“Cazuela de ancha boca que la cultura provoca.”
En la Ciudad Capital muy leal a más de señorial con su angelical adviento la Virgen brindó su aliento.
Neguib Simón visionario emprendedor, empresario, apelando al intelecto persiguió, fiel, su proyecto.
La imponente construcción de la casa tradición de la pasión del toreo, arte, sublime recreo.
¡Plaza México señores! rindámosle sus honores; toneladas de cemento, monolito, monumento.
El hormigón su estructura, arena, ruedo de altura, que profundos sus cimientos me invaden los sentimientos.
Recordando aquel momento de taurino lucimiento ¡viva el cielo omnipotente!, mediados del siglo veinte.
Como han soplado los vientos, año de mil novecientos cuarenta y seis, ¡qué osadía!, cinco de febrero el día.
Sonaron parches, metales, los toreros muy formales de mil luces bien vestidos orgullosos, redimidos.
“El Soldado”, Manolete, Luis Procuna, ¡qué triplete!, inauguraron el coso enorme inmenso coloso.
Convertido el gris en oro repleto lució de aforo máxima capacidad, multitud su realidad.
Cincuenta mil, mis hermanos, pañuelo blanco en las manos por finas lidias de altura, de la maestría y la cultura.
Querencia de aquellas tablas rojas que parecen diablas de corrales, de animales, de cuadrillas celestiales.
Que sintieron los redobles musicales pasodobles, tauromaquia, ¡qué faenas! de temple suertes supremas.
Capote, muleta, vuelen, arte, magia, se revelen, que Dios la suerte reparta rabos y orejas comparta.
Felicidad en la grada bella fiesta nos agrada, conmueve el aniversario de tan sagrado escenario.
Algarabía en los tendidos setenta años bien cumplidos, saludo a Antonio Cosío, a Rafael Herrerías, ¡par de trapío!
Me dijo aquel monosabio, que por cierto era muy sabio, que la Plaza está bendita, que el toro la necesita.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda. México, D. F., a 05 de febrero del 2016 Dedicado al Sr. Empresario, Doctor Rafael Herrerías Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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