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Ninguém sabe da situação do poeta... Só sabe das suas ideias às avessas; das suas escritas às pressas, tentando capturar algum poema...
Psiu! - Deixe o poema liberto, ô meu! - Quem falou foi eu! - Vem procurar briga comigo, pra ver se eu não te ensino como é ficar “preso numa página”...
- É pior do que você imagina. - Você só é liberto se for “descoberto”, e se agradar a alguém... - Aí é que vão libertar você, e você poderá ganhar o mundo... - Quer passar por isso, seu vagabundo?
A.J. Cardiais 18.12.2010
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Poeta
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Cada dia, um início. Cada dia um precipício ou uma nova situação. Cada dia uma emoção banhada de chuva.
Cada dia é uma curva ou uma esquina. Cada dia é uma virada de página ou de pranto. Cada dia você nem imagina o que acontecerá no seu canto.
Cada dia a imaginação é semeada de ilusão, para aguentar o tranco. Cada dia tem seu dia. Cada dia tem seu manto.
A.J. Cardiais 02.08.2010 imagem: google
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Poeta
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FRIOLENTA PRESUNCIÓN
El frío del alma. Duele nieve al alba de los copos rojos. Refugios de tempestades. Atrincheradas en golondrinas. Hilos vástagos de orugas. Las madrugadas hogar de soles. ¡Solo lejanías avenan los trigales!.
El frío agitando entre las hojas. Del alba alma. ¡Vigorosa orquídea!. Del copo fénix joven. Alma desnuda del polvo. Humano Sueño Pálido Inquieta seda Sosegada Traducción de los reflejos.
Un Poco Más Presunción Menos que friolenta, la nieve alba arroja enrojecida, hielos azulados. Entre La Profusa página luminosa entre vaivenes.
Fríos del árbol. Nieve de la vida. ¡Fruta prohibida de mil métricas cadenas fáciles!.
La Libertad herida. La creatividad cercena, la inteligencia menguando en toda la presión de la piel, desesperada entre las pestañas, de las noches meciendo las tardes, en las horas lentas, y los difíciles decires agudos. Friolenta herida. El alma escribe de la ruptura.
Presunción, del durazno por la cereza. Del plátano por morderse una manzana jugosa, es a veces friolenta la espera esperanzada. En la sonrisa escondida palpitante. ¡Presunción!. De la piel inesperada. Deambulando en los círculos relucientes. De la memoria fragmentada entre fusiones. Será seguro. ¡El ocaso!. Yerto frío del alba sin alma.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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BLASONADO ESCARNIO
En la voz de los cabellos obligados. Las corcheas se desencorchan. Página a página, donde los párpados se cierran. ¡Corbeta esencia de copela!. En las puertas prisioneras de los otoños. ¡Glauca gleba generosamente yerta!.
En la flor acariciante del turbante. ¡Del bureo buzamiento lleno!. El
Rojo suelo techo sangre lecho frío. Alicates sinuosos adinerados. Almaradas alígeras claraboyas.
En Los velos de lutos amarillos. Pedestal de astricción y crasis. ¡Blasonado perjudicial!. Del suspiro vilipendio, del inquietante abandono.
Por El Blasonado escarnio. ¡Van los ramilletes de nidos!. Van ¡Los nidos en ramilletes!. Van ¡Apuñalados, apiñados, acribillados!.
En la sonrisa de la corbata. En la piel de la argamasa. Van
Los rocíos verticales del abanico. Los impávidos acordeones agrios. Sembrados por las hachas de pájaros goteando. Los estanques del pálido silencio. Y luego ríen.
Por el escarnio. Blasonado. Sin las pruebas imposibles. Flagrante filamento.
¡Del subterráneo qué late sus vacíos!. En la lengua de cuatro patas. ¡Al filo inmóvil de la cadena!. ¡Al sacrificio del precipicio!. Guillotina en cada esquina, plomo en el aire.
Blasonado. Escarnio.
¡Como ladran los huesos al vacío enredados!. Que ya no tienen. Ni al desamparo en su lecho. Ni al árbol en su cuna. Ni al sueño de lentejuelas. Que ya no tienen. Plegables frases, palabras plenas. Años ningunos, inexistencias imperturbables. ¡Como enredados al vacío los huesos ladran!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Altura solitaria
Con un pedazo de muro el sol perdió, temporalidades y ganancias, en la sombra intacta de la noche, en la tierna página del tiempo.
Sol Y Alturaitaria.
En El Maduro labio de la historia, de la huella del azúcar, de la orilla del viento, del cesto miserable del hambre.
¡Allá, allá! En Sol__Y_Taria__Altura. El sol imprime un pájaro, un pez, en la nieve que florece, en los trozos del silencio, en las auroras en llamas. El sol teje la madrugada, una vez.
Antes... Del asombro subterráneo, las aves doran el abismo fácil, las máscaras de certidumbre sueñan, los tesoros aniquilados inocentes, los tesoros de párpados callados, después del fondo...¡Del vacío inerme!. Antes, de las palmeras enterradas. Con un pedazo de muro perdió el sol la noche la luna el lago tiempo historia honor, asalariando al desmán, al bosque ambulante, a las persianas abandonadas, y la sed de los relojes, detenidos en los anchos meses de indiscretos años.
¡Solitaria, altura de ultratumba!. La memoria revestida de amargura e impotencia, la siniestra y retorcida luz retrógrada. ¡Solitaria, altura escalofriante!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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PÁGINA PIONERA
Fue la gran palabra masticando. Cada letra, cada amasijo. (inicio) De trazos, trozos, trazas. ¡No podría vivir deshabitada!.
Solo Pionera fantasía. Del árbol aracnoideo, internetero, fumarola. ¡Media hoja sin parpadear!.
Solo un pedazo de sonido verde. La corteza de la lluvia, corta, cara, vidrio. El paladar de la ruleta, muda, cambia. Días de segundos, años, siglos siglas.
Inaugurando adivinanzas. Desesperadas. Imaginando silencios. Inesperados.
¡Compagina la distancia fugaz!. Medio otoño deshojando. Fingiendo olores plateados. Los signos, vagos, borrados, difusos. Filtrando voces doradas. ¡Apalabradoramente!. Fábrica seca de lenguas portátiles. ¡Palabreada bofetada al bolsillo!.
Página pionera. Ya. Lánguida tinta sin vida. Inútil quedó en la lectura. ¡Yerta (ahora) renaciendo!. Auténtica quijada. (Mastica que mastica pestañas). ¡No trazas, ni trozos, de trazos!. ___Apagada la sonrisa pálida___
Símbolos, móviles, coloniales. Las letras lloraban. Las diferencias sutiles. Sentadas en los renglones. _____Por el delinear trémulo_____ Del panteón de los cuadernos. ¡Cuadernos!. ¡Paginera___Napion!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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NOCTURNAS ESCRITURAS
Escribía los mañanas con las hojas. De los ayeres papeles de barro y arena. Saludando el durazno con ropa de olivo. Por la espuma de un grandioso canasto. Por la página vegetal y menuda isla. Solo, escuchando. ¡Sabores y olores!. En las rutas sombrías del silencio.
Tuve media hora de muerte cordial. Treinta y cinco esculturas de libros. Con un archivo de anhelos y manuales. ¡Nada extraño al público de hormigas!. Y en la esquina incompleta. ¡Sin lápiz!. Una obscuridad propia y escondida. Anotando enternecido. ¡Milagros adheridos!.
Implacables asomaron los secretos. Y los fríos destellos de un placer lejano. Con su pompa de intemperie y empolvada. Cada cambio de madera y palpitando espinas. Entre un bosque de alfileres y de ausencias. Con el perfume desafiante del cajón. En el cuerpo dramático. ¡De cada realidad!.
Fui un inmenso mural de subterráneo. Túnel pintado entre inocencia y olvido. Constructor de sueños, problemas y cárcel. De finales espontáneos y remotos ídolos. Imágenes desnudas.¡Seductoras maravillas!. Amor inagotable. ¡Confianza aventurera!. ¡Ahora, que me sé, creador de mis quimeras!.
Solo sé que sueño----Al despertar. Solo sé que soy------Al compartir. Siento el dolor------De cruda crueldad. Siento el morir------De cada vida.
En el rincón de mis noches. ¡De mis noches!. Nocturnas escrituras.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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