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“Rodeado por la cultura, la religión y ventura.”
Lugar punto de reunión espacio de reflexión de follajes, de palomas, del viento, de los aromas.
Calle de Santiago Tapia erudición más prosapia en mi Señorial Morelia la poesía es cosa seria.
Don Luis González Gutiérrez de la docencia . . . un alférez, recordando al profesor el paraíso en su honor.
Bello Jardín de las Rosas de leyendas asombrosas, de jóvenes, de viandantes, de Tata Vasco y Cervantes.
En noviembre, día de muertos, un encuentro de intelectos sus espíritus dialogan lacónicos se desfogan.
Dime, Miguel de Cervantes: ¿la injusticia es, hoy, cómo antes?, escúchame Tata Vasco: ¡la injusticia es, siempre, un asco!
Árbol abrazado de otro, ante el prodigio me postro camelinas enramadas, plantas por hierro cercadas.
Sentir vida junto al tiempo un edén sin contratiempo las amistades, amores, queremos pájaros, flores.
Que vuelen las mariposas que se posen sobre rosas, que la paz jamás se pierda adoquín, cemento, piedra.
Suelo de pasado antiguo pisar que dulce apaciguo frente al arte que se asoma gratas bancas, la Casona.
Ventanales, sus balcones, cancioneros y canciones; gente de oro fina mina restaurants, cafés, cantinas.
Mesas rodeadas por sillas muy verdosas las sombrillas, ricas viandas, frescos tragos que pueden causar estragos.
Ecológica propuesta la bicicleta dispuesta, los diarios, boleros . . . lustre, ¡ay, qué sitio tan ilustre!
Fuente donde el agua brota gota que fuerte rebota convirtiéndose en sonido alegrando nuestro oído.
Malabares, acrobacias, de plebes aristocracias, de aplausos que son escasos como preludio de ocasos.
Las luces de los faroles lindos noctámbulos soles guían seres que se cortejan, que llegan o que se alejan.
Lucidora muy latente la Universidad presente Nicolaíta orgullosa con su cantera preciosa.
El Teatro, el Conservatorio, la Iglesia, su Adoratorio, estatal es el Museo fiel . . . mi cultural deseo.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Morelia, Michoacán de Ocampo, México, a 27 de febrero del 2014 Dedicado a mi Señora Madre, Josefina Aranda de Ramos (QEPD) Reg. SEP Indautor No. 03-2014-073110472600-14
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Poeta
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E.N.V.E.R.D.E.C.I.E.N.D.O.
El río llueve de amarillo. Al corazón del girasol. En la orilla. Tierna vida. Vida, vida, vida. El verde se atropella. Con el río. ¡Qué llueve de amarillo!.
En el viejo otoño. Bajo el mismo cielo. Y a su lado. Amarillas, amarillas, amarillas. Las estrellas. Tiernas. De vida. Lucen. Con el azul secreto.
Sincero entre las noches. Noches días y noches. A su lado amarillando. Reverdeando enternecidas. Por el mismo cielo. ¡Qué anuncian las estrellas nuevas!.
A Lo Lejos De amarillo, amarillo. El río.
Llueve al vaivén del sueño. ¡Húmedas las calles!. Floreando mariposas esmeraldas. Y... De luz la brisa cuelga. El frescor entre los troncos. Del parque conmovido. Del ocaso qué llena. Con el gris. Las secas hojas del eco. Solo, solo.
¡Ay, ahí, hay!. Tierno el verde amarillando. Porqué... ¡Qué miedo el silencio deja!. De la sonrisa primaveral. Extinta... Acaso en tintas pálidas. ¡Ocaso, natural, acaso, acusa!. Por... El viejo azul del cielo enrojecido. ¡Qué fácil el rojo olvida!. El nuevo sol del río. ¡Qué llueve al girasol!. Dónde el verde se atropella en secreto.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Humanizados cielos
Lo que humana .el alma .. no cabe fuera del cuerpo ... en grandes muertes ....de vidrio.
Entre sonidos gastados, .palabras, profundas y ligeras, ..de máscaras austeras, ...los túneles retuercen.
Se nos van, sin serlo...
Porqués escondidos, porqués del tiempo, donde nadie está, ...presente, ... en lo más, del menos grande.
------Un elefante, un viaje viejo.
----Bajo un sabor, sin ejemplo.
Con algodones y tortugas vuela, cada luna sobre mares. Dulces reflejos blancos. Muy aplastado, ....duerme, y arriba las estrellas, brillan opacas, ......en las voces, ........insomnes de borrachos enmudecidos, en el puerto, .....parque pulcro, junto a la rueda inmóvil. El cielo ha humanizado su muerte.
Dejando atrás.¡Cualquier verde!.
Águilas y... Ágiles gusanos, comprando solo minutos de las orillas, evaporadas más, sin alas, ni plumas.
Envían señal...adas...ausencias, por las calles heladas.
Nada se ha consumado, por el todo consumido.
Todo el siglo, en cada minuto de pestañas.
En la oscuridad, lúcidos, cuentan solo soledades, ácidas y agrias, calladas y jadeantes, por la nublada noche.
En la flor, seca de pétalos murmullos, de la vida, ecos perdidos.
Ardientes y espinados, y como las ranas, ramas llaman. Solitarias, las raíces de las piedras.
Creciendo, y de caricias careciendo.
Ante la libertad del frío candado, amante de cálidas cadenas, dulcemente desarmado.
Y no cualquier mañana, la tarde nos olvida, llora nubes que ven, y no cualquier mañana, la tarde, olvidamos, también, llorando nubes.
Por el cielo deshumanizado, que dejó de ser. El mismo que antes era.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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SOMBRA DE UN ADIÓS
Era sombra, sombra entre sombras. Debajo, arriba a un lado. Y del crepúsculo resbaló. Un sonoro...Sonoro adiós.
Hojas del otoño. Al agitar su libro. Y decirlo por la tarde. Con el sueño enlunado.
Sí, enlunado...Mucho mucho. Muy enlunado y casi casi enlutado.
Por los días heridos. Fue adiós de sombras. De sombras un adiós fue. De faroles y de techos.
En el parque al despedirse. ¡En el parque...En el parque!. Te lo digo, con la sombra del adiós. En ése día de lluvia y barro.
Lluvia entre barros y días. Con labios resecos.
Y partidos al partir. Los planes de las notas. Melodía, sinfonía. Corchea del adiós. Se nota. Se nota. Sí de piano y plano.
En un aeroplano se fue más tarde. Una tarde de otras, muy dentro del día. Sombras de las noches del adiós. Fueron ésa tarde, ésa tarde que se fue.
Ese crepúsculo sonoro, casi grito de silencio. Del adiós que resbaló.
Por el barro, por la lluvia, por un fin en fin de sombra. Por el otoño, por el libro, por que así fue. Un fue que era, un fue del antes,. del hoy que se va. Quedando en un adiós de otros tantos.
Libres sueños del adiós. Adiós herido en la sombra.
¡Sombra del ayer y del mañana!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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