|
“Del enojo y la frustración . . .”
Aunque López friegue y riña, la Lic. Norma Lucía Piña con formalidad correcta fue elegida Presidenta.
De la H. Suprema Corte de Justicia, por su aporte bien ganado de jurista muy versada, progresista.
De amplia carrera judicial, treinta y cuatro años, especial su responsabilidad será y mucho más la enaltecerá.
Maestra, Doctora, fue Jueza, Magistrada, hoy, le interesa con esa gran trayectoria completar su propia historia.
Pues, se debe reconocer que es la primera mujer que ocupa el citado cargo, hoy, salimos del letargo.
Después de doscientos años va una dama de redaños que “rompió el techo de cristal” y la tendencia patriarcal.
En su nombre está integrada la Constitución sagrada, ley, jurisprudencia, derecho, todo tatuado a su pecho.
Aquí ni la duda cabe, esta Ministra sí sabe, nada que ver con Jasmín ni con Saldívar, en fin.
El peje no se la acaba, está que truena, como haba, no le cumplirá caprichos ni ocurrencias, en sus dichos.
Tendrá que felicitarla, en paz trabajar dejarla, así, respetar a las mujeres y a la división de poderes.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 02 de enero del 2023 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
|
Poeta
|
|
Paréntesis Sonámbulos
Los frutos del suelo maduro se esconden. Entretejiendo los recodos púrpuras. Paréntesis, al final de las sombras libres. Sonámbulos. Albergando al mundo ferviente.
Un vestigio del portal color pastel. Estando acerada la corteza. Entre sonámbulos paréntesis. Estando desviada la nube, un vestigio del remiendo prohibido.
Paréntesis sonámbulos, una vez, palabras. Con seis sabidurías que huyeron. Con el respeto de los botes. Paréntesis inconfundibles como ninguno.
Sonámbulos, prematura ruina que atisba, la hojarasca de un apenas conocido, atenuado el remanso precioso.
En las cumbres pródigos fracasos. Hay débiles margen y renglones.
¡Parientes del sueño alado!. Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
Espiritual ventanal
Abriendo Los Ojos del espíritu Encontramos La Estatua de conceptos rígidos, azada y azabache, al tomar la dirección derruida, batuta, bazofia, befa, en cenizas, de cosas ilusas, orujo de ornato, en la brasa, del agua, quedaba la vida, consumida, y las corrientes qué la mueven con la arcilla con todo lo inmenso dentro, en continuo flujo, de los procesos secretos, de ayer, de cambio, sin principio ni fin, nunca dos veces por igual, formando la vida, rehusando recibir algo por nada. ¡Quedaba la vida! En el centro En la suma de muchos esfuerzos En la solución de arduos problemas En el cultivo veraz, de serenidad y firmeza, de honor, valor y dignidad.
¡Quedaba la historia! En el mundo En la transparente memoria En la práctica de virtudes correctas En el cultivo honesto, de respeto y humildad, de lealtad, confianza y bondad..
Por la fermentación vital, Ultramontana, De la envoltura y la forma, Sajadura, De la substancia y el contenido, ¡Zurcido! En La franca discusión de las divergencias Sin Evitar oír amargas verdades Sin Negar los fracasos dolorosos Abrir Las ventanas Las mentes En Los espíritus nobles. ¡Ventanales!.Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
SONRISA CAVERNOSA
Bajo el temblor la falda y volcán Una garganta tragó respeto espumoso Ríos y gusanos columnas agitadas Lamentos de avenidas y arrebatos.
Estiércol en bandadas y ávidas fieras Viudos cuerpos cementerio y mala leche
Las serpientes envolventes, los implacables silencios, los túneles derramados.
Bajo la falda extraña perpetua Espera el miembro caído y hueco Queda su pecho cruzando noches Medio amante bulto y esclavo
Se la clava y se la clava. Calva y líquida sonrisa descarada Pide su difunto sueño torero. Alimento de bramidos rastreros.
Con sus lugares huecos y vacíos De lácteas emociones cárnicas Espera le penetre honda alegría De besos lapidarios y pisadas.
Hoguera sombría y agresora El temblor resopla dos filos Muy adelante, muy... muy despacio Desnuda escucha rencor y ruinas.
Llama y llama cada rato y rata. Llama de secos lutos, viejos olvidos Olvidos de resecos labios. Hila ciega la sangre secreta del futuro.
Futuro de pasados remotos terremotos, cementerios invisibles flores espejadas, pedazo desalmado, perdido del infierno, y por cada pared decoró la inocencia.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|