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SIN LLAVES
En la imagen carente de forma de pasado duplicado en ausentes de raciocinio y carnes de futuros que hipnóticos se piensan porque adecuaron al hueco en la redondez del aliento entre las agujas de la memoria entre lo que habrán adecuadosuprimiendo su radical, pasado, entre sueños y panteones. Historia de súbito, del agudo escultor de noches, del escritor de nuez, del mundo terminar sin hablar, donde adecuáremos al olvido, ingenuo triangular en descampado, en la expresión, de cataratas de esférico valor, el tiempo al espacio cristaliza, algunas veces lento, otras oculto el germen, sobornar al paraíso con perdones injustos, y lo que hubiese adecuado, al abrir del candado, del destino excesivo, una ruleta cargada.Con llave incierta, del camino leer ideas en las paredes blancas, del hambre verdadera una cuchara, sin que adecue al suelo, un hogar sin techo, decorado con el viento, intoxicado entre estrellas embriagadas, como adecuaba la noche, cuando gira el desconcierto, de todo, largamente un contraejemplo. ¡Sin llaves!.Sin Llaves Ves acaso la cerradura del ajeno pecho Un vientre bajo el piso una mirada al cielo Una frase de silencio discriminado Sin Llaves Ves acaso el verdadero ocaso de la carne alegre Vacío el pensar sin hambre, vicio satisfecho. Promotor de angelical olvido del polvo humano. Pero.¡Ah!. Eso sí. En los ojos desnudando, muslos ondulan, entre libélulas parpadeando, encarnados del nácar anzuelo, y algodón erecto sueña, donde adecuaría la tarde, la humedad enrojecida, del horizonte encima, del manjar apetitoso, adecuado el hueco.
¡Un simple y llano ves ya!. Cada desayuno de pestañas. Al instante vertical latiendo, la curiosidad del cambio, tibia posición y movimiento, en la intimidad escrita en secreto, lo blanquecino compartir libre, universos agitando tiernos, frutos de acuerdo maduros, jugos de abierta sensación,
en el criterio, del pañuelo amable, al propio espíritu sumerge, la inocencia imberbe, joyería de fantasía, solido vacío, al impulso de la incandescencia. del cerrojo llave perdida después.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Esquelética sortija
Entre la soberbia manzana. Aquélla mariposa su llama enciende orgullosa. Aquélla cadena espantable palpable y sensible. Ésta calle deshojada, quedó vestida de duelo. En éste tiempo que la muerte se cobra su manjar graciosa. En éste tiempo que viviendo, muere su muerte insensible.
Más. Piensa, siente y medita. Acá Siembran Las Estrellas. Y se humedece, y se enmudece. Cada sed, inmortalmente infinita.
Todo día, noche, como el invierno primaveral, espera gris, tarde, como el innúmero veraniego panteón blanco, todo minuto gigantesco, atorado, en un segundo, esquelético sentir, del espíritu del polvo. Sortija, ensortijada sonrisa, del culpable frío. Todo igual.
Esquelético. Especialmente espeso. Espacialmente escualo. Espectro, ensortijado.
Un poco más el mar, que seco duele. Poco y no saques óxido del fuego. Un aliento y no destruyas ningún huracán. Mucho se piensa en el latido de un abrazo.
Más hay muchos conmigo ausentes. Allá donde luego, el necio pronuncia la victoria. Una manzana mariposa encadenada. Vez que en los rincones, hay lágrimas cautivas. Una vida que ya no está conmigo. ¡Otra muerte muere, el que ahora vive!.
En El azul De lengua Mil veces Repetidas Mil veces Ignorada Mudo el mundo Muda enmudeciendo, la voz del silencio. ¡Que algún día ha de griitttarlo! ...Esquesor Léticatija...
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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