Cuentos :  Historia de un cuento
HISTORIA DE UN CUENTO

Desde el vientre de una diminuta pluma antes,
quetzal era su madre solo en la mano aunque
no con mucha frecuencia del principio al fin
entre las hojas, ramitas, frutos a veces volando,
cuando empezó a salir muy pequeño pero muy
visible, con unas letras tiernas balbuceando...
En los renglones imaginarios de las blancas
hojas recicladas. Luego marchaba, torpe y lento,
como gateando cuatro verbos y el sujeto, a veces
caminaba en un pie pues le dolían los adverbios
y alguno que otro artículo de taciturnas frases entre
largas y cortas oraciones.


A poca distancia bajo una vieja y desteñida
gorra estaba su padre cultivándole sueños,
reales o alegóricos [/font]ensueños gráciles, en
los intrincados caminos de grises y blancas
substancias amables e imaginativas circun-
voluciones que ascendían inocentes hacia
ahí, a ese lugar especialmente secreto, desde
la región reticular del tallo de los deseos del
despertar y de la protuberancia sutilmente.

El día avanzaba sin piedad, entre nublados
melancólicos, sin duda de carácter débil,
pues aún atormentados, la sequía continuaba.

Esa vez, su madre fue tomada amorosamente
por la misma mano de su padre qué lo había
engendrado, bajo la sombra del árbol, qué
caía sobre la gorra, y le indicaba suavemente
plasmar en letras confortables a los imagina-
tivos ojos qué tal vez leyeran.


Al principio, recordaba él, no se escribía.
Hilo contado parecía y seguía, y muchos
lo pasaban de boca en boca como a él,
que recordaba muchos, de
sus abuelos,
mitos, fábulas, leyendas... Estaban en su
memoria varios, desde los Vedas Hindúes,
hasta los de Sherezada seguidos de una
interminable lista de épocas y lugares..


Tras su confinamiento en aquél cajón
polvoriento y pálido estaba plasmado, pasmado
a veces sobre unas letras irregulares.
Había viajado en sobres, bolsas, cajas,
maletas, carpetas, en fin una vez le cayó
agua de un techo y por poco y se ahoga.

___Así se sobrelleva el embate del destino,
se decía, bosquejándose tiernas arrugitas
del papel amarillento donde estaba___

¡Y del qué misteriosamente desapareció!.

Esperanzado pensaba en lo inmaterial del
tiempo inmemorial, diciéndose:

Algún día alguien me verá con buenos ojos
abriendo sus ventanales creativos, y podrá
reconstuirme, encontrarme quizá, en la
misma fibra de su vida, coloreada entre
realidades, fantásticas, o doloridos vientos
susurrando, multiforme ideas y estilos.

Y me verá correr, sonriendo moralmente serio,
extraño artístico y despeinado, fumando filosofía,
ó cazando historias hechas o por hacerse, entre
sabores románticos y olores mágicos, o en las
infinitas formas y esencias qué mejor les acomode.


Aunque por éstos tiempos, esperaba, invisible,
hasta cierto punto creación en germen, y solo
dialogaba con algunos de sus hermanos textual-
mente físicos y muy variados electrónicos digita-
lizados increíblemente antiguos.


No obstante, vivía latente en blandas mentes,
en el fondo espiritual de corazones razonables,
en el mismo ser encarnado del relato... Y solo
esperaba. Esperaba salir de nuevo, al espacio
psíquico multicolor trascendente tal vez algún día.

___Para hacer su propia historia y contarla__

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta