nacen mas en pesebres, ni tienen dónde nacer, que no hay escuelas ni hospitales y se mueren de hambre y enfermedades antes de hablar, o de llegar a entender.
¡Si!... Mientras el pueblo se muere de hambre... ellos, los líderes, trafican en contubernio… armas, comida, vestidos… medicinas; el negro destino se viste de blanco con un besamanos al santo padre.
¡Se acaba el agua!... en lenguaje de babel claman que el pobre no se bañe ni tome agua, para que el rico riegue sus amplios jardines, lave sus carros y bañe a sus perros.
Será momento de decir… ¡basta! que las escrituras no llenan ni enseñan nada, centenares de veces corregidas… mentiras que se dan por verdaderas.
¡¡¡Dios, Si vas a venir, no esperes mil años más!!! los revolucionarios, ya no son proclamados santos; ya no tienen por destino los altares, ni sueñan con dormir en el vaticano.
Carcome la vida tanta injusticia vista, dicen ¡no! al aborto, mientras amparan la pedofilia; Será momento de hacerle ver que la vida del pobre… vale menos, que la del perro de un rico.