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El fiel canto de mi gallo me despierta en las mañanas al ritmo de las campanas de la iglesia el primer rayo del sol terso, sin desmayo, se filtra entre las retamas por sus tan preciosas ramas las aves inician vuelo de esperanzador consuelo frente a la vida y sus dramas.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 14 de mayo del 2024 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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En este día de impulsos encontrados
y de calmas obligadas
en mares imaginarios de azules imposibles,
donde los recuerdos se amontonan estorbándose
en ese ayer que arrebata los anhelos del mañana,
no te sientas perdido, y…
…atrévete a pensar.
Imagina una noche plateada
con millones de estrellas titilando,
en única y mágica danza
para tus ojos que cerrados ven
y tus manos que abiertas tocan
llamándote y llevándote;
siente otro mundo, -que es el mismo-
límpido de necedad y ruindad
que llama y está por llegar;
imagina un silencio tan grande
donde poder dibujar con trazos dorados
de miradas redimidas, la palabra Paz, y…
… atrévete a pensar.
Siente la belleza del verso,
la proeza de llegar al final
la dicha de haber podido estar y ser,
y la grandeza en la miseria
de haberte re-conocido
sintiendo que eres más,
sin dejar de…
atreverte a pensar.
©jpellicer
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Poeta
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Atronador atormentado
Va El cielo en un vagón atestado de estrellas Va Del presente principio sin pasado de nubes Va Haciendo huecos azules cada vez más sobrios Entre Los siniestros puertos de las sirenas Sin mañanas, sin ayeres, sin estar, con toda la imposible fe enferma, en los cuerpos húmedos de los rincones... ¡Desmesuradamente mundanales! Atronador Entre las masas grises y expresiones tenaces Atormentado Entre los párpados prudentes del silencio ¡Con todo! El pringue tropel exuberante El abundante vestíbulo malsano El oropel poluto y balumba
Atronador En la mirada blanca de las agujas Atormentado En la inmensa grieta de los campos ¡Aquí...! Opacos proliferan los fantasmas Asustados por el cielo extintos
¡Van viéndose! Los inmóviles colores en estupores Dónde están Los desconocidos alientos erizados Por el sillón sordo encorbatado Del albañal rayano Por dónde Las masacres amortajando latigueaban Los deseos emergiendo sinuosos
¡De la tabarra qué barrena! Las mantas de las sombras arrastradas Los encurtidos lenguajes del endriago
El cielo atronador Está En la urbanidad de las túnicas efímeras Está En la dignidad triturada cercenada vana Está En busca de más muertos bravucones céreos Está El cielo atormentado
¡ Vá de nuevo imparable! Por el cisma del reconcomio Celestial...¡Del trueno a la tormenta! Entre los magueyes tambaleantes
Con lo desventajoso voltizo Con el después diezmando la ceniza ¡Adorable petulancia despaciosa! Atada a los difuntos persistentes ¡Con el alma inteligible diseminada! En la cloaca mitigante pigricia Del remedio infalible monstruo amorfo Del oro sin decoro, vomitivo y revulsivo.
¡Así ha quedado por los cadáveres celestes! Agreste garrapatear de escarapela nublada La vida callejera levadiza barcarola funesta ¡Por el cuerpo adormecedor de las plegarias! Truena y truena. Entre los crueles méritos ¡Tormenta! Entre los perdones implacables El cielo... ¡En ruinas al amar las cadavéricas esencias!
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Perdidos en horizontes de color,
vagan mis recuerdos confundidos;
llenos de alegrías que no fueron,
de tristezas hacinados,
de silencios todos ellos apagados.
Perdidos y sin rumbo errantes mis pasados,
en la inmensa llanura del tiempo;
tiempo que llega y que pasa,
tiempo que de nuevo ciega,
esta mirada perdida,
que ni al dulce recuerdo se entrega,
ni al frío de la mañana esclarecida;
otro sueño dejado al futuro,
otra vida vivida, sufrida…vencida.
Horizontes de color,
donde se pierde la mirada,
donde calla la palabra,
donde los recuerdos ya no existen
donde los pasados quizá, serán mañana.
© (jpellicer)
* Poema incluido en la Antología “Mañana al despertar” (2010) Ed. Crealite.
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Poeta
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AMOR FATAL
En la humedad desierto, el aliento, se detiene, en un suspiro prolongado, amor fatal.
Por la vida que ya no es, ni en la muerte, alcanza la memoria fresca y seca. Así es, catarata sin helarse. Amor fatal. El viento cerrada puerta, tras la ventana, la maceta, dulce flor escucho soplando, refrescando en la pared, la aguja del reloj, como el ruido, del ferrocarril del vapor detrás.
En el después con la mañana, de la noche tarde ayer.
Amor que fue. Y lo será. Siempre. Fatalmente. ¡Recuerdos de mil historias!.
Sí, sí, como cuando a veces en el tiempo. ¡Del cuando!____Es de siglos. Cuando la gente, nada, dice veo. El río detenido de los lagos. De nadar, ya, no y llanura. Son en la memoria sencillos nados.
¡Qué la gente nada recordando ríos, y los vibrantes instrumentos vio!. Las guitarras, mandolinas y chalinas, mojadas, olvidadas en la llanura, del amor, fatalmente.
Así ha sido. En el tiempo siempre. En el mundo del cuando. En el cuando multicolor del invisible. ¡Ayer sin sus mañanas!.
Hombre en la carne. El polvo amando.
Eso hacen sin escapar los suspiros, cerca del cerco, lejos ya, de los dentros. ¡Anhelar sin helar!. Alar cada pluma, cada volar soñando, donde cien sentires siente uno. Una vida en una muerte sin sentido. ¡Un latido, cien corazones, y un alma sola!.
Por ese. Amor. Es tan fatal. Qué, qué. Por lo blando del hielo al hilo ha deshilado, al verano carbonizado, y diamante fue.
A dúo el amarse mutuo. A Dúo El Amarse Mutuo.
¡Amorfo amarse fatalmente!. Delirando los latires. ¡Anudándose, desnudándose, anublados!.
Y no en la pureza, del darse solo el amor. Humano encarnado, en la consciencia. Del mundo, del cuando, que le rodea.
Sutil en la sencillez, humilde en la grandeza, tranquilidad en el alma, templado en lo adverso, noble para clarificar la niebla que nieva, ardiendo volcánico el fondo sin extinguirse, en la memoria del océano que brota.
El amor humano. Y verdadero al hombre. Ligero pesa. El pasado en la mañana. ¡Nocturna tardeada, alba luna!.
Mira Allá. Sin el mundo del cuando. Como es. Como es.
Libre esclava en la muñeca. Piensa humanamente. Abrazo dorado. En la cadena, libre, solo un sencillo eslabón. En la mano que sostiene, en la frente que recuerda, el tiempo en los relojes. ¡Esclavo sin pensarse!. Eterno, momento, libremente.
Desencadenado del principio, desatado del final. Y como ligero pesa. ¡Pasa en paz!. Y como, como. Piensas. Me dices y me preguntas.
¡Nada, solo sé!.
Se sal del mar salida ola espumosa. La burbuja burbujeando. La brújula, la cúpula, el imán. Por el ello, de las hojas, cuatro tréboles.
El amor vital. Sin fatalismo. ¡Natural!. Dulce .....Puede ser..... Lama, río, amargo por el tiempo. ¡Enmielándose, abeja y abejorro!. En La Colmena amena amándose. Mieles, pieles, polen floreados campos. -Cánticos, pórticos, cándidos, espléndidos- ¡Dulzura, cubiertas las heridas!. Flores, pétalos mariposeando, lamas por el tiempo bajo, del amargo río, las abejas a veces vuelan.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Mañanas por desear
Como bailarinas sobre sus puntas,
dejándose llevar del impulso de la emoción
contenida y ya vivida,
se escapa pertinaz el anhelo del ayer;
dejando el sabor del último beso,
la caricia congelada,
y una palabra muda sólo en el gesto dibujada.
Ayer, presente de venturas,
de noches sin fin robadas a los días
envueltas en susurros con sabor a miel;
de manos entrelazadas dibujando
mundos cerrados donde apenas cabe un beso;
de divinas locuras hijas de la pasión
dichosas y abandonadas en la quietud del alba.
Tocando con los dedos, -letras de miradas-
como aquella bailarina que sobre sus puntas
sigue danzando persiguiendo su sueño,
este ahora que me llena de ayer,
y que me abandona en incierto sino,
en otro mañana aún por desear.
(jpellicer)
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Poeta
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AMOR DE TARDE
La tarde sonora quiere. Amar una tempestad de otoños. ¡Hileras de soles y mil sinfonías!. Del cielo. Una noche, de manzanas danzando. Los perdones, desnudos y dorados. Los desiertos acompañándola. ¡Quiere!... Ser amada por la mañana. Y la noche... Circular como estrella. Humilde, sonido cristalino. ¡Siendo!.
La tarde hermana de la noche. Hermana mi obscuridad al cielo.¡Qué magnífico!.¡Glorifica!. Las Ausencias Cercanas Las Compañeras Soledades. ¡Enlunadas tardes soñando!.
Cada Jamás... ¡Un prolongado segundo!. Reloj... ¡Qué fosforece!. ¡Qué fosforece matinal!.
La Tarde Dichosamente ¡Sereno oleaje oleoso!. ¡Sueña, desea, durazneando!. Enmanzanada melodía al mediodía. La Tarde... ¡Qué quiere!.
Ama ¡Ama en silencio, ama en verdad!. La Tarde Verdadera ¡La tarde verdadera de cualquier día!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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