CAMINANTE DEL AMOR
Cuanta espinas, lágrimas y besos ilesos
En cada reloj que se para.
Y a veces nadie los separa.
Cuando sus manecillas el tiempo atrapa.
En los péndulos apasionados, enamorados y violetas.
Sombras luminosas del amor sereno.
¡Por los tiempos, por los cantos, por los labios!.
Entre lágrimas, besos y abrazos.
Se fraguan los destinos.
En el suspenso los recuerdos quedan y se van.
Caminan los amores. Se sienten y se viven.
Cercanos como ligeros poemas de la vida.
En el blando pecho del corazón palpitante.
Sendas, cañadas, montañas y nubes, van por sus plantas.
Y de cuando en cuando, los hijos brotan y siguen.
Las mismas sendas…Las mismas esperas.
Siempre por la vida. Caminos y caminantes.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez