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CAMPANEANDO SOLO
En los labios de la escarcha el fuego derrite, al sol fresco entre las hojas de sombra, peinando nublado al suelo de campanas, con la transparencia del silencio azul, sembrando sueños bajo el tiempo.
Campaneando solo campaneando.
Con el ritmo que salpica el viento verde, el nuevo recorrido de la noche inquieta, en el árbol que espera la fuente lenta, entre los años más elevados del día, donde el invierno tiene frío y pena.
Solo campaneando solo.
Cuando la voz camina en el bosque rosa, de muchas tardes con nerviosas nieves, en los ojos de las hierbas alquitranadas, con las ramas dejando al cielo oculto, de los frutos al vitral en primavera.
Campaneando solo campaneando.
Porque la guitarra se inclina sometida, a la madera vencedora de las mesas, donde las cuerdas ven al violín dormido, en la noche más pequeña de la tortuga, bordeando naranjos y campanas calladas.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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INHUMANOS
¡ Oh, almohadas de sueños sangradas ! Lágrimas y desolación en expansión entre océanos ; las espumas gimen truenos. Días, demencia y metralla. El poder, la ambición, el abuso. Ácido, espanto que crece ; Y el ambiente... Al romperse revienta y detona Al acobardado ritmo de campanas El salado descontento habita el aire. Y miles son las ausencias reunidas Aquí en la insumisión de pesadillas Allá en la rebelión del desconsuelo Acá en el quebranto del desconcierto Las noches lloran sus estrellas los últimos resplandores justos. ¡ Ninguno toca ya el gusto honesto !.
Autor : JOEL FORTUNATO REYES PEREZ
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Poeta
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PSEUDONAUTA DEL PORVENIR (Neosurrealista)
En los hombros del futuro, besaba el pretérito, la muerte venciendo, en la memoria esquiva.
Encontrando un excelente ejemplo de continuidad, a despecho de las modificaciones consideradas como rastros del olvido inveterado, lanzando una moneda que se arrodilla a través del agujero del momento, que tiene una vida semejante a la del lápiz, al terminar en la perla llevada a modo de amuleto, a fin de que las aguas no pierdan su humedad, a causa del fabuloso ritmo en el acto de la realidad viviente, de los fracasos dulces, y programados por el amor telúrico, de los vertebrados terrestres, en el afán de beber las nubes hablando.
Por la costumbre, del vidrio qué se renueva, jugoso frente a la mesa, que de nada sirve al mar. ¡De ausencias construido!
Con la eficiencia del plomo regenerado, y la milagrosa difusión de mentiras infinitas, de la repetición redentora, de la matriz donde se sepulta, a los muertos junto a los vivos, por la inagotable creación subterránea, del plástico fértil que se unta de arcilla, y de jugos vegetales, en las pupilas de una poderosa actualidad, encerrada en los frascos de los sillones frescos, y las corbatas del gran estanque gris, y putrefacto, vestido de pureza, y honestidad barata. Por éste y muchos otros éxitos, que prometen aportar datos infinitos, sobre el Triásico medio y tardío, al que viajan sobornando.
Con las ausencias provocadas, con la voz de pies descalzos, la consciencia ni a intento llega. ¡Al mañana volando!.
Con el tiempo estos viajes, y otros textos se multiplican, forzados por el olvido definitivo, en la soberanía que brinda la inmortalidad gratuitamente. por el cálculo de los valores de una proporción, y repartiendo la inversión de las razones, y permutando los medios que evitan que las cuerdas resulten demasiado cortas, tanto en la aritmética como en la gramática, después de la boda embobada de las ecuaciones, con postulados o axiomas flexibles a voluntad, porque se toman dos semirrectas distintas, con un mismo origen, en los criterios de semejanza de los triángulos celosos, de la siesta de la bisectriz en fiesta, por el huso esférico en la intersección de un alfiler apasionado. ¡Por la geometría del indivisible porvenir!.
Del espejo sonoro, sembrado en la nube, seco el reflejo, sale despavorido y callado. ¡Por viajar a la incertidumbre seguro!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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