Poemas :  Oda al asombro
ODA AL ASOMBRO

Aquí
allá
en cualquier parte.

Se vende se cosecha
resucitando intempestivo.
Perdidas las sombras
en la arboleda infernal tortura
las noches han visto
el tiempo andando
en el reloj invisible
la paz agonizante
dentro de las campanas
mudas las espigas
del campo desangrado
de amarillo gastado
por el aplauso duro
del esqueleto durable
del trino en la corriente
con asombro del silencio.

Flotando
fúnebre
metal con sus semillas
vanas
coléricas
en la sangre del viento
por las calles
desoladas, temerosas, secas,
de los apellidos que las miran
viudas, huérfanos, multiplicados.

Asombrados
los relámpagos
el fuego pulen
con abanicos de lodo
de lado a lado
quieren
conversar
embalsamados
con espinas repetidas
perforados
destrozados muchos
en las esquinas con guantes
que ya no aguantan las estatuas
que ríen que encubren que oprimen
al corazón de la intemperie
indefensa y desarmada
la luz envejece
por tanta vela inútil
que solo nadie ve ciego
muerto en el mar muerto.

Ahí
donde la sorpresa
solo duele
repetida
por el pueblo
que sacude al vestir
a cada una
con el recuerdo
con la esperanza
quebrada
furiosa callando
cotidiana
como ancla
en la piedra
en la vida
de la luz cercenada.

Asombro...¡Oh, asombro!
¿Qué sería sin ti?
Bebiendo
la inquietud
que mata
tranquila
indiferente
fría
de un lado a otro
escribiendo al sombrero
de la sombra que sobra
sobre la obscuridad sobria
debiendo
estremecerse
en las hojas
de mil libros
de la vida hecha añicos
fragantes fragmentos frágiles
del impacto
adormecidos
conmigo
contigo
con muchos
a veces ninguno
te evoca al día siguiente
tan cotidiano
te han hecho negocio...¡Asombroso!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Entre la tierra
ENTRE LA TIERRA

Se escribió la letra,
con el vuelo de la pluma,
con el duelo de la letra,
en el suelo se escribió.

Largas palabras de estrofas,
olvidadas al otro lado,
del rostro del espejo,
del rastro del reflejo.

Que no hable el mar,
del azúcar de la miel,
no, que no hable, no,
entre la sal azul ahora.

Por la copa que al árbol bebe.
Por la ropa que al hilo viste.
Por la cerca que al humo calla.
Por la nieve que al fuego ama.

Sí, sí... Por los rumores de aceite,
en el tiempo amarillo del viento,
en el rojo rugido del canto,
en el ojo ordinario del llanto.

Una vez caballo entre peces,
otra vez cabello entre rocas,
tal vez cabeza entre huecos,
tal vez cabaña entre cuevas.

Se escribió con el polvo,
en el agua en el aire,
con la sangre en el cielo,
con la voz en el zapato.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  POEMÍTICO
P.O.E.M.Í.T.I.C.O.

¿Qué buscas en las letras,
qué no sientas en las retinas?.
Dice al corazón, el aliento inspirado.

Nada sé de los mares que se embravecen,
ni de la mirada atrevida,
ni de las sombras gastadas,
solo anegados los campos de fraguas,
solo propósitos medrosos del pasmo.
Míticos
Perfumes
Pasiones de terciopelo
Poemas, poemas, poemas...
Heroicas letras negándose a morir.
Periódicas músicas queriendo ser oídas.
Por el cisne que dialoga entre pescados.
En la entrega temeraria de sus plumas.
Entre las dudas de potros ligeros.
¡Con las estrellas obscuras y desnudas!.

¿Puedes decírmelo ahora?.

En los áridos lamentos de las últimas memorias.
¿Qué buscabas?.
Cuando todavía no se había resuelto,
el problema de las paredes del agua,
donde surgió a la vista el desierto,
en el momento que se viene bajo él.
¡Sótano, precario!. Haciendo mal
a mares. ¡En las peripecias del ven
ado!. Y en el buen arranque del topo.

¿Cuándo y cómo decirlo?.

En estos tiempos las lluvias vuelan.
¡Hacia arriba, no lo olvides!.
En la raíz de las viejas hojas.
En el bosque invisible del susurro,
felizmente acompañado del olvido,
guiando a las brújulas del camino,
en la punta globosa de un cráter.

Y
Ahora
Poemítico
Mira...
¡Mira, sí, mira, mira!.

De seguro que aquellos cipreses lo saben,
por la constancia de la mala suerte en él,
bolsillo de la ciruela, de la última luna,
serena en el valor del sombrero del trabajo,
perdido del célebre trópico. ¡Poemítico!.

De seguro. ¡Sí, se seguro!.

Porqué...
Habiendo citado a ésta incertidumbre,
nunca llegó para establecerse sola,
con su barba de menta cultivando,
los caballos indistintos de cangrejos,
asustados, los gatos risueños en él.
¡Nombre del poema más desconocido!.

Hecho en la leyenda que nunca existió.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta