“El cielo el mejor refugio . . .”
Ayer, veintiséis de mayo, casi, casi, me desmayo al saber que mi comadre se murió entrada la tarde.
Nos dejó Doña Cuquita el destino nos la quita, en la Isla de Janitzio su enfermedad sacrificio.
Malestar malvado, sucio, falleció Nana Refugio, que el dolor no se repita, que tenga fin nuestra cuita.
Compréndanme, mientras lean espero que bien me crean, yo también la extrañaré, de ella, mucho precisaré:
Su bendición cariñosa, para mí, la mayor cosa que me daba a mi partida cuando, ya, iba de salida.
Con su mano cruz hacía, “Papacito” me decía: “jamás te pasará nada”, mientras que me persignaba.
Yo, le besaba la mano e insistía en el besamano, modesta, la retiraba con pena me la quitaba.
Siempre sentada en la silla, le tocaba su mejilla, tímida escondía la cara, me agachaba, la abrazaba.
Así, parecía rejega, más, era alma que se entrega como una niña que juega que, en su sonrisa, te lleva.
Lo digo de corazón, me cuida su bendición, ¿por qué creen que vuelvo aquí, cómo si fuera de aquí?
Por esa simple razón recordarla es emoción, yo también la añoraré, por siempre le lloraré.
Se fue la comadre grande, que sea lo que Dios nos mande, en el cielo está bendita El Señor . . . la necesita.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Isla de Janitzio, Lago de Pátzcuaro, Michoacán de Ocampo, México, a 27 de mayo del 2012 Dedicado a mi comadre grande, Doña Refugio Flores Guzmán (QEPD). . . Reg. SEP Indautor No. 03-2012-083012362100-14
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Poeta
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