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Tu amor es un enervante para mis cinco sentidos, ven y escucha los latidos de mi corazón amante que se torna delirante por tu seductora piel de exquisita rica miel, anda, déjame probarla y a la vez santificarla, pues, me ha vuelto un hombre fiel.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 06 de septiembre del 2023 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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DEAMBULANTE
De ambu lante...
Caminaba la tarde vieja, ensimismada, contenta, en la nube, con la voz amalgamando al suspiro, en el fuego lento de mil mieles, donde la muerte se quitó la vida, donde la hora perdió los minutos,
y el siglo los años viejos, y viejas las semanas días, y días las noches nuevas, y nuevas las últimas sonrisas.
¡Deambula, deambula, sobre el tiempo!.
Caminante volando sobre el aire, haciendo sueños sin fantasías. Fabricando solo tu realidad.
Deambulante, deambulante, deambulante.
Porque late la pluma fría, arrobada, inconclusa, en la luna, con la mirada tejiendo al suspiro, en el hielo amargo de mil flores, donde la vida engendra la muerte, donde la mano pierde los dedos,
y la consciencia los perennes valores, y valoras las ausencias presentes, y presentas las nuevas pérdidas, y pierdes las primeras esperanzas.
¡Deambula, deambula, bajo el agua!.
Caminante, respirando bajo el fuego. Haciendo luces sin soles. Fabricando solo tu universo.
Deambu... la, la, la... nte. NTE.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Sibarita sibilino
Me devuelve el aire, como si alguien nos llamara con una voz querida, añeja, cálida, familiar… En una mansión callada, bajo la última piel, del verano en parejas de suavísimos danzantes.
¡Sibaritas salamandras satinadas!
Nieves, estampas nítidas del tiempo suave, cautivador aliento, atrayente palpitar, lúcido. En alegre calma, sin represión ni olvido, sin los dedos artesanos del abismo, en hierro dulce.
¡Sibilinos secretos sentimientos!
Desde el epílogo de pesar entre la miel y hiel. Desde el prefacio en que muero con laureles. Como la última protesta del primer polvo. Como la primera gota de la última lluvia.
¡Satinada salamandra sibarita!
¡Ay , dulce tiempo!. Silencioso, leve, sabor a eternidad, al venir un mal, tan presto infernal, celoso de la espuma, de leña y ceniza.
¡Sentimiento secreto sibilino!
Pues toda plenitud es la promesa, del escabroso verde antes del rosado, donde el platear del otoño es grisáceo, tan flexible como peligroso es el tigre.
¡Satisfacción sanguinaria seducción!
¡Oh, sibilino sibarita! en la libertad de la selva del cristal, como espléndida es la muerte, y su visita del ángel en el rostro de las nubes y los huesos.
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Poeta
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Desnudo mi piel, para que tu piel me sienta Tus ojos son espejos del alma, reflejo En ellos todo mi ser, cantares inventa Mi cuerpo, mis besos calman tu sed, me dejo Tocar por tus manos, perfumadas de menta Y de miel.
Por Conrado Augusto Sehmsdorf (Kurt)
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Poeta
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ADUSTIBLE CARMESÍ En el humo pesado que siempre es medido, no estoy, sin embargo, tan ligero pasando, al correr las lenguas sin cabeza, sin explicar al puente el río.
Con lo nuevo lo viejo parece inservible. ¡Si lo sabrá el mar!. ¡Si lo sabrá el desierto!. En la nariz el perfume no perdura, ni en las retinas ningún color.
Solo la humanidad hace decrépita, la tierra, el cielo, con tanto fuego, enfriando más que al hielo toda. Prudencia, templanza, bondad, compasión, honradez, franqueza, humildad, valor, respeto, lealtad, caridad. ¡Oh, etcétera largo!.
¡Oh, como ha perdido árboles esa hoja en sus otoños!. Y los verdes en amarillos, amarillan ya verdosos.
Muriendo en su memoria el olvido. La gratitud no siempre es el fruto. Cuando la fruta no se disfruta, ni en la libertad esclava, donde las maravillas brillan, en el clavel dulce miel, así como en la guayaba y el mamey.
¡Qué mal enemigo es el tiempo!. Cuando se tira sin estirarlo, aunque fueren años los segundos, como los primeros brotes, los movimientos esmeraldas, el viento en las ramas, el agua en el bosque, en el surco el grano, en el corazón las manos.
Porque si bien quisiéreis bien, no hagais al mal más bien, ni en el mal solo el mal. ¡Solo limítate a ser!.
¡Solo limítate a ser!. ¡Solo humano!... ¡Tan solo humano!. Con el corazón en la cabeza, y en el espíritu el alma. Con el aliento en su lugar.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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FANTÁSTICAMENTE
Aquí la luna teje un lago en las cuerdas del aire que al volcán escucha el bosque desacorde.
Allá una estrella sueña en las mariposas miel que al halcón acaricia siendo nieve tibia.
¡Qué grandeza de gota!. Abriga la humedad inmensa ¡Qué baja al sol sin quemarse! Asombrando la luz inmóvil.
Y en el fondo los cristales. Brotan, brotan una noche, al cielo reverdeciendo, multicolor fantasía.
Aquí allá. La grandeza cabe en una gota. Luna cuerdas volcán bosque. ¡Si solo hay fantasía!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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La intimidad (Dadaísta)
Atrás de aquella nube he dibujado, alegre, la voz en la tarde voluptuosa del invierno, al estremecer la hierba con una sonrisa, que deja la mesa bajo el jardín anhelante.
Aunque las letras son de cera virgen rosa, los cabellos ya no traen pañuelos verdes, donde las frambuesas están llorando sal en la procesión de las caderas ligeras.
He encontrado la tristeza, danzando arrugada, en el atardecer de un clavo dormido con fiebre, acariciando los sueños con las palabras de una hoja con el rostro de un insecto distraído.
Todos deseando traspasar la luna con miel en la lentitud ondulando lubricada dulce anudando anillos al suspiro azul erecto con la frescura del clavel satisfecho.
Aquí ha llegado la calle, inquieta obligada, hablando de los troncos, secos al caerse, en la ventana que duele al techo indiscreto por las dudas en traje de baño muy corto.
Ya ni el sueño del sombrero quiere más que al miedo de las flores en camiseta ni los muslos del fuego en una caja abierta donde una oreja ladra a la luna por minutos.
Aún cuando los ojos están tejiendo al hambre los sentimientos mascados en la orilla dura cuando se fuma una naranja con las rodillas al filo de una cama bajo el árbol temeroso.
Piensa cuando nada de esto sucede, un poco, como al verlo, sufre la leche al secarse roja, por oír llover los caballos con arena blandos en la noche desnuda sabor a miel varias veces.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ENTRE LA TIERRA
Se escribió la letra, con el vuelo de la pluma, con el duelo de la letra, en el suelo se escribió.
Largas palabras de estrofas, olvidadas al otro lado, del rostro del espejo, del rastro del reflejo.
Que no hable el mar, del azúcar de la miel, no, que no hable, no, entre la sal azul ahora.
Por la copa que al árbol bebe. Por la ropa que al hilo viste. Por la cerca que al humo calla. Por la nieve que al fuego ama.
Sí, sí... Por los rumores de aceite, en el tiempo amarillo del viento, en el rojo rugido del canto, en el ojo ordinario del llanto.
Una vez caballo entre peces, otra vez cabello entre rocas, tal vez cabeza entre huecos, tal vez cabaña entre cuevas.
Se escribió con el polvo, en el agua en el aire, con la sangre en el cielo, con la voz en el zapato.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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NI UN PASO ATRÁS Autor: Pedro Mir 1913-2000 República Dominicana
NI UN PASO ATRÁS
Árbol de luna que obedece al clima un sistema de nocturnidad, no permitas que el murciélago te oprima. Ni un paso atrás.
No permitas que el largo regimiento de los años de crimen pertinaz, te toque el hombro con el pensamiento. Ni un paso atrás.
Que la alta flor que de tus ramas brota en este chapuzón de libertad, no pierda en miel ni la más breve gota. Ni un paso atrás.
Ni un paso atrás, soldados y civiles hermanados de pronto en la verdad. La vida es una sobre los fusiles, que no hay trincheras para los reptiles, de malos nuestros a extranjeros viles. Ni un paso atrás.
La libertad como un antiguo espejo roto en la luz, se multiplica más, y cada vez que un trozo da un reflejo el tiempo nuevo le repite al viejo: Ni un paso atrás.
Ni un paso atrás, ni un paso atrás, ni un paso de retorno al ayer, ni la mitad de un paso en el sentido del ocaso, ni un paso atrás.
Que en la lucha del pueblo se confirme, -sangre y sudor- la nacionalidad. Y pecho al plomo y la conciencia en firme. Y en cada corazón... ni un paso atrás.
Autor : Pedro Mir (1913-2000) Dominicano.
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Poeta
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ODA AL OLVIDO
Ya No recuerdo... ¿Dónde estás?. No recuerdo cuando nací fuera del tiempo del polvo donde estabas del pantano que corta corriendo los años en la piel arrugada, de los libros no leídos, entre las arenas del desierto de la niebla sal y abeja mar y miel lejanos, añejos, vinagres luchando sin bandera fuiste vestido de pasado seco, desangrado, borrado, alegre al frente, de espaldas.
Te escondiste en el blanco pelo en blanco como pétalo, perdido, seco, temible en la frescura del reloj de arena que rebrota, fuego, de la ceniza, en fragmentos, de obscuridad teñida en el molino cruel de la historia indefensa sepultando lo más exquisito del dolor recién lavado en la noche que sacude las estrellas de corbata y aplausos con monedas y billetes y nebulosas y balas.
Te vuelvo a encontrar perdido en las esquinas de rodillas lágrimas rodando en la sangre de nubes que pesan, espesas, pesadas, que no pasan ni se secan solo esperan la escritura de la verdad del sueño imposible en el aire inmóvil de las campanas que callan de los lutos decorados sumergidos en las islas de las lápidas del fracaso.
Olvido olvidarte cuando no quiero aceptar el fruto del futuro en el pasado de herradura y cicatriz de telarañas repetidas, perennes en el polvo, las cenizas, el viento en los latidos salvajes de la espina solitaria extraviada dulce y débil, dolor negado en la punta de cada retina de tanta ventana rota.
Dime, olvido, acaso, me he olvidado a mi mismo, recordándote, Qué sería del silencio!... Sin escucharlo. Encadenado a las cosas. Sin esperanza. Del regreso. Del tiempo azul. En el cielo invisible, incierto, borrado. En la gris memoria que lo alimenta yerta...
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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