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En la nívea tersura de tu piel de seda, con el ígneo fuego de mi boca quisiera, escribir beso a beso mi última historia, hasta colmar nuestros ansias de amor.
Ya no hay más luz en mi vida que el fulgor de tus grandes ojos claros, con la dulzura de tu mirar has conseguido borrar de mi, las cicatrices de lobo herido.
Paz y calma has traído a mi corazón, que hoy te escribe con gran ilusión, en espera que de tu boca, deseo de dioses, aparezca un susurro diciendo que: ¡Si!
Me dejaré arrastrar por el hado esta vez, Pondré mi vida en sus manos, pues avizoro Un rayo crucial de esperanza, contigo, Sé que saldré de la penumbra a la luz.
Delalma 11/09/2020
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Poeta
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Cuando tú te fuiste quedó detenido el tiempo Mi vida fue laberinto de tinieblas obscuras Destinos inciertos, que mi alma surcó Camino desierto de arenas rojas Sangre derramada por mis ojos, lagrimas De sal que todo cubrían con un manto negro De soledad, penas que no podía arrancar Piel ajada por calores helados, quemado Mi corazón ya no podía latir sin ti Dentro mío campos vacios, penumbra de muerte Tristeza infinita siento, si ya puedo verte.
Por Conrado Augusto Sehmsdorf (Kurt)
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Poeta
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Noche tras noche, viajo sin rumbo alguno, en medio del inframundo, donde las almas en pena no descansan.
Es una pesadilla, que nunca acabara, que hice para merecer tal castigo, que fue lo que hice mal.
Vagando en la penumbra, sin saber a donde, sin salida alguna, no hay esperanza.
La peor pesadilla, esta aqui, no hay salida, solo eso y nada mas.
Erick R. Torres (Angel Negro)
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Poeta
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Mujer-agua, suspiro de noche, viento que galopa como caballo exaltado, mujer que late como remolino al que nadie lo escucha. Hablas para ti, y dilatas tu cuerpo todas las mañanas como cíclope cansado de vagar en la penumbra. Te tiendes al Sol con la nostalgia de junio, por el camino de calles largas, como el fruto en la mesa, al calor de tus manos. Nada se ha dicho y estás aquí -tan pequeña- con rostro de madera y alas de pino, y miras con tus ojos fatigados por la vigilia, inventas signos y exhalas en mi pecho. Mujer, te reconozco tras el espejo-agua porque te traigo dentro, como lluvia de mi sed.
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Poeta
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