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VIAJE __Wole Soyinka ( Nigeria ) 1934
Novelista, dramaturgo, conferenciante y poeta. En la guerra civil Nigeriana fué encarcelado de 1967 a 1969. En 1986 se convirtió en el primer escritor africano y primer escritor negro que obtuvo el Premio Nobel de literatura. Tiene publicados varias novelas y colecciones de poesía.
Viaje
" Aunque llegué al final del viaje, Jamás sentí que hubiera llegado. Tomé la carretera Que sube despacio la cuesta de las preguntas, y que me lleva Incluso a descender a la tierra que conduce a casa. Yo sé Que mi carne está limpiamente mordisqueada, perdida Para el perturbado pez entre las vainas susurrantes- Yo los dejé atrás en mi ruta
Y así también con el pan y el vino Necesito la repartición de derrota y carestía Yo los dejé atrás en mi ruta Jamás sentí que hubiera llegado Aunque amor y bienvenida me atrapan en casa Los usurpadores pasan mi copa en cada Banquete como en una última cena. "
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Poeta
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ARROJADA ENSOÑACION
Del soñar me dices vengo. Alborear quizá anocheceremos. Porqué sé, creo, nacerá en alguna vez. ¡El otro corazón del tiempo!. En esa claridad que se refleja, lejos latido. Con la mística substancia acústica. En los textos.
Demasiado imposibles, al espejo, que se limpia en la sangre muy tarde, denegándonos haber partido. ¡Entre panorámicos pórticos incólumes!. Me dices. ¡Vengo! Como si hubiere llegado el invierno, cubre al fuego del espejo al que se limpia. En el viento paralelo donde florece. ¡Una llama repentina herida habiendo sido!. Una y otra vez. Al final del futuro que se ha ido.
¡Encordando al deshelar las escépticas posturas!. Aquéllo donde yazgan las horas perdidas. En la ruta del reloj interminable. Torneando el aliento del alfarero. De arcilla la desdicha amasando. ¡Al pasado fallecido que ha teñido!. Nacerá de alguna vez.
El corazón en un latido, ido, inventado. El momento de túnicas vistiendo. ¡Al vapor enredado al soñar arrojado!. Rojo rojo, ensoñación arrojada, enrojecida siendo. Porqué, creo, tal vez. Del significado repentino escapar. Del mismo tiempo al que retorno. Por haber habido un vivir aliquebrado. En un soñarme, demasiado. Dices: Estuve crucificando noches. En la fragancia peculiar del arcoiris. En la marcha de la tarde abrupta. Porqué, sé, creo, tal vez.
Cultivar del viento el aroma. Volando después los años. ¡Antes de tejer al tiempo!. Los pasados, amasando, el camino. ¡Aliento del reloj, arcilla humana!. En la paz que refleja el reposo. Una ausencia presente en el espejo. ¡En los himnos sin palabras!. Sabores, sombras, colores, dolores. ¡Qué se hayan en ésto!. Y en aquéllo.
En el sendero abundante de la ignorancia. Del soñar me dices: ¡Vengo!. Del soñarme con tu sueño, vengo despertando. Porqué, sé, creo, tal vez. ¡Qué neutral es cualquier nunca!. Creo, tal vez. ¡Qué parcial es ningún siquiera!. Tal vez. ¡Porqué vengo del soñarme, con tu sueño!. Vengo rojo, rojo, con ensoñación arrojada, enrojecida. La noche que dices me sueña, despertando al día. Porque vengo del soñarme con tu sueño. Y al sueño, sueño y dejo, durmiéndome.
Al cerrojo arrojado al sonrojo. Ensoñación. Enrojeciendo del alma la sangre.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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HÁLITO AMARILLAR
Sol. Compañero de la ruta. Al borcellar, borceguí, adverso. Arriscada. Va por el océano una sandalia. ¡Abajo del horizonte!. Bañando lentas montañas. ¡Mil palabras dulces derramando!. Con diatriba, diafanidad, diadema. Al oído, luctuoso. ¡Mansa nueva imitación!.
Aún Hay Un Amarillar Hálito...
De viejas estrellas filtrando puertas. Tal vez, de esgrima eslabón. En los rotos puentes. En la sombra azul mortecino. En el valle de las hojas... Vierte al vientre.
De la frágil. Fragancia. Fontana. Del Sol... Hálito, hálito de últimas esperanzas.
Sin El Cristal del rostro alterno. En la ruta del desprecio ajeno. ¡Al descifrar las chozas del arrullo!. En la botella. ¡Al mar, tal vez, encuentre!. La ruta, la sandalia, el compañero. Sin Ser ¡Servil a Sileno!. Y Solo Ser... ¡Muérdago nacarino!.
Con Montañas de horizontes. Más Verticales En Una Sola palabra... Alba, cierta, honorable.
En el alba de honorable lengua. Único Amarillar al nuevo sol.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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EL PÓSTUMO ADIÓS
Por El Adiós. Adieu, addio, farewell, Lebewohl!.
Del Último Adiós En la mirada De la tarde Pálida...¡Con al amor al hombro!. Y el sueño debajo del zapato.
Con los símbolos. Complejos y perplejos. Y el asombro por impulso. Universo sonoro playa, del antiguo cielo imprevisto. En los rubros rutilantes, catarateando albas las manos, de las promesas, del ardor, del tamboril, el último adiós exhala las caricias escarlatas.
Y está, luego, la soledad sola, en el fondo del cabello, del aliento, del sueño, como quejándose, detrás del quizá, mariposa entre tosco arrullo. Y oye, desde lejos. ¡Cuándo la realidad está ausente!. Y la voz, no alcanza. ¡Todo lo errátil cierto!.
Y el silencio deja que calle. ¡Cuándo el futuro ya no existe!. Con el viejo Caos del siempre, con el ensordecimiento enmohecido, el vaho trashumante almohadillado, silencio del embermejecer palabras.
El último adiós que penetra el aire. De las cejas arqueadas. De la muralla presurosa. De las ruedas interminables, frágiles, ataduras velas desnudas montañas. Armónicos montículos marmóreas copias, incandescentes por la ruta lábil. Turbado decoro rumor mudo transformado, derramado del anhelo en flor. Enjambres de piedras mieles pálidas exuberantes, estatuas vanidosas.
En El Último adiós, último, último, del solitario sale la pregunta.
¿Y si el tiempo se termina, qué sigue?. Solo Lo que Fue Lo qué fue la vez que vino de ninguna parte. ¡Lo qué fue la vez qué nunca fue!. Por encima del último principio. Por la única diversidad. Por... ¡Este mundo qué ya no es aquél!. Por... ¡Este mundo qué ya no es lo qué sería!. Del Ultimo adiós. ¡De otra manera diferente!. Del Ultimo adiós, último, último. ¡De la misma forma igual!. El Principio del último adiós.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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