Poemas :  Alegoría Fantasmal
ALEGORIA FANTASMAL
Autor: JOEL FORTUNATO REYES PEREZ

Porque los fantasmas temen estar muertos
en la sombra a fuego lento
y andar a tientas, y caerse
sospechando estar vivos
en el crepúsculo que insaciable flota
con la súbita mudanza de las calles
tan raramente muertas entre lo sonoro
a decenas, a millares, siento a cientos...

Incontables las distancias apodícticas
con la imperturbabilidad aturdidora
del dislate en profusión insolente
haciendo del retruécano pomposo arte
y de la insipidez la discrepancia
¡ Del amorfo indisponerse !
Arriscado y denodado entrecortado mascullar
imbatible simulacro del misántropo curioso...

En los clavos enfurecidos del insensible ruego
sin ardor, sin entrañas, sin esperanzas
En los guijarros arándola vehemente
con lejanía, con envidia, con amargura
En los vicios inviolados suplicantes
más recónditos, más ebrios, más puros
En los ritmos rotundos extintos
menos felinos, menos viles, menos tenues...

Los mismos
Espectros
Se imaginan
Falibles
¡Entre premiosidad y facundia!
¡ Y de farruco a figurante !
Alabarda, aljibe, albergue, adverso, afán, adulterado
¡ Símbolo y parábola, y representación, y signo de mil irrealidades !


Autor : JOEL FORTUNATO REYES PEREZ
Poeta

Poemas :  UN POEMA
UN POEMA

Soñaba en ese entonces en forjar un poema,
de arte nervioso y nuevo, obra audaz y suprema.

Escogí entre un asunto grotesco y otro trágico,
llamé a todos los ritmos con un conjuro mágico,

y los ritmos indóciles vinieron acercándose,
juntándose en las sombras, huyéndose y buscándose.

ritmos sonoros, ritmos potentes, ritmos graves,
unos cual choque de armas, otros cual canto de aves;

de Oriente hasta Occidente, desde el Sur hasta el Norte de metros y de formas se presentó la corte.

Tascando frenos áureos bajo las riendas frágiles
cruzaron los tercetos, como corceles ágiles;

abriéndose ancho paso por entre aquélla grey,
vestido de oro y púrpura llegó el soneto rey.

allí cantaron todos...Entre la algarabía
me fascinó el espíritu por su coquetería,
alguna estrofa aguda, que excitó mi deseo,
con el retintin claro de un campanilleo.

Y la escogí entre todas. Por regalo nupcial
le dí una rima rica, de plata y de cristal.

En ella conté un cuento, que huyendo lo servil,
tomó un carácter trágico, fantástico y sutil;

era la historia triste, desprestigiada y cierta
de una mujer hermosa, idolatrada y muerta;

y para que sintiera la amargura, exprofeso,
junté sílabas dulces, como el sabor de un beso.

bordé las frases de oro, les dí música extraña,
como de mandolinas que un laúd acompaña;

dejé en una luz vaga las hondas lejanías
llenas de nieblas húmedas y de melancolías,

y por el fondo oscuro, como en mundana fiesta
cruzan ágiles máscaras al compás de la orquesta,

envueltas en palabras que ocultan como un velo,
y con caretas negras de raso y terciopelo;

cruzar hice en el fondo las vagas sugestiones...
de sentimiento místicos y humanas tentaciones.

Complacido en mis versos, con orgullo de artista,
le dí olor de heliotropos y color de amatista...

Le mostré mi poema a un crítico estupendo...
Lo leyó cuatro veces, y me dijo... ¡No entiendo!
Poeta

Poemas :  Helada destrucción
Helada destrucción

Cuando la nieve recuerda su corazón
De fuego habiendo sido
Del agua haber habido
¡Aire habiendo sido!
Helada

Destrucción... ¡Hielo asoleado!.
Es de la esencia de la vejación la probidad
Helada
Goteando corazones sobre desiertos valles
Destrucción
De la piel nocturna una mirada ausente
Helada

Al huir el tiempo de los relojes asombrados
Destrucción
En los péndulos heridos sin sus ritmos
Al
¡Enfangarse la consciencia abribonada!
Al
¡Enlutarse la inconsciencia fascinada!
Helada... Helada...

Destrucción
En las noches blancas sin sus sombras
Destrucción
Al salir las puertas por sus ventanas
Magnetizados
¡Clavando verbos, tallando estrofas!

Al engaitar
Ambulantes las miradas sentimentales
Al arrobar
A lo lejos su soledad decoran
Al enlaminar
Los latidos de las campanas secretas
Los venenos de las razones ausentes
Hielos
En la cercana carencia despiertan
Evaporados
En la muerte eterna de la vida

Helada
Destrucción
Es
La cordura amante de las balas
Es
La sensatez excluída
Es
Al tergiversar la prudencia
Es
Al encubrir disoluto
Destrucción
Helada

Un temerario ungirse
Muladares del bolsillo
Desempleados
¡Habiendo sido lucidez!
Lastimeros conformistas
¡Ahora!
Quinqué apagado
Al haber sido empuñado
El hilo helado
Con brío
Sereno
Es
Donde
La nieve olvidó el fuego.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta