Deje que yo oriente, tus manos a hacerme carícias. La enlouquecer-me con el tuyo encanto. A invadirme con tu malicia. Deje que la piel explote de gana. Y nuestros cuerpos, vibrem de verdad. Deje que el mundo, pare de girar. Y que las emociones hablen, a través del mirar. Deje que yo te sienta, en este mi soñar. Por Dios te pido, Me deja amarte!
Izabel Silveira - 25/09/2007
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Poeta
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