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EN LA VICISITUD TREPIDANTE (Neosurrealista)
La noche mira, el cielo negro, sin ojos, solo estrellas, lunas, redondos abismos brillantes, ahorcando palabras y silencios, cortejando a los números esquivos. ¡Porqué las hojas desnudan el viento!.
Mira la noche el encabezado de los ecos, demasiado exhaustos para hablar del silencio, cada vez que se requiere, por los bosques hoy, rebeldes, que resultan imposibles de evadir por ser andrajosos y peregrinos.
El cielo negro oculta la sonrisa, feroz, única en el mundo, como hormigas, en fila india, blanda y aguda, que se quedó fuera de casa, sufriendo dolores intensos, en tanto que las botellas, seguirán el mismo trayecto.
Sin embargo, en el trípode formado por el ciclón, y los metales, hay una pata que todavía luce gris, inestable, que conversa con peces y orugas, sepultando gasolina en una vieja choza. Al levantarse la noche, se puede apreciar el contraste, por el polvo que está tosiendo, algodón, arroz y mijo, ennumerando las carencias, en las nuevas pantallas de plasma. Para eliminar la sensación dulce, de frío que le da al hielo, hilo, y el maíz se puede guardar con hambre, y en el proceso de secado, las ranas conducen, al rebaño en un rincón de tierra.
He ahí, porqué la unidad de pasado y presente, es el factor básico para matar el futuro, entre las numerosas formas que adopta en los recipientes más corrientes. Una vez, llegado a su hogar el invierno, se mantiene como un flexible nómada, y empieza a formar columnas, por lo general antes del amanecer, provocando serios problemas de escasez, más no por eso deja de ser un gran esfuerzo. Por esa razón, los payasos, las mímicas y las palomitas sirvieron para motivar a los libros, rechazando, sin duda, las evidencias que contradicen al ponerse al descubierto, la falsedad escondida, trabajando en la mina, con la penalidad agravada, y el envío de los paquetes de sueños.
Por fin, y gracias a todo ello, se realizan este tipo de eventos que van de la mano, y aún no regresan a casa, para disponer voluntariamente de sí mismos. Aunque el misterioso brillo de las setas, es de manera intencional o fortuita, una especie para marcar los caminos, protegidos en yeso para moverlos, y pueden significar una amenaza proveniente de las nubes. Pero en la vida, más bien, es el cuerpo el que debe determinar el momento adecuado, de una interrupción planeada. Sin bien trepidante, no deja de ser una vicisitud entre muchas otras, que con frecuencia traicionan el criterio de la razón egoísta, con la lentitud típica de todo lo incomprensible. Como bien lo muestra todo lo anteriormente expuesto.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Tiempo peregrino
Herido perfume por un sueño fantasmal ¡Quedó revestido de raíces y alfabetos! El invierno pronunciando las distancias El verano manantial de la montaña... ¡Herido, tiempo peregrino!
Herido de cálidos luceros almendrados ¡Quedó investido de raudos ramajes! El suspiro de la nieve y la naranja El anhelo de la hierba y el granate...
¡Peregrino, herido, tiempo!
Herida la fuente la sombra mojaba Los recuerdos en campanas inocentes Las memorias en campiñas infalibles Los racimos en cántaros intangibles...
¡Tiempo, peregrino, herido!
Herida la puerta la ventana cerraba Entre corredores y amarillas torres Como clamorosas y mediasnoches limpias Entre carreteras y herraduras nobles...
¡Tiempo peregrino, herido, herido!
Herido paisaje mira las estrellas Heridas, la fuente, la puerta, doliente Entre veranos montañosos distantes Entre raíces invernales durmientes...
¡Herido, herido, tiempo peregrino!
Herido peregrinar del tiempo plácido El pasado bañado de rocíos fecundos El mañana gigante de manos alegres Las heridas infinitas curan apacibles.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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