Del vítor prudencia
Labrar
La
Sin falso encomio
Encendidos los veranos
Sin catilinaria injusta
Largos ríos iluminados
Como.
Demorada la mañana dialoga
El huerto de las flechas enamorado
Vigoriza madrugadas sublime
Al interior cediendo inquieto
Y
¡No!
Sólo, solo por atabalear
¡Que es!
Sólo alzadero inútil
El jardín arrinconado
El bronce masticando
Las plácidas paredes
Réplica de fuelle jarreta
Al espejo sangrar viendo
Ojos de la sombra en vela
¡Relum...brante!
Desnuda ola del trasluz vibrante
Clavada encima del caracol enlunado
Al descollar deslucido
Al margen moribundos cauces
¡Fragancias de incierto vuelo!.
Vítores en la imprudencia
Vítores del titubeo
Al morir crepuscular del embeleso
Resplandor
Sonoro césped
¡Más que proemio un epílogo!
Del destino desnudo anublado
Con el frescor nupcial ceñido
Selvático
Matiz
Del verso gris
Matinal médano
¡Que dialoga inquieto el huerto!.
Proemio puntiagudo
Epílogo escudado
Del
Vítor
Prudencia... ¡Cultivarla en abundancia!.
Y
¡No!
Enamorado sublime...¡Sangrar espejos!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Përez