Sin la luz de tu presencia Las horas son más largas y la vida me es más corta No me sacian los placeres Ni me alegran los quehaceres… En esta primavera de ramas secas y orquídeas rotas Ya nadie me pregunta por ti Sólo el viento indolente me devuelve heridas… Las hojas secas, que alguna vez fueron versos dedicados a ti. Las lágrimas amargas que del cielo caen Duelen… Duelen como cuando se quiebra el alma… en esas noches frías Que en vez de sus rayos de plata, la luna, clava cuchillos y mata… ¡Ay hombre!... Siempre fragante de miel y de trigo, De manos abiertas y corazón valiente ¡Han muerto tus adentros y tus alegrías!... ¿Y las mariposas?... eran rosas, y pétalo a pétalo se alejaron de ti. En esta tarde de invierno gris, si pudiera Quisiera abrigarme en la calidez de tus senos… Beber de tus labios, embriagadora bebida que tu boca me diera ¡Y luego, en tus brazos… adormecerme para siempre! Delalma 26/07/2013 12:55 p.m.
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Poeta
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