Para mañana
Para
Mañana no le dejes.
Amor.
Un arrullo, una risa, la tormenta es necesaria.
Fragata.
En el alma del olvido, en voz baja, sin saberlo.
Fructifica.
En el tronco del roble al que atan los recuerdos.
Frigoríficos.
En el demasiado murmullo desnudo del canto dulce.
Frugalmente.
Un crepúsculo, una tarde, de regazo cariñosa.
Para
Mañana, detente al enflorar la luna.
Amor.
Del último dolor de pasos incendiados.
Amor.
Del primer castillo abandonado pasadizo.
Amor.
Del traslúcido arrebato debilitado silencio.
Amor.
Del insomnio sembrado de espinas indulgentes.
Para
Mañana, el tiempo, no está perdido del todo.
Para
Mañana, el sueño, será un pequeño universo.
Para
Mañana, el cielo, seguirá siendo azul sereno.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez