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Al paso de los segundos el tic-tac marca el compás transcurriendo el tiempo en paz minutos y horas, profundos, se dividen en dos mundos: el pasado, el presente; Cronos el viejo incipiente prepara incierto futuro ¿venturoso, claro, oscuro?, el destino de la gente.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 01de enero del 2024 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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DEAMBULANTE
De ambu lante...
Caminaba la tarde vieja, ensimismada, contenta, en la nube, con la voz amalgamando al suspiro, en el fuego lento de mil mieles, donde la muerte se quitó la vida, donde la hora perdió los minutos,
y el siglo los años viejos, y viejas las semanas días, y días las noches nuevas, y nuevas las últimas sonrisas.
¡Deambula, deambula, sobre el tiempo!.
Caminante volando sobre el aire, haciendo sueños sin fantasías. Fabricando solo tu realidad.
Deambulante, deambulante, deambulante.
Porque late la pluma fría, arrobada, inconclusa, en la luna, con la mirada tejiendo al suspiro, en el hielo amargo de mil flores, donde la vida engendra la muerte, donde la mano pierde los dedos,
y la consciencia los perennes valores, y valoras las ausencias presentes, y presentas las nuevas pérdidas, y pierdes las primeras esperanzas.
¡Deambula, deambula, bajo el agua!.
Caminante, respirando bajo el fuego. Haciendo luces sin soles. Fabricando solo tu universo.
Deambu... la, la, la... nte. NTE.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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LOS RECUERDOS Autor: Giuseppe Ungaretti Italia 1888-1970.
Poeta y traductor italiano nacido en Alejandría, Egipto, en 1888. En Paris, estudió en La Sorbona. Voluntario durante la Primera Guerra Mundial. Sus primeros poemas "El puerto sepultado" 1916 y "La alegría"1919. En 1921 trabajó como Periodista en Roma, su obra más conocida "Sentimiento del tiempo" 1933,en 1936, vivió en Brasil oficiando como profesor universitario. Después en Roma 1942, enseñó literatura moderna, publicó "El dolor" en 1947 y la compilación de su labor poética entre 1942 y 1961, bajo el título "La vida de un hombre". Esta obra es versión de Jesús López Pacheco
Los recuerdos
Los recuerdos, inútil infinito, pero solos y unidos contra el mar, intacto, en medio de estertores infinitos...
El mar, voz de una libre grandeza pero inocencia enemiga en los recuerdos, tan rápido en borrar las huellas dulces de un pensamiento fiel...
El mar, sus blanduras indolentes tan feroces y esperadas tanto, tanto, y en su agonía, presente siempre, renovada siempre, en el despierto pensamiento, la agonía.
Los recuerdos, el revolverse vano de arena que se mueve sin pesar sobre la arena,
ecos breves y lentos, sin voz, ecos de los adioses a minutos que parecían felices...
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Poeta
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EN EL CUBIL....
No, nunca menos que mañana el regreso distrae la noche en el denodado tornadizo encuadre En El Cubil La nobleza sinuosa sorprende La sonrisa prestada del bosque ¡Más allá del costalejo la recortadura! Del libro prometido anhelante unos minutos En El Cubil Al conturbarse baldaquino En la hondura decorosa base ¡Han dejado, han dejado!. Anublados. Paquidermos del chiquero corbatero ensillados. ¡Tanta eternidad tan silenciosa, como sepultada!. En El Cubil Ternura, inocencia y cualquier aliento acribillado. ¡Cómo tanta página tan valiosa desintegrada!. ______Entre los símbolos concéntricos. .....¡Por la incuria del desdecir!. _____Entre los suelos inéditos. !Por la cordura descabalar!. En El Cubil La obscuridad entrecierran los pañuelos. Las sábanas examinando cuatro piernas. En la franqueza del eufemismo núbil. Hay tiernas cremas de cilindros. Ondulados sacacorchos diarios. Emperifollados en la osadía. Enfebrecidos emplumados. En El Cubil Las transparencias extienden trampas. En los dedos arlequines bajándose. Al punto inasible del pasado sol. De artificiosidad esplendorosa. Usando la emoción que expande. La telúrica memoria filoxera. Cultivando la maula falacia. ¡Del perfil inundándose!. En El Cubil Una palmera Dibujando oasis Encendiendo al vituperio Con la patente parrafada del estacazo Y la verbosidad perspicua Amando fatalmente Al enjambre Borrascoso.
¡No, siempre menos que ayer!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Termogénico tercero
Nada parecía distraerlo, y abandonó el planeta. Pensó en los minutos elongados y la energía desatada por el gránulo intermitente... En los cuerpos en conjunto en ruinas. En la sangre misma asustada del eclipse por el abuso atrincherado de las armas en las almas arrodilladas a los dioses empapelados. De vez en cuando, vestía con luz su tercer cuerpo en las interioridades del instante con gran nitidez proyectando mil nimiedades en los antiguos quarks desconcertantes. Con la humedad de los ánimos neblinosos entre las hambrientas inconsciencias. Esta vez, caminando por el rayo blando pronunciaba cálidas palabras al vendedor de las mentes... En los submundos, cruelmente invadidos por el acoso de los disímbolos mensajes transdérmicos con los impulsos del teledirigido temperamento hostil y al momento de perder peso la medianoche. ___ ¡No es posible volver a la tierra!. Y sentía cargar los depósitos de las penosas ausencias devoradoras de la memoria nítida. Sepultadas entre millones de palabras traicioneras y deformes ingentes. ___¡Una vez atrapado! La culpa realmente se enroscaba y desenroscaba en los ácidos nucléicos en forma de serpientes impacientes con las abruptas espinas de redes subatómicas. ___Nadie lo sospechaba a cien años luz había descubierto lo inimaginable, la desaceleración volitiva supuestamente imposible del tiempo curvo y el espacio plano contráctil...
Lo cierto es qué había desarrollado un método infalible de diseño plasmático con los viajes extracorporales instantáneos, al probar individualmente los ancestrales conocimientos de la física teórica de la humanidad degradada en la escala axiológica más primitiva...
Fue al distribuir su energía al fondo del último agujero negro qué anteriormente lo había bloqueado indefenso. Pero ahora... Las cortinas impenetrables solo eran remolinos sumergidos en la penumbra del plasma íntimo acogedor pequeño de la ignorancia del pensamiento deteriorado por el instinto.
A lo lejos el espacio aparecía sombrío, el azul era el mismo engaño del cielo entre lúgubres retinas desérticas y absortas en el poder efímero de los metálicos abusos sobre los débiles. ¡Con toda la silueta de las partículas desnudas del escombro!.
___¡Ser y no ser, en el mismo espacio simultáneo!. Entre la maldad dispersa en expansión y esperar del mal obtener el bien... ¡Vaya buena inteligencia perversa!. Más aún querer aniquilar la maldad transitoria con el perdón eterno... ¡Bonita fiesta de la infinita ignorancia!.
___En fin, el espacio desaparece empalmando una cosa sobre otra, la causa y el efecto son sincrónicos e irreversibles a menos que. ¡Bueno, ya no lo haría otra vez!. El segundo cuerpo había experimentado la extinción abiótica y el recuerdo aún dolía. Más ahora, en la interestelar misión el contacto físico era completamente ininteligible al nivel molecular arcaico que había logrado reproducir en el sonido del cero absoluto al abolir el pensamiento.
___Dejó el primer cuerpo latente en la fantástica irrealidad inmóvil, en los párpados incubada obscuridad, en lo divino en las fauces premonitorias de los hilos estupefactos al emerger de las profundidades aletargadas y fue un volverse diacrónico y transversal impulso prolongado extensible. Bien lo sabía, en el mismo fondo qué callaba enquistándose, ensimismándose más allá de las estrellas tenebrosas imágenes, con la certeza de otros tiempos, dónde el abismo era incomprensible y sólo a veces traspasado por el genio iluminado del vacío real, y en el tabique de las coordenadas ficticias desintegradas. ___Pero ahora, fuera del cuerpo como explicar el mecanismo inefable por el haz de luz oculto, a la humanidad esquelética devorada casi por completo por los instintos desenfrenados. ¡Termogénico tercero!. Repetía el eco grabado en el rostro del espacio-tiempo. Y... Así fue al final en el espejo infinito la obscuridad fue reflejada más allá de la mente y de la luz. En El Venciéndose a sí mismo en los tres cuerpos. ¡Del fuego originalmente desconocido!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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A vida me mostra um relógio... Luto contra o tempo. O tempo é longo mas, com espaços curtos e rápidos. E eu já perdi muitos espaços...
Agora tenho a pressa do ponteiro de segundos. Perdi a calma do ponteiro das horas.
E agora? Os ponteiros não giram ao contrário!
Perdi o meu tempo em segundos, confiando na calmaria das horas.
A.J. Cardiais 25.04.1989
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Poeta
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RonCaba Consternada
Durante unos días una bandeja. Somnolienta. ¡Se incorporó severa!. Hay, severa, severa, Se-ver-ita. Al Caer Los mechones en cuarentena. Y Antes, antes de pensar. Se dijo: ¿Estoy?. ¡Estoy!. Claro que estoy.
Estoy cansada con el Des Ayuno... ¡No, no, no!. Y Sin detenerse, demasiado, fuerte. Con Los pliegues apretados. Con Las dos pequeñas vacaciones. Estaban___¡Cocinados los papeles!. Con-gel-ados. ¡Desviando trenes luego!. Y Luego, luego. Fueron Los tenedores____Sorprendidos. En la cocina.
¡Consternada solo roncaba, mesa y silla lejos!
Durante. La comida telefónica. (Tal vez demasiado). La bandeja, se quedó. ¡Sola,sola!. Vestida de secretaria y vegetal blusa. Hasta el cuarto. Día. ¡Enjabonada!. Y Pensó. (Y claro que lo hizo, añicos) ¡Qué sonaba...Patética...Consternada!. Y sobre todo. Y considerando. Rejuvenecida la olla. ¡Roncaba!. RonCaba. Té,café,quila,Ron ron. ¡Sí, sí, claro qué sí!. _Y sin ningún contrato_ Y solo....¡Porqué nada sabía de relojería!. Y menos...¡Frente al café del frasco!. Ese café vidrioso del sombrero de copa. En Las Microeléctricas flamas apagadas. Por ¡Diez minutos diminutos!.(Solo imagínalo).
Ella La Bandeja, hablaba y ronCaba ConSter-¡Nada!. .¿¡DenTro DeL sSsUUeñño!?.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Reproduciéndose
En el acto Encontramos Ese día al sol Sobre La luna ¡Qué gozaba! Viéndose, ambos...
Con el espejo Naturalmente ¡Qué, gozando, los reflejaba! Y Reflejando Excitados Los rostros del cielo Unos minutos... Antes De salir Uno del otro, día y noche, Y de salir ondulando lentamente...
Algunas veces las nubes importan tez gozaban enlujuriada celestial por el espejo reflejados sol y luna...
Re Produciéndo Se En el acto Cuando Ya todo estaba Pre Parado Erecto el horizonte En el acto Ardiente
El sol se deslizaba En el espejo Dentro de la luna Dejándola perdidamente En las mareas Gozosas de las olas y las espumas Sobre la cama Azul del cielo Con el aire Husmeando al final ...Del pasillo... Y Caer El telón... Del teatro...¡Lavialáctea!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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BRAZALETES TEMPORALES
A lo lejos Esclavos Del reloj En los goteantes minutos En las balbuceantes horas Por Las últimas cabalgaduras Por Las palabras sin vestiduras A lo lejos.
Esclavos Del tiempo Palpitando Sin el miedo a nada por todo.
Esclavos Del tiempo Palpitando Con el miedo a todo por nada.
Alejados De horizontes fragmentados De cadavéricas calles Y laberintos estrechos Hay ¡Casas qué se levantan bajo fantasmas!. Hay ¡Rostros rugosos frondosos!. Alejados.
Entre. Brazaletes temporales. Hay en el corazón erosión. Imprudentes. ¡Competitivos para vender!. Esperanzas y miedos. Incontrolables. En un mundo que se mueve. Indefenso. Entre opuestas presiones. Estrujado. ¡Sin elección ninguna!.
Entre brazaletes temporales. Donde los diálogos han muerto. Donde nadie habla con los que solo amenazan. Por los fragmentos de diálogos ahogados.
Brazaletes. En lo imposible del reino de la esperanza. Temporales. Por la esperanza vana, hace mucho yerta. Temporales. En el sí mismo, del morir la muerte. Brazaletes.
¿Quién acaso espera no sufrir, la muerte?. ¿Cuándo causa sufrir al provocarla?.
Brazaletes. ¡Del metal mortal!. Esclavos. Del reloj. Temporal. En la indolencia. En la consciencia. En la indiferencia. ¿Puede separarse la consciencia, de la persona que emerge?.
Y de las atrocidades humanas...
¿Quién es más culpable, el qué las comete, ó el qué las perdona?.
En Los ¡Brazaletes temporales!.
¿De qué sirve el arrepentimiento, cuándo el mal hecho, es irremediable?.
Brazaletes. Ecos de huecos sueños. Temporales. Vanas cáscaras sin tiempo. Palabras. ¡Solo letras sin sonido ni sentido!.
Lenguas multiformes de los metálicos latidos. Por la muerte, igualados y helados... Brazaletes.
Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
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Poeta
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MAS ALLÁ DEL ODIO
Odio no poder amar más.
¡Con el amor del odio compasivo!. ¡Con el amor del creador por la creación!. ¡Con el amor del cielo por su espacio!.
Y no poder. Amar mas...Más al hombre, que al amor, que al dolor. ¡De no sentirlo!.
En El Odio el odio que no odia. ¡Ser lo qué es!. Y No amar al amor solo. ¡Sino también al odio justo!. Como. ¡Al pacífico guerrero sin fe!. ¡Qué no puede!. Con todos los odios juntos. Ni con el mal acabar. Un mínimo. Ni al desamor desatiende. Un máximo. ¡Con todas las ideas sin realidad!.
En El Odio del no saber. ¡Cómo hacerlo!. Y Saber Odiar bien la injusticia para. Que termine bien. ¡Más allá del odio!.
Y tan bien, que el bien, perdure. ¡En el mismo bien de odiar el mal!.
Sin pedir, a los dioses. ¡Uno, todos, verdaderos o falsos!. (Todos piensan que el suyo es el único). Solamente. (Pues todos piensan que sólo el suyo es verdadero). Quiero confiar en el hombre. (Pues también hay muchos que solo tienen cuerpo). ¡Verdadero y genuino!. En El hombre bueno y concreto. Aunque solo sepa que... No soy sueño y nadie me sueña. (Y qué también, que hay sueños no soñados).
¡Aún más allá del odio!. Aunque. ¡Antes de llegar al imposible!. Y Pensar si aún se puede. ¡Si es posible modificarlo después!. Y Sentir que no se puede. ¡Si, es posible, transformarlo tardíamente!.
En la hora que ora cada uno de sus minutos. En la hora que ora cada uno de sus segundos. ¡Como si fueran primeros en cada oración!. Más allá del odio. En el ahora. Más allá del odio. En el ayer. Más allá del odio. En el mañana.
¡Más allá del más allá al qué voy y del qué vengo!. Cuando dejo de ser el que soy. ¡En el fondo mismo de la ausencia!. Cuando sin ser nada, pienso que soy algo. Y que hay algo más allá del odio.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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