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INGENUO DENUEDO
Las cosas ya nunca fueron lo mismo, en las amarguras nevadas, mieles duras, después de aquel siglo.
Fueron una gran mancha de patos de goma, de peces tibios alegres, río abajo, en la lenta procesión de aves silenciosas.
Así la identidad queda conformada, por vientos innumerables condenas, cantos frescos y discursos.
Y a su vez, vigilados por más panteones. La mayoría de patos fueron interceptados, por los agentes del olvido en ruinas.
Estando atados, tanto por su propio aliento, como la mirada del consuelo acrisolada, en dulce complejo de oficina.
Como por la tiranía del mercado, que provoca, un hueco en el panorama legendario legionario, repitiendo a reptiles los mismos formatos.
Infaustos en vez de arriesgar, imitan patrones, patines patanes, demasiado usados. ¡Olor a tiempo, olor a olvido!.
Unos pocos miles quedaron parados, en alguna sonrisa de hormiga. Unos pocos cientos comieron canicas.
Decenas acabaron en las estanterías, ocultos, de los hijos de los duraznos de los rastrillos. Lo que es considerado como imposible.
En el análisis de la crisis del calendario, la puerta ha sido a lo largo de la historia, falsa huida y valiosa herramienta casera.
No podemos nombrar el patio, al techo, ni nada sin cambiarlo, enrejado, entre ambición y pasión yertas.
Porque van llenando el espacio las sombras, los sobres, pincel a cincel, sílaba a sílaba, hasta la extinción de la póstuma esperanza.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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EMULACIÓN EMPÍREA (Latín-español)
CITO RUMPES ARCUM, SEMPER SI TENSUM HABUERIS ¡Ay, dolor!. De una pira tu roja túnica yace, del viento al insensible soplo estrofa, de compasión movido el sumergido rostro. ¡Oh, fantasma!. El milagro ensancha manchas, con la irremediable herida tensa frágil, devorando tensa, flecha y arcos desprendidos.
CLAUSIS THESAURIS INCUBAT La claridad recoge su postrer dulzura, de súbito formada en indignación descarga. La consciencia pierde consistencia blanda, perdiendo la razón, sus parientes eslabones, al verter en las ruinas perlas argentadas. De las cañas registros graves. ¡Sal y azúcar!.
CLAUSAE SUNT AURES OBSTREPENTE IRA Los siglos dúos con evidente espanto, las campanadas sublimes punzan ácidas, leyendo cataratas en la penumbra hostil. Y arde opacando al camino infiernos, entre el ramaje umbrío prófugo fuego. ¡La puerta salvaje en desnudez pagana!.
COLUBRA RESTEM NON PARIT Las estrellas del bárbaro secan nieve láctea, con bondad florida pétalo pretérito abrojo. Espinas en la intimidad del espejo. ¡Siempre!. Los vidrios cuentan su escalofrío. ¡Siempre!. El néctar yerto fragante humea. ¡Siempre!. Con malignidad la fiebre propagan. ¡Siempre!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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En la noche verde...
Me soñé soñándome desayunando noche, agria risa que descendía de la nube espinas, del placer de las campanas sordas grises, y el grito amarillo y ligero de las cavernas.
¡Dormí, siglos en pedazos, distintos al ojo, rojo, el aliento al esconderse de los bosques, débil sabiendo que los lagos lamen secos, los ecos ahogados por alfileres desnudos!.
¡Creí añejar las delirantes montañas, en las alas de los barriles de polvo! ¡Sinfonías de lágrimas bajo la tierra, y la sangre de las estrellas en el río!.
Ya nadie sueña en los relámpagos violetas, de tigres, humo lloviendo como voces, sobre la vertical de los años mudos, vistiendo las tinieblas de manchas blancas.
Hubiera preferido devorar las brasas, como peces de maderas embriagantes, el ácido quemar de las ausencias sin fondo, seguir las mariposas decorando la tristeza.
Pero lloví demasiado en el pasado algodones, inermes las plumas furiosas de paja indefensa, en mis necias pesadillas de plástico emplomado, y acerando el huracán de los frenéticos gusanos.
Tal vez, la noche joven la red enrojecida arruye, el palpitar de la ceniza en el pálido sollozo, que lleva los moluscos al desayuno de las tardes, por las albas del verde amargo atardecer perdido.
Dicen que las serpientes hablan rectas dulces, en medio de los vidrios sembrando ebriedades, ocultándose las rodillas con el festín del fango, por el que se disipa la memoria del resto frágil.
Soñé que me soñaba la sangre seco y nocturno, en el verde de esa noche que la llave abría, los hoyos sin cesar de escoltar al éter frágil, en los dedos de las sillas hecho olvido.
¿Habré sido acaso el sueño atroz de un año, del ocaso desprendido del futuro suelto y roto, o los huesos del aliento perdido en la camiseta, del polvo que estalló en una lágrima humillada?.
Nada sé ahora del aire ciego sordo y mudo, de piel en el pesado abrigo del servil grupo, de la carne seca de los botones indiscreto, del festín en donde todo es cruel abuso llano.
Porque en la noche el rumor se acuesta casto, volviéndose verde vértigo vasallo vilipendioso, donde me dicen me sueñan por horas los gatos, verde joven verde coraje verde noche verde.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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MALDITO SUEÑO
Sin qué salude Insensible____Al horror sereno Voraz Impávido______Al aclamar sonoro Infame Artrópodo____ Al mísero quejido Mezquino...
¡Se consume repugnante!
Ardiendo sangre doquier La voz amarga___¡Empedernido!
Dónde gallardo luce cada insecto Dónde desfallecida llora falaz Implume____ El vuelo____ El ave Y La Sangre, derrama... Selvas abundantes, de huesos y llantos Ese, esos, y aquéllos, de todos lados...
Apenas se aligera el sueño Abarrotada el alma de dolor continuo Quedó el corazón en un sólo gemido...
¡Que quimérico y fantástico pasa!
Saludando sólo lirios yertos Sin dolor dentro del pecho En el popular tumulto, adolorido... ¡Que al alma cándida desgarra! Insensible... Pájaro altanero____¡Escombro vivo!.
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El Sueño Maldito Carcome cada familia, almohada rubia Espina de coronas infames, del colmillo Arenoso del siempre desierto sin playa Oasis del oro negro, del coro en el templo Una... Noche... Sin estrellas... Solo rejas... Metal Metálicos son los pies, en las arañas... Del maldito... ¿Qué sueño sueño, ó, no?.
1...2...3...4...5...6...7...8...9...
¡Días, meses, mesas, horas y ahoras! El Ilustre desgraciado aletargado ¡Cada día cadavérico carcome! Del magnánimo fracaso ¡Emulo de cítaras y nieblas!
¡Dónde consolador Morfeo, dormita! Negra y fría_____La hora última Ciega de confianza Pobre hora_______¡Sin decoro! ¡Dónde iguales somos...! Todos muertos Durando sólo____ Lo que dura el sueño...
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De acero es el corazón Rebelde a los divinos ojos ¡Cuando las manchas cubren! La dignidad, atónita, en los hombres Bajo El Poder De Tiranos, inhumanos, pesadillas del planeta Huesos de viejo fantasma, ladrones de capotilla, Pesadilla qué roba el sueño, pesadilla que mata el alma, y la conciencia carcome...
En sus angelados, lenguajes multiformes Escondidos por los vidrios de las arañas Empapelados en los audífonos de hojalata Habla sólo... ¡Con ráfagas de rejas cualquier queja! Y culpa cualquier nube de ser soleado... ... Pero oh, sueño y pesadilla, ya mero ... Espero se terminen de secar los calcetines ... En éste invierno de algodonosos erizos.
Por Qué Así Debe Ser y será... Justa la balanza, algún día... Dónde De Súbito La Fuerza Emerge.... Infalible y justa protesta. Y palpita libre... ¡La virtud humilde! ¡De mil almas, miles de infinitos! Venciendo Al Sueño Infame... ¡La pesadilla!... Y despierte.
Despierte cada arena, flama, vela, ola, río... Despierte bosque, lago, montaña, corazón... Y despierte al alma, de cada conciencia. Despertar de la pesadilla... El sueño. Al sueño de la realidad...
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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