Poemas :  Aprecio del cepillo
APRECIO DEL CEPILLO

Un resto del desprecio ha caído en desuso,
al quebrar el espacio sin esperanza,
la balanza perdida,
del cangrejo ahogado,
del tesoro muerto,
casi ágatas, por el puño adolorido,
simulando la naturaleza.

¡Aprecio del desprecio, cepillo del cepillo!.
Renovando las noches, las cantinas,
amartilladas son las tinajas,
intermitentes, ollas de los brocales.
¡Qué dejan apretado al pié!.
Al anillo pordiosero.
Al desatino de las mejillas.
¡Qué muele lágrimas desafinada!.

¡Del cepillo aprecio, desprecio del aliento!

Con toda la proximidad, como una carga,
amenazando al torbellino.
¡Qué nace bajo el suelo!.
En la desconfianza advenediza.
¡Del escorpión qué alacranea!.
¡Redondo al mimbre!.

¡Aprecio, aprecio, del cepillo despreciado!.

Sin embargo, persiste un párpado,
con la cifra rígida.
¡Una flor seca, cada segundo!.
Iluminando maquinales,
a los alientos del cepillo.
¡Una fórmula atlética!.
Considerable a gran distancia.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Del sol defines
Del sol delfines

Entre los nórdicos delfines el sol,
sale salado con las olas y saluda,
la grandiosidad de los cirios.
¡Qué lo hunden cristalizado!.
¡Qué lo palpan en arenas!.
Playas y palmeras.
¡Del color de los polígonos!.
¡Oh, sol de las corazas emergentes!.
¡Oh, luna, de los cirios, anda!.

Del. Sol. Del. Fines.
Sol
Del. Fin. Es.

Ya todo estaba escrito.
Entre lágrimas y arenas.
Entre rostros arrastrados.
Tres veranos olorosos.
En sus cuevas los inviernos.
¡Dejan nieves marcas!.
Corrosivas, banderas, desterradas.
Ya todo estaba escrito.

En. El. Sol. Delfín.

En el sol de los delfines relámpagos y mimbres.
Hay naranjas huracanadas.
Y trigos de nácar.
Al pié que palidece.
¡Donde los diálogos perecen!.

Se van los días en otros días.
De separaciones infinitas.
¡Contemplando a los delfines!.
Adheridos eslabones.
¡Pórticos de aceite!.
En el sol de los delfines relámpagos y mimbres.

Al sol se fueron los delfines.
Al principio de rojos y amarillos.
Los delfines imaginando.
Las nubes en los musgos.
¡Con los nórdicos eclipses!.
Con
Los
Amarillos. Rojos, rojos.
Por el sol.
De los delfines.



Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta