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LLUEVE EN SILENCIO, QUE ESTA LLUVIA ES MUDA. Autor: Fernando Pessoa Portugal 1888-1935
Poeta, ensayista y traductor portugués nacido en Lisboa. Es la figura más representativa de la poesía portuguesa del siglo XX. Su admiración por Nietzsche, Milton y Shakespeare, lo llevaron a traducir parte de sus obras. Dirigió varias revistas y pronto se convirtió en el propulsor del surrealismo portugués. "Mensaje" fue su primera obra en portugués y única publicada en vida del poeta. Parte de su obra está representada por los numerosos heterónimos creados durante su vida, siendo los más importantes Alvaro de Campos, Ricardo Reis y Alberto Caeiro. Esta obra es versión de Ángel Crespo.
Referencias útiles son: https://es.wikipedia.org/wiki/Fernando_Pessoa y https://www.youtube.com/watch?v=gpJHnbhtrJw y https://www.youtube.com/watch?v=Ry2ohkc0Sbs
Llueve en silencio, que esta lluvia es muda...
Llueve en silencio, que esta lluvia es muda y no hace ruido sino con sosiego. El cielo duerme. Cuando el alma es viuda de algo que ignora, el sentimiento es ciego. Llueve. De mí (de este que soy) reniego...
Tan dulce es esta lluvia de escuchar (no parece de nubes) que parece que no es lluvia, mas sólo un susurrar que a sí mismo se olvida cuando crece. Llueve. Nada apetece...
No pasa el viento, cielo no hay que sienta. Llueve lejana e indistintamente, como una cosa cierta que nos mienta, como un deseo grande que nos miente. Llueve. Nada en mí siente...
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Poeta
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SINCROTÓN (Experimental filosófico)
Algo en la sangre, sin cariño, arde, en las flamas pretendidas, por el apetito de las aguas buscadas, que se alejan en una separación infinita con la distancia que había entre los lirios, los hidratos y la luz polarizada, donde se orilla al sueño con pestañas de música. ¡Qué agreste furia, qué hórrido sonido, en tan pequeño espacio!.
Se va el árbol cayendo entre ciegas golondrinas, que limitan la piel de las nubes y sus criaturas. Por haber vertido en oscuros ríos la sangre de campanas, navegantes, que cogen los sabores y los hacen, un insistente instante en la flora submarina, donde recuerdan el beso los corales, y ya no darán, su hiel de verde espada. Por ese mismo tiempo, que abría las mañanas. Al convocar su ulular, entre viejos relojes. ¡Intuyo su presencia!.
El silencio, F de su voz. Quiero exam- A -inarlos todos, por mínimos que- C - sean atomizados, entre protones aleg- T -res y tristes gluones. Aún en- A -los sitios donde estuvo el NON tiempo hecho piel. Ya vive en el paisaje, V gozándose de sí mismo, al pasmo E un instante, soñar R . ¡Vivir!. Puro prólogo- B - Entre las ruinas de un efímero- A -beso consumido.
¡Entre negación y afirmación en la distancia!. Porque así era entonces, el ojo limpio de la mañana. Hoy ni los espejos saben como mira, cuando la edad de lino, daba las rodillas, en la sonrisa, más allá de los recuerdos, cuando los ojos están clavados en lo alto, y pasan nubes por el techo, pesadas como los camiones, que corren por el asfalto húmedo.
Hasta el pesado núcleo, mar sin estrellas, como espejo parabólico, en la noche cerrada y oscura luna, sin aplausos ni virtud, sin lauros ni juventud, entre los siglos nuevos, es la voz que aún suena. Pero no. Inútilmente llamo. ¡Hay tanto isomerismo romántico! Aquella voz que ves ¡Que llama, es… ésta!
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Tengo la tristeza del pájaro que no puede volar Los caminos son rumbos tenebrosos y ambiguos Tengo vagos recuerdos de lo que fui y no sé lo que soy Las miradas de la gente caminando no tiene vida.
Miran pero no me ven, los veo pero no los miro Siento una aire frio que me calienta, no lo se Es extraño tener vacio el corazón y sentirlo latir El sufrir se convirtió en un modo de vida solitario.
Aunque me muevo me siento quieto, estático Aunque quieto, siento el movimiento de mis pies Que pisan el aire camino como entre nubes Creo que estoy muerto, pero como saberlo.
Por Conrado Augusto Sehmsdorf (KURT)
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Poeta
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Viendo al Futuro
Porque cada futuro nos mira con las frutas secas ya pálidas y desde sus cenizas en el salón de las olas lunas de lanas y de espejos con la niebla de las hojas que destejen los columpios de nácar donde las lámparas adulan nieve tibia por la enorme ola gris ya la novedad desconocida de la lengua en la ventana de una nube con los hilos del mañana que se fueron entre ayeres allá con las serpientes piadosas ya con las garras de la brisa rosa en cada gota de las mudas lila de nudos de golondrinas café por el cuello largo del futuro pasado sin presentar luz
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Algunas palabras no bastan, no son suficientes, quiero sentirte a mi lado, quiero besarte mi amada.
Deseo sentir esas caricias tuyas, verte en medio esta lluvia, abrazarte mi ángel de luna, estar siempre juntos.
El atardecer llega, las gotas de lluvia caen, caen frente a ti mi niña, suavemente caen en tu piel.
Llueve en el ocaso, las gotas siguen cayendo, sentiremos esas caricias, sentiremos las gotas de lluvia, que caen sobre nuestras almas.
Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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EL ÁNGEL ÁNGEL
Y el mar fue y le dio un nombre Y un apellido el viento Y las nubes un cuerpo Y un alma el fuego. La tierra, nada. Ese reino movible, colgado de las águilas, no la conoce. Nunca escribió su sombra la figura de un hombre.
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Poeta
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ESCUDOS DE TIEMPO
Van Vienen Y se quedan Unos Otros Muchos De tiempo en tiempo.
Donde. Pasan las espadas heridas, en los corazones memorias, en las almas olvidos, en los mundos los sueños, en las montañas de nubes.
Donde. Pasan las memorias tejiendo, los olvidos desnudando, las playas desenredando, los desiertos descongelando, las mañanas derritiendo.
Van. Entre las arrugas del espejo. Donde Hay dolores en la mesa. Donde la cama come pesadillas. Vienen. Las blandas paredes transparentes. Escudos del vapor de los silencios.
Se quedan muy tarde demasiado pronto. Escudos de tiempo en tiempo. Al cerrar la noche. Las estrellas a pecho abierto. Los días que van y vienen.
Por. El rostro del reloj. Corre cada hora mil instantes. El tiempo del espacio inútil. ¡Qué detiene mil eternidades!.
El escudo. De tiempo... En tiempo. ¡La primera noche de la esperanza!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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En el jardín desamparado
GARTEN-ENTMUTIGEN-GIARDINO-SCORAGGIARE A.....................................................................G R...Un pétalo en el jardín...............................A D...¡Capullo qué no fue..................................R E...Flor de espacio silencio.................................T N...Momento marchito.......................................E D...Esperanza caída y fría.............................N I...Deja dolor en el pecho..................................T S...Y el corazón no descansa............................D C...Semilla sin germinar.....................................I O...Raíz del estaba soñando..........................S U...Hoja sin hablar............................................C R...Cantos de piedra y arena.............................O A...¡Pétalos sin tiempo!.................................U G...Nubes áridas y perdidas……………….........….R E...Al fin un final feliz........................................A N...Pobre humo de jardín...............................G T...Un pétalo cómo muchos............................E M...¡Sueñan su paraíso!...............................N U...Perdido entre raíz y rama......…..………….….T T...¡Bajo tierra y encima el sol.........................M I...El capullo qué no fue...................................U G...¡Flor silencia en el espacio!.........................T E......................................................................I N..JARDIM-DECOURAGER-GARDINO..................G
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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¿Quién es esa sirena de la voz tan doliente, de las carnes tan blancas, de la trenza tan bruna? -Es un rayo de luna que se baña en la fuente, es un rayo de luna...
¿Quién gritando mi nombre la morada recorre? ¿Quién me llama en las noches con tan trémulo acento? -Es un soplo de viento que solloza en la torre, es un soplo de viento...
Di, ¿quién eres, arcángel cuyas alas se abrasan en el fuego divino de la tarde y que subes por la gloria del éter? -Son las nubes que pasan; mira bien, son las nubes...
¿Quién regó sus collares en el agua, Dios mío? Lluvia son de diamantes en azul terciopelo... -Es la imagen del cielo que palpita en el río, es la imagen del cielo...
¡Oh, Señor! La belleza sólo es, pues, espejismo! nada más Tú eres cierto, sé Tú mi último Dueño. ¿Dónde hallarte, en el éter, en la tierra, en mí mismo? -Un poquito de ensueño te guiará en cada abismo, un poquito de ensueño...
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Poeta
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CONSUELO DEL CIELO
Suelo soñar cielo en el suelo. Del cielo asombrado entre estrellas. Del sueño que duerme. Del cielo el suelo. ¡Y suelo pensarlo consuelo!.
Y Suelo Pensarlo... ¡Consuelo!. Del dormir entre estrellas. Del despertar entre nubes. ¡Consuelo de nubes solo!.
En el suelo donde duermo nubes. Nubes que me sueñan. Creo. Un suelo nuevo cada día de consuelo. En el alba de la tarde tarde. Con la noche relámpago de médanos.
¡Consuelo del cielo!. Del cielo... ¡Consuelo!.
Médulas elementales de la nada. Demasiado poco un rato roto. Y ruedo al suelo de mi cielo. En el sueño del suelo y su consuelo. ¡Una vez asombrada nube!.
Consuelo, consuelo, del cielo.
Otra vez, solo nube que tuve. Otra solo nublado. ¡Solo suelo del cielo soñado!. En el mí, que contengo De ti, cielo, de mi suelo.
Mi consuelo. En el que suelo soñar. Durmiendo, nubes y estrellas. Y cielos de consuelo.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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