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Hombros rotos
¡Hombros rotos... Somos!. Rostro roto. Somos. Como prólogo. Solo. Otro oro rojo. Solos. ¡Cómo sol polvoso!. Honor color mohoso. Con cho sollozos homófonos. ¡Cómo rostros rotos polvosos!.
Por otros nosotros. Con otros hombros rotos. Por otros plomos. Con otros rostros polvosos. Por otros orondos pomposos. Como pronto lodo... ¡Sonoros!.
Somos... Hombros rotos. ¡Otros ojos rojos!. Somos... Hondo dolor. ¡Como coro lloroso!. Flor solo... Protocolo solo. ¡Flor, color otoño, solo!.
Hombros rotos, rostros polvosos. ¡Por orondos pomposos sonoros!.
Otro sol borroso. Somos. Otro tronco roto. Somos. Como fondo sordo. Con loros como coro. Con monos como probos. Con golfos como robots.
¡Hombros rotos, logro horroroso!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ANTE LOS NUDOS DESNUDOS (Texto Neosurrealista)
Aquí sigue el olor a instante prólogo y epílogo ¡Aplauso de orangutanes con cetro! que menos dolerían estando ausentes en la memoria perdidos unos entre otros encontrados en sus perfumes ¡Donde las rendijas se filtran! En el último principio ¡Un final dentro del otro!.
Pero... ¿Qué entraña consentir a éstos bichos?. Muchas culpas por los resultados obtenidos, por ser asnos preocupados, por la tendencia reciente de los focos apagados, en las cuestiones inútiles, con la enorme desgracia que inquieta a los topos, por la luz cruel, en los extremos de los accidentes afortunados, fabricantes de rapiña y de mentiras, nuevas cada día que el almanaque disimula, entre las sonrisas acumuladas sembrando el polvo.
¿Porqué hubieron cabido dónde no quepo? Aún extendiendo miles de nubes. ¡Ya verás ya! Ya mullirás maullando el felino Por venir de esos lugares adónde nunca se ha ido ¡Cuando el dolor cierra sus ojos arrancando al corazón quejidos dónde el silencio calla! ...Dónde tal vez cupiese estando yerto.
Visto en retrospectiva, los más grandes y completos germenes infecciosos, causan menos daño y son menos complejos, aunque se necesiten trescientos matraces, como indican los nombres apareciendo en todas partes, una vez agotado el positivismo charlatán de las crisis, que ellos mismos crean, rodeando las guitarras con la sonrisa fascista, y las manos cultivando sardinas, en las conchas de las fogatas, con nuevas formas y temáticas, siendo un tan sin embargo, dentro de un no obstante.
Allá dónde resbala el tacto su caricia vana y refrigerante El sabor que enmudece al palparlo ¡Olor que a la vista ensordece! En el ruido que se esconde En el estéril aljibe bermejo ¡Con las palomas atigradas! Dónde la amistad es disparatada Y la honestidad sincera ahoga ¡Enredando a cualquier nudo sencillez!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
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Poeta
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PRINCIPIO PÓSTUMO
En un principio. Interminable cadáver era. La esquina asombrada del siglo. ¡Pasado, pasado, pasado, oh, muertes del pasado!. Lenguaje. Del... ¡Corazón vacío!. ¡Bello hongo de bombas!. ¡Solo lodo latiendo!. Y aún hoy respiran. ¡Póstumos de principios!. De Principios y finales. ¡Falsos, falsos!.
Principio salvaje. Del fino fracaso ritual. Experiencias obscuras. ¡Prólogo y réquiem!. Entrañas de médano y maleza. ¡Taimado marrajo!.
¡Póstumos, póstumos y solo póstumos!.
Los años tejieron cada monstruoso fracaso. En la tempestad agrietada. En cada pueblo no escogido. En cada pecho deshecho, ellos son los buenos. En cada empantanado aliento, ahora siguen iguales. Loa años extraviados, lánguidos, fueron blasfemia.
¡Iguales, ahora cómo hace milenios!. Dos póstumos principios y finales. ¡Iguales cómo ahora!. Nada han cambiando.
Los principios quedaron en amargos riscos. Y los rosarios partos de solo partidas. ¡Alimento de púas cada almohada!. ¡Entrañas de afilados alacranes!. En todos los cielos una inmensa tumba. Cáscaras estériles hay en cada nube. Y el retorcido cráneo exhala escamas.
Principio. Principio mudo de arrecife. ¡Solo maquinal carcajada!. ¡Preso lame el hueso ofuscado!. Sangrientas. Cavernas... ¡Sangrientas cavernas!. Y callan, su lenguaje, y matan la consciencia.
Principio póstumo bajo el pellejo. ¡Son, fueron, y lo seguirán siendo!. ¡Vean, vean, vean!. Añejo. Polvo. ¡Añejo polvo!. Urna póstuma de ínfimos.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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