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“Burla, ecocida cimiente . . .”
De tarugadas concierto increíble, pero, cierto el día primero de mayo ya casi me parte un rayo.
En la horrenda mañanera lerda, lenta, a su manera López mostró su ignorancia de retrógrada fragancia.
Tengo pruebas de lo que hablo, refiriéndose al vocablo, al término, “medio ambiente” dijo en su español corriente.
Que al oírlo descalabra: “no me gusta la palabra, ¿dónde quedó el otro medio?”, como ven, ya no hay remedio.
Si eso fuera alguna broma al fin la verdad se asoma allá por la selva maya donde natura desmaya.
Al paso de su “trenecito” que no cumple el requisito de ley de impacto ambiental, cruel ecocida tal por cual.
Andrés anda en el absurdo del comentario más burdo su disparate es inmenso, cualquiera diría que es menso.
Ahí tienen al “presidente” que “gobierna” a tanta gente, a ciento treinta millones donde hay muchos “agachones”.
Chairos, harto atolizado que festejan lo variado de la incultura pejiana, que ya es tan mexicana.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 01 de mayo del 2023 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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Digo lo que sucedió, el pueblo sabio “decidió” sobre lo ya decidido por López, el elegido.
Referente a su tren maya, puritita “faramalla” en la segunda “consulta” de lo que, ahora, resulta.
Causará grave ecocidio en la selva, sin auxilio, por hoy muy desamparada por la que nadie hace nada.
Miles de árboles caídos bajo rieles extendidos a lo largo de su suelo, ¡doloroso desconsuelo!
Para el bosque, flora, fauna, lo que implica grave trauma a sus regiones sagradas, ruinas y etnias consagradas.
En tan tristes condiciones expongo mis convicciones aunque me cause resabio, no tiene nada de “sabio”.
Causar daño a ecología, masacre de antología la que se está padeciendo, natura se está extinguiendo.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 26 de noviembre del 2018 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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EL VOCINGLERO EXIMIO (Texto Neosurrealista)
Anidaba la esperanza víctima de la pirámide, recomendada por la sutil basura de unos ojos en el rocío de las vísperas suspendidas del hoy polvo, y la matanza de las manzanas pecadoras, que respaldan solo las viejas calles de baches nuevos, para satisfacer la lengua de ropa negra.
¡Vocinglero con el aplauso de los jumentos!. No, claro que no, su cerebro es demasiado, y más pequeño a pesar de que sus nubes estén secas en el fondo marino. Eximio, tal vez, por el disco móvil, que prepara la misma oreja, adornada de pimientos expertos en tornillos, espárragos investigadores, aceitunas gentiles, por hervir culpables, tapar agujeros negros, estelares hasta triturar las verduras a gusto de la corbata y sonrisa en turno.
¿Fallido?... Desde luego que no, su forma, su comportamiento, incluso la manera en que se estira, indica que son estatuas ingenuas, con las características clásicas de sus siete toneladas métricas al año, que ofrecen sus labios de piedra, puesto que tienen un efecto más localizado con la tela de la tala de la selva tropical, y los modelos computarizados de ocho meses de edad, muy hoy en los próximos quién sabe.
Aunque las erupciones ocurren por la noche tibia, e irregular en los lunares, son inevitables en las zonas bajo el ombligo, por ahí de la subducción activa que considera la humedad pecaminosa. Por lo que, antes se debe condimentar, aplaudir, colocar pancartas en cada nube, sembrar plumas, cultivar mantequilla, y comprar algunos títulos que se dejan cocer en horno caliente por cuarenta minutos de temerosos cadáveres, por escurrirlas y pelarlas, y agregarlas poco a poco al caldo.
Pensándolo bien, es una estupidez estar muerto, y con la suerte del unicornio en alguna casa que se abalanza afuera por cualquier ventana, y no tiene que preocuparse por la autoridad de los gusanos, ni el sueño de alerta de las tortugas violentas, indicando la presencia de terremotos perdiendo su pico, y creando la caldera lacustre en las caderas. Aquí, a la verdad se le tuerce el cuello fácilmente, con la galleta de la esquina de un escritorio fugaz, y alguna corbata inocente adornada con faldas, y poder de atracción sobre la mirada.
Pues bien, el poder creativo de un charco de sangre es la mejor vitamina para las cuentas bancarias del territorio oceánico que queda atrapado contra la placa adyacente, arrastrada por la arena que camina sobre el fuego de un vehículo único en su clase. Nadie se preocupa por los muertos de mañana, y los de hoy destacan como una verdadera obra de arte automotriz por las emisiones industriales de estratosférica precipitación pluvial, que espera todo el tiempo para saber que va a pasar realmente.
Este vocinglero eximio, camina, y de los llantos ríe, como un apéndice de fácil consulta que contiene las fuentes originales del fracaso, y las leyendas de sus mozos respectivos, con las discos grabados del vestido de una amiga que extravió la consciencia al bajarse con la gula, y disfrutar del zumbido de un insecto con cara de plátano, y de legionario de cuarzo grueso en un rincón lejano, y haciendo un reclamo al tejado por las goteras de cada esclavo, con el rostro despejado, y culpable de vender plumas a una almohada o ave parecida, para salvar el temblor de las noticias en el buque del mirlo más cercano. ¡No hay duda, es una estupidez estar muerto!.
Sin embargo, no es nada fácil, hay que tener las encías en los talones, los párpados en el lomo, y la lengua en el último esfínter del intestino grueso ajeno, con la plena seguridad de subir al mejor empleo y salario digno de limpiar los baños con los elementos paganos del cisne, evitando la mirada escudriñadora. En tanto, se adhiere a la mucosa con un simple modo de empleo conocido de antemano, y en caso necesario durante treinta minutos se borrarán del mapa las oposiciones, equivalentes al contenido de una cuchara sopera de buen cementerio, y cálidas cenizas. ¡Así es!. Si lo duda, infórmese. Si no está de acuerdo, prepárese. Y si nada entiende de lo anterior, puede usted leerlo cuantas veces se le antoje.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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RENOVADA GENTILEZA
Será tal vez... La gentileza. ¡Hallada en la floresta!. Sin estruendoso ruido. Siendo de puras aguas. ¡Apacible!.
Re No Vada... ¡Gentileza!.
De las altas ramas los manzanos. Movidas destilando alegres. ¡Sacudida una cándida paloma!. De la edad florida, privada. ¡Gozando, en las vanas sombras!. ¡La venturosa queja indomable!.
Gentil Eza... Re-No-Vada.
El delicioso fruto. ¡Más robusto, apartando!. Aún en contra, del impetuoso vient ¿Será en la selva, la costumbre, rústica ¿Será tal vez, una dorada, flecha La gen-til-eza...¡Néctar, nácar!. Lo que continuamente agita. ¡Con el acero recién afilado!. Collares en delicado cuello.
¡Tal vez, de novo, gentil!.
Apenas al penetrante fuego calma. Y clama. ¡Con el incierto cuerpo alado!. Al frente. ¡De una palabra suave!. ¡Qué dentro del pecho,tiembla!. ¡Qué se abrasa al deseo, lejano, cerca!. Como ningún otro ninguno. Será Tal Vez La gentileza ¡Hallada!. ¡En la hora, amada, qué renueva!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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PILARES ACUOSOS
En las pupilas, de una lágrima la noche, estrella. ¡El parpadeo furtivo, fugitivo rostro!. En la ventana, el ave, el canto. ¡La selva salva el albo!. Vigor___Oso __En el invierno. La cueva__Del frío___¡Qué duele!. Al perro de ráfagas ladridos. Más en las pupilas de la noche, una lágrima. Del cielo. ¡Estalla!. El rostro albo... Oso, ave, canto. En la ventana que mira cada frío. ¡En el invierno, el infierno!. El tierno frío salva la cueva. ¡Al oso como al perro!.
Una Una Una noche los ladridos estrellados. Una lágrima, una ventana. Una selva de fugitivo rostro. De la vida que duele, que ladra. Y Taladra El Frío. ¡Furtivo!. En las pupilas, del ave, oso, perro. El hombre, infierno tierno invierno.
Una vez, entreabre al himno. Del sufrir, de la jornada, de la vida. Los ojos, las lágrimas, las estrellas.
En Los En los rítmicos inviernos. En los recuerdos confundidos. En las pupilas de cada lágrima. En las noches de cada estrella. Una vez. ¡Himno infinito!. Tal Vez. ¡Acuosos los pilares, ellos, los, pilares!. ¡Pilas, aguas, olas, ríos... Tal vez. ¡Tal vez____ Alguna vez___ Pueda ser posible!. ¿O será. Imposible. Siempre. Eternamente?.
Que____ Qué____ ¡Qué!____ ¿Qué?. El hombre aprenda de la historia. Del perfume dolorosa poesía. Del olor que, rosa, llanto y risa. Del amor que vive, solo vivo. (Vive vivo). Sin ser______ En la selva. Un parpadeo__ Sin alba. En la historia___ ¡Olvidada!. Una vez__ ¡Murmullo entre las muertes!. Otra vez__ Mudable. ¡Estatua!.
Arrancando... Los caminos, y los horizontes. Hasta... ¿Hasta cuándo?. ¿Cuándo?. De... Un infinito cuándo, cuándo, cuándo. De Una De una lágrima. ¿No verá sus pupilas?.
En Estos, aquéllos y los otros. ¡En sí mismo!. Pilares acuosos. Acuosos sus propios pilares.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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)CARO ORO(
Hace ya. Muchos siglos. ¡Qué por los cielos flotan!. Las nubes al besar... La verdad. Sola, sola. C A R O R O ¡Muy bien!... Me dije: Huraño. ¡Cada año, lo soñado!. Despertaba. Una danza de palabras. Siglos con los dedos suspendidos. En su música... De visiones. ¡Extrañas brisas del océano!.
De La Noche... ¡Bajo los astros!. Campos dormidos... De encanto. Y Desencanto. ¡Ensueños del olvido!. C A R O R O Hace ya. Tanto mármol... ¿Qué?. ¡Qué!. En las columnas descansa. El misterio de un viento. De Tormento... ¡Fermentado!. ¡Germen infecundo!. Flotando, en la selva, la pradera. ¡La montaña... Prolongada!. De La Pena qué sufre. El sauce... Pensaba el ermitaño.
¡Cómo los siglos habían pasado!. Habían. Pasado... ¿Y el mármol?. ¿Acaso descansaba en el viejo?. ¡Templo... Dónde audaz reposa!.
Como demora, gigante paradoja, en resolverse. C A R O R O Silenciosamente. Cruzaba inquietudes. ¡Desnuda verdad!.
Tesoro... Encarado. Encarándose.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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