Alguien quebró aquel cristal se convirtió en mil añicos, filosos pedazos chicos fueron reguero fatal, el suelo sirvió de hostal al vidrio de astilla inerte que da vida al mito fuerte de que sufrirá el culpable de manera muy palpable siete años de mala suerte.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 10 de marzo del 2024 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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