CON EL CORAZÓN
Con
el
corazón
plenos norte y sur están inquietos,
sin el conocimiento, que no se atreve,
a tenerles rencor en las limpias aguas,
del otoño, en el lago, donde la luna es más blanca,
del verano, en el río, donde el sol es amarillento,
del invierno, sin nieve, donde el hielo le llora.
Con el corazón
Como el mar, en su flauta de viajero, refleja,
insondable en su brillo de suspiro, regresa.
Así es
el amor, el fuego, el viento, de color idéntico,
infinito, el cielo, el aliento, de sabor idéntico.
Helo aquí,
alcanzado, profundamente entremezclado de pureza,
en la verdad, del honor, humilde, soledad, amistosa.
Y
una vez
divina paz, alfileres de oro, jade musical,
quietud, joyas preciosas, raras bellezas,
sonrisa que vuela y no quiere ser misterio,
sonrisa que sueña y si quiere ser,
presencia vista.
Y una vez divina paz.
Una vez,
divina paz.
Mas, ayer, menos, mañana, en el hoy profundo.
¡Otra vez qué vuelve, y se queda, otra vez!.
Sin el mundo, el tiempo, el espacio, el hombre.
Sin sufrimiento, ni el cielo ni la tierra.
Hacia un mañana donde pasado y futuro sean, simultáneos, y el tiempo y espacio uno solo,
y la humanidad sea tan divina como su creador
en todo lugar y sitio de la voluntad eterna.
Con
El
Corazón...Sin él, ó, a pesar de él.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez