FÚNEBRE CINISMO
Al huir
Al final
Haciendo
Víctimas
Al cielo
Al aire
Haciendo
Víctimas
Al principio sin destino
En las tragedias del callejero teatro
escriben...Los anillos acuñando...Los silencios
Insuperable rastrear de los gusanos...
¡Hexágonos anuales!... Del mismo engendro.
Fúnebre cinismo, del minucioso escándalo una moral,
hidroeléctrica manipulación en despoblado
luctuosa exponencial incertidumbre
sin duda vieja novedad
del viraje retórico inquietante
de la tabla finisecular expresiva...
Cinismo disponible de lúgubre docencia
Siniestra fuente de trabajo del subsuelo
Venenos del honor y la consciencia
Polución del pensamiento y la memoria
Desecho de valores intercambiables
Cinismo disponible de lúgubre docencia
Por allá
Al descubrir el desastre
Y al encumbrar el fracaso
En la eternidad vertiginosa
del interior en tregua exiguo
del exterior desconocido enorme
Un suelo exponente que no rehuye
teñido del tremendismo torrencial.
Del vértigo proliferante.
Del rítmico descrédito.
Del atónito descontrol.
¡El desprecio de la vida!.
Apresa...La misma muerte.
Apresa...Cualquier aliento.
Apresa...El olvido en la memoria.
La indigna partida de los miles infestado.
¡Fúnebre!.
Por la muerte sepultada del instante
el cementerio de la inercia fue
testigo denigrante sin parentesco
de la violenta lata de sardinas
y la macabra luz de la inconsciencia
del banco de peces en cuarentena.
¡Cinismo!.
Fú
Ne
Bre
Cinismo
Fu
Ne
Bre
Porqué...
Una mañana abría la neblina dormida,
el instinto de la arena buscando,
las paredes del relámpago salvaje,
y el perfume del cristal desesperado,
en la delicadeza de los túneles,
del bálsamo cansado imborrable.
¡Fúnebre cinismo fúnebre!
Por estar al río quemando nieve.
¡Tétrico patético!.
Por estar al río secando núbil.
¡Siniestro elegíaco!.
Al purificarse endemoniado.
¡Lóbrego macabro!.
Al ratificarse engatusado.
¡Fúnebre docencia!.
En las trenzas de la sombra.
¡Cinismo didáctico!.
En las trancas de la siembra.
Fu
Ne
Bre
Ci
Nis
Mo
Por la fuerza falsa de la ausencia.
Acompañante
Del
Olvido
Es
La
Esperanza
Débil
De
Las
Mañanas
¡Verdadera contaminación de la consciencia!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez