Es el sueño el que me lleva; la brisa, cálida y suave, la que me guía; una ilusión, una esperanza, ¡qué se yo!; otro destino que se ofrece en la incierta llanura donde pasados y futuros dibujan mágicos y bellos presentes. Sigo las pisadas de todos los de ayer, de los que fueron dejando surcos en los caminos como arrugas en sus caras de tanto callar y llorar, ¡maldita sea!... de tanto sentir; sigo las pisadas como nómada buscando edenes donde poder respirar; como niño que busca impaciente sin saber que lo es; como pájaro libre que vuelve una y otra vez. Es la entrega, la justa rendición, el abrazo del alma, el silencio hecho pregunta y respuesta; es la paz de la vida sentida en este instante de emoción regalado. © (jpellicer)
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Poeta
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