¡Abrázame amor mío, quédate a mi lado,
Que mi piel sea tu piel aunque el mundo
Se termine y en derredor no quede nada,
Ni siquiera el hichu para cobijarnos!
No me hace falta nada más que tenerte
Entre mis brazos para poder ser feliz.
Estando tú conmigo, haré que los desérticos
Eriales florezcan de la noche al amanecer.
Con tu amor infinito como el amor de Dios,
Brotarán los manantiales en medio de los
Pedernales, la aridez de estos páramos
Yermos, huirá; les infundiremos vida.
Del holocausto nacerán nuevas alegrías
Y serás tú, mujer, con tu magnífico poder,
Quien llene de flores y verdor los prados
Que estaban albergados en tu vientre.
Pero nunca me dejes corazón, que aferrado
A ti yo vivo, como a mi tabla de salvación,
Por ti lucho, por ti sufro, por ti muero…
Y si tuviera que matar, solo por ti, yo mataría.
Delalma
30/09/2020