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POESÍA Autor: Giuseppe Ungaretti Italia (1888-1970)
Poeta italiano nacido en Alejandría (1888-1970), fue uno de los iniciadores del hermetismo. Tras la guerra, su poesía se vuelve más reflexiva y profundiza en la dramática condición del hombre. En sus últimos libros, se esfuerza por recuperar la tradición lírica italiana. Su obra completa se publicó en 1977 con el título de Vida de un hombre. Ungaretti si impone all`attenzione del pubblico internazionale con Il porto sepolto (1917) e Allegria di naufragi (1919). Il suo inedito lavoro di scavo e di esaltazione della parola, posta all`interno di una struttura a sequenza di versi volutamente brevi, assume una pregnanza straordinaria. Esta es versión de: Giovanni Cantieri.
Información útil es: https://es.wikipedia.org/wiki/Giuseppe_Ungaretti https://es.wikipedia.org/wiki/Hermetismo_(literatura) https://www.youtube.com/watch?v=8PZ6bGV8_cI
POESIA
I giorni e le notti suonano in questi miei nervi di arpa
vivo di questa gioia malata di universo e soffro di non saperla accendere nelle mie parole.
Sagrado il 28 novembre 1916 Vita d’un uomo, 1977. «Poesie disperse».
POESÍA
Los días y las noches tocan en mis nervios de arpa
vivo de mi alegría enferma de universo y sufro por no saberla encender en mis palabras.
Sagrado, 28 de noviembre de 1916 Vida de un hombre, 1977. «Poesías dispersas». Traducción de Giovanni Cantieri.
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Poeta
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CON CONSCIENCIA AFILIGRANADA
¡Aunque degüelle las paredes!. Ahogar al mar hasta sus bordes, con la sed y la sal de la tarde, con el hígado mortal dulce, apiadada la pluma de la tinta, del vino de las últimas batallas, con las botellas de pico y palas, del crepúsculo al secarse arena, roca enroscada y madriguera.
¡Aunque degollaren los pisos al techo!.
Por el mar de nervios y osamentas, que limpian al crepúsculo lechoso, con el pelo de la esponja dura lisa, y el palo del polo pobre blando, en las bolsas funerarias raras ramas, y de los globos, ser cataratas ciegas, por entre los árboles, jinetes de otoño, están las flores soñolientas acolchadas.
¡Sí, degollad las pesadillas degollando, sí!.
Entre la luz que cuelga del ojo pestañas. Que desoyen la esquivez desfalleciendo. Rindiendo vasallaje a los agravios y llagas. Sin el justo adalid ni el inquisidor llanto. Porqué están las débiles puertas heridas. Y el cielo del suelo de suelas marmóreas. Donde el aire teje la sangre que enmudece. Entre la calma que disuade al clamor inútil.
¡Hazlo aún degollases, las almohadas, ya degolladas!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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EMPAREDADO SE SIENTE
El calamar... De la consciencia compacta lento, las venas... Del espíritu rápido, quemadura... Errónea.
En la momia... Una tea de discordia, anuda el vacío... Del fracaso, agrietada... Fatiga de calle.
Antes las ....cosas giraban como copos, en la nieve.... melodía gélida, al abismo.... con suerte.
Encontrando la... forma posible germen en las esquirlas... de noches grises con el flujo de... pájaros y nubes.
La sensación ....cargando edificios blandos, en el foco activo.... de los nervios, ¡Probablemente.... más qué piel!.
Entre los regresos... importantes la tela, límpida del ...horizonte infinito, ¡Queda de...irrealidad alterado!.
Por un enjambre.... de martillos en hojas, la cubierta.... algodonosa estruja, la disposición.... del casillero.
Colgando.... masticadas las cosas exteriores, obtusa.... la mirada cuadriculada, destilando.... pequeñas ramas.
Con el estruendoso... vacío estremecido azul, los recursos... insensibles vuelan, con la mortalidad... en la pared.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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El teléfono
Objeto de diferentes formas y tamaños Donde hablas y escuchas toda clase de ruidos Hasta los más extraños. Desconocido ayer, imprescindible hoy.
Tu sonora alerta Erizas los vellos, y estremeces los nervios Recorres la gama de la duda a la desesperación por contestar
Algunos bajan el volumen Hasta casi no escuchar Otros se alejan Para poder hablar
Cuantos secretos en tus circuitos Guardas, misteriosas palabras Han cruzado tus perímetros, Para templar las neuronas auditivas.
Recónditas ideas, Han dado la vuelta al mundo En 80 milisegundos de tonos Buscando vivaces tímpanos
¿Quién?, no guarda en su memoria, El día que contestó el teléfono Para recibir aquella noticia Buena, mala, trascendente para la vida
¿Quién?, no guarda en su memoria, Aquel adiós tonificado Aquel llanto Escuchado a la lejanía.
Tengo mi teléfono y mi día, Como todos lo tienen, Tengo mi día y mi llanto Que habita en mi alma de por vida.
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Poeta
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