Verídico espejismo
Reconocí al espejo copiando el rostro,
del tiempo de un viejo reflejo.
¡Qué cambiaba lentamente!.
¡Qué parecía ser el mismo!.
Incapaz de verse.
¡Más allá!.
De
Los
Parpadeantes latidos.
Y desde
Dentro. ¡De los reflejos de todos los días!.
Donde
Se
Escucha solo la fuente seca de todas las noches.
Donde
Se
Palpa el eco dulcemente.
Donde
Se
Bebe al musical vacío.
¡Verídico reflejo, del reflejarse espejo!.
Prófugo esplendor.
Fulgurante pérdida.
¡Por el reflejo cauteloso!.
Yaciendo sobre el sol dormido.
¡Que quizá quiera salir del sueño!.
De
Lo verosímil colosal fanático.
De
Lo sinuoso vulgar cárcava.
Espejismo de los títeres.
Veraz custodio de la miseria.
¡Qué quiere ser otro espejo y otro reflejo nuevo!.
Y atrapar el aire lento,
y cambiar la luz que ciega,
y tener la obscuridad que alumbra.
En
El rostro de cualquier espejo.
En
Las alabanzas de la grosella.
Con
La indumentaria de gacela.
¡Solo verídicos sueños!.
Espejismos son,
con las opiniones enraizadas.
Prudentes
Las opiniones anunciadas.
Honradas
Las opiniones enramadas
Templadas
Y
¡El rostro del viejo reflejo!.
¡Entre los espejos nuevo!.
Sencillamente el verídico espejismo.
Del
Siempre. Con el nunca en cada instante.
Del
Vértice. De la burbuja de una sola ola.
Del
Desabarquillar al falso espejo.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez