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Reflejos del tiempo
El espejo escondió su rostro. En las manos de las nubes.
Campanadas de un reloj. Silencio, azul, estrella del pasado. Una vez. Jardín de sueños rosas.
Música del corazón. Miel en el alma.
Pasado inmóvil. Presente inquieto. Futuro, plan, mapa, dibujo.
El humo dormido sueña su fuego. Las plumas, las aves, los cielos. El destino sin nido vuela. El aliento divino. Llega, pasa y regresa.
Y el polvo vuelve a ser polvo. Y el espejo se hace viento.
Una vez... Infinito... Completo. ¡En la eternidad!.
Donde el principio y el fin son iguales. Hilos de lo mismo. Círculos y esferas perfectos. Causas y efectos. Esencias que se engendran mutuamente.
Y donde los reflejos del tiempo son espejos. ¡Inseparables eternamente iguales!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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TRASOÑAR SOPICALDO (Texto Neosurrealista)
Como fiera mariposa afiebrada, espera caminar como una cobra. Allá donde el cobre vale oro. Porque...
Respecto a la relación interindividual de los automóviles, con base humanista, se ha estado logrando la manipulación marginal de los guantes, después de tomar las distintas luces y posiciones amorosas, en las situaciones de los techos inclementes, y las opresivas teclas ricas en aminoácidos esenciales, lentejas con gran responsabilidad social, ajonjolí tímido, habas de buena fe, y el mejor garbanzo en gotas para evitar los asaltos de sabiduría con leche.
Aunque ahora, la gran preocupación se debe a los refrescos injustamente embotellados con el plan telúrico de los semáforos, que bien infestan con sus virtudes aromáticas, la destreza del patio para custodiar la basura por una membrana gris, y leñosa a la que se le agrega vinagre, sin alimentos, con cemento y limonada del cementerio de origen animal, ni preocupaciones por las dietas de las últimas encuestas encueradas, aplicadas en las rodillas de la abundante bibliografía del huevo.
También se ha considerado, y sobretodo, con el alto anuncio del trasoñar endemoniado, acabar con toda la falsedad compatible con las agendas del mercado, azulado y un poco ácido, con un paquete reductivo, y rejuvenecimiento plus después de pagar a crédito el aire respirado, con la amapola del primer cerillo con fiebre entre la gran venta monstruosa de diez pies cúbicos de ilusión, en el estómago de un tigre en compañía de cinco manos piramidales tapizadas en vinil en la cena de acero inoxidable.
¡Vaya sopicaldo!. Bien incrementa la capacidad lisa de la versificación rectangular, terminada en color de aceite en cuarentena con un poco de huracanes y espeso chocolate, incluidos los cojines decorativos por una noche descuidada, en ceremonias que se ven, y celebran desde hace siglos midiéndoles los isótopos a las conchas, cuando despiertan en las cuevas cubiertas con cobijas en el ámbito del parabrisas, y empañado por la cercanía más crítica de una lombriz apasionada.
Esta actitud da lugar a un cambio de planteamientos en los panteones de vegetales, cuando el hielo se torna tibio, y puede ser peor con el cultivo de la papa, y en el parque de diversiones anillado de langostas en las praderas angostas con manchas de artemisas atrapando los ojos de una calabaza sin semillas. Pero, desde una visión más técnica que carnívora, particularmente cuando se cierra el concurso de la revista que ha asumido la dirección en la producción de motocicletas, y escobas para los reportes del clima de las cavernas que solicitan participar como fotógrafos de las olas que podrían interrumpirse, cuando se cae de la cama por el mayor contenido de sal en el café.
De esta manera, no resta mucho que decir, salvo que si pueden venderse portafolios, después de la potencial e interminable relación de catástrofes, que se escuchan con la cara rolliza de los bosques impenetrables, que han sido visitados por un día diminuto, influidos por la moda de las últimas calles diseñadas entre los hielos polares, con la mayor trayectoria en el equipo editorial de los gatos, y sin causar graves daños al papel de baño. ¡Oh, trasoñar!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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LEYENDA MINERAL
Era mi primer nacimiento, dijo, la sombra relampaguendo a lo lejos, en la vela del barco por inventarse, siglos después de esa edad de pie dra, nueva noche antes de la luna bajo el roble hospitalario. ¡En la forma tubo, de ensayos miles, de aquél ralo nitrógeno fosforescente!.
De los progenitores las preguntas vestían su piel delgada y sintética. ¡Estratégica pipeta micrométrica!. Seguramente flexible a las retinas del viejo lasser, verdoso, en las capas embrionarias veredas fijas en la mi- rada calculadora del espacio. ¡Estrecho de un segundo luz!. En las letras químicas eran las emociones grabadas de renacimientos en un cajón vacío lleno de polvo, ya sin aliento, saltando, enmanzanado, con el olor prohibido sabor placer, repleto de cortinas incandescentes, centelleantes las insinuaciones, de culpas ignoradas, volúmenes, sin escribirse de atentas solicitudes, y súplicas de optimismo en blanco.
La última muerte, sofocada, débil, inaudible. ¡Semejaba la palidez sin nombre!. Era la nueva leyenda descubierta, al fondo del diamante caído. Entre el inmenso meteorito palpado con el pensamiento inquieto del curioso paleógrafo holográfico del tamaño de un androide clonificado. ¡El plan maestro de la muerte circular, fallaba, más allá de los dados!.
Dijo, gesticulando ante la dudosa pantalla. ¡Aquí puede leerse, sin duda, sí, puede leerse y decodificar íntegramente la corazonada matemática, del conjunto arquetípico del primer reino!. Seguido después de la vegetal razón. ¡Qué añejaron civilizaciones, extintas, ancestrales y más aún las actualizadas, empalizadas y espadosas, todas al final previsto, se autodestruyeron!.
Entre las partículas inestables, brotaban en caracteres crípticos, unas palabras de la leyenda. De la mineral leyenda.
"Y el carbono amó al oxígeno. Y el hidrógeno al nitrógeno. Y el diamante se hizo. ¡Puro al final!. En el corazón del cielo en la tierra". Y...La humanidad genuina, unida es sueño... En esta mineral leyenda.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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AMARSE PLANTANDO
A MAR SE En el portal del fichero descomprimido hay, un disco amoroso hoy. PLAN TAN DO Y si alguien tiene derecho al amar, un cielo, hay, homenajes, al suspirarse.
Invitando al viento, en cada dedo grácil, del sentimiento, sincero.
¡Amarse, plantando, amarse!. De La Planta A Las Palmas en la misma alma plantando.
En la orilla doméstica qué recibe flores, sin ofender las noches aladas, por la manzana bien amada, aunque las sombras, lloren y lloren, ¡Por las orillas en bruto!.
A MAR SE Cuando al rostro se acerca un ramo de mayo, en la frente qué escapó, derramando transparente, plantas lácteas calmas.
A MAR SE Inocentes a falta de palabras perdidos, en los tendederos de primavera, preocupados del torbellino, al desaparecer la nieve.
A MAR SE En los contratiempos lamentados hielos, queda la imponente guitarra, que rompe las olas al viento.
PLAN TAN DO Vagabundas las manos inquietan, las botas en la maraña de tardes, en lo profundo gentes extrañas, atado a una cadena y antorcha. PLAN TAN DO El bambolearse amarga las dudas, del tablero arruinado en huesos, en la puerta del taxi abrigado, cansada la herradura, convertida del humo, plata, dorada. ¡La planta del amor!. Plan Tan Dose Al A MAR SE Fusionando cielo y tierra, alma y cuerpo, esencia y forma. ¡Unidos!
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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