ZAMBOROTUDO ZAPAPICO
De amor un rayo ni tus ojos marchita,
el fulgor de la frente con prisa nueva,
pues la linfa en su fuente resplandece.
¡Vaya zarabanda!.
El silencio veterano junto a la estufa,
la melena hirsuta de sangrienta mofa,
de fortuna en busca el mundo muda.
¡Vaya zarpazo!.
De la vieja ausencia en espiral serena,
el viento al cantar se apaga intrigado,
envidiando las tumbas de las veredas.
¡Vaya zambullidas!.
Soñadoras y perdidas a la vida visten,
con la nieve entre los cabellos grises,
la infancia risueña embalsamándose.
¡Vaya zoquete!.
En la silueta mustios papeles extraños,
en las campanas de pergaminos viejos,
el desamor al herir taladrando agravia.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez